Federica Matta Pope: “El terremoto sacó a relucir un hombre nuevo”

Tal como los animales se sacuden después de una crisis, al chileno le faltaba un megasismo para sacudirse del trauma Pinochet, sostiene la hija artista de Matta. Las razones por las cuales apoya a los estudiantes y su diálogo con Piñera en París.

Por André Jouffé (desde París)/ Fotos William Levet

Es probable que Felipe Cubillos haya leído e interpretado a su manera a Stephane Hessel, autor de “Indígnese”, el best seller vendido a dos euros ($1.300). Lo cierto es que Federica Matta adapta los conceptos de este antiguo resistente judío francés, rompedor de esquemas como partidario de la independencia de Argelia, del reconocimiento del estado palestino y enemigo del sistema neo liberal que impera en el mundo, a la realidad educacional chilena.

Federica ha llevado al tema de la educación, el concepto de Hessel y fue ella quien encauzó los pasos de Camila Vallejo hacia el filósofo de 93 años, en su reciente visita a Francia.

La cuarta hija de Roberto Matta es una mujer interesante física y mentalmente, ya pasados los cincuenta años. Igual que su padre -odia las comparaciones pero es así-, heredó ese rostro risueño, la agudeza, pero es más lucida que el autor de sus días en cuanto a poner orden a las cosas y a las causas.

Cuando hablamos de su hermano mayor Pablo Echaurren que vive en Italia (los primeros hijos de Matta con Ann Clark, Gordon y Sebastián, fallecieron hace décadas), Federica lo hace con cariño y afecto. Apenas menciono la palabra Ramuntcho, interrumpe y advierte: “Vinimos a conversar sobre educación o sobre la familia”.

Callo y no aventuro siquiera a preguntar cómo terminó la historia con Germana Ferrari luego del deceso de Matta en Tarquina.

Nos reunimos en un café, La Pause, de la rue Keller y Charonne, cerca de la Bastilla y de su propio departamento de la rue de la Roquette.

¿Cómo fue su llegada al tema de la educación en Chile?

Cuando vi a los jóvenes tomándose las calles y la conciencia para pensar cuál iba a ser su futuro, me vinieron deseos de participar en las manifestaciones a través de mi arte. Al movimiento le faltaba gráfica y diseñé un afiche especialmente dirigida a esta causa. La imagen, en este caso, es una sirena que para mí es la conexión entre los mundos material y espiritual, como lo es la del antiguo universo africano con el moderno. Pongo a esta sirena con sus libros que van desapareciendo como va desapareciendo a la vez la educación. Si percibimos la educación solamente como una forma de ganarse la vida, estamos dejando ir la educación como crecimiento.

¿Por qué organizó la reunión de los estudiantes chilenos con Hessel?

Él es una persona extraordinaria, un gran y eterno resistente. Si ves el mundo con el concepto de resistencia, puedes ser capaz de ganar pues generas fuerzas que doblegan a los maquinistas que manejan el sistema, a esos maquinistas dominados por los mecánicos -léase Piñera, Murdoch, Sarkozy- pero no incluyó a Berlusconi porque él es un mafioso; los otros pueden estar equivocados, pero no pueden ponerse al mismo nivel del italiano. Hessel es un indignado y sostengo que la única forma de salir adelante es indignándose en contra del sistema que nos manipula. Los jóvenes están viendo este fenómeno con mucha claridad

A nivel mundial, ¿cree que el movimiento de los indignados va a lograr algo?

Ya lo logramos; entramos a una nueva dimensión de la realidad. Han comprendido que es imposible dialogar con los mecánicos que dirigen el sistema. En Chile les costó comprenderlo y por eso se sentaron en la mesa de diálogo con Piñera, cosa que no comprendo hasta el día de hoy. ¿Qué esperaban? ¿Qué el operador del sistema claudicara de sus principios? El mecánico no es humano, por lo tanto resulta imposible dialogar con él. En cambio debemos atraer hacia nuestro lado a los maquinistas que obedecen a los mecánicos.

Si los estudiantes no se hubiesen reunido con el Presidente los habrían acusado de intransigentes, de no haber realizado siquiera un intento.

Es posible, si. Le contaré una experiencia personal. En vista del deterioro terrible de la plaza Brasil, que gratis con pura voluntad y ñeque levanté en los tiempos de Aylwin, hablé con Piñera cuando vino a Francia apenas elegido presidente. Le dije que no me importaba de qué orientación política fuera su gobierno, pero si arreglaba la plaza, yo le iba a dar algo a cambio. Mientras le decía esto, me di cuenta que su mente vagaba en otra parte. Y así fue. Al cabo de unos meses, llegó un aviso de una empresa de aseo que se ocuparía de la plaza. Pero si esto requiere otro tipo de cuidado, estamos hablando de materiales duros, de colores, no de limpieza, es remodelar un trabajo hecho hace casi 20 años.

Anda a verla, nadie ha hecho por ella, se ha convertido en la imagen de lo que ha devenido la democracia en Chile, nadie la ocupa, no hay relación entre la ciudad y los habitantes La Municipalidad tampoco hace algo.

VIOLETA Y EDWARDS

Federica vio la película de Andrés Wood sobre Violeta Parra. Ella misma le hizo un homenaje hace cuatro años en La Serena con banderas con leyendas alusivas a la obra de la mujer de San Carlos.

Sobre quien fuera amigo de su padre, Jorge Edwards, actual embajador de Chile en Francia comenta: “Para muchos es increíble que el número dos de Neruda sea el embajador de Piñera. Nosotros no vamos a la Embajada de Chile y Edwards, que siga con Montaigne (alude al último libro “La muerte de Montaigne” del premio nacional)

En el plano personal, Federica está haciendo proyecto con la ciudad de Burdeos: “Se trata de una exposición en la base submarina en un convenio con la armada francesa. También ejecutó un trabajo con las escuelas con un programa del arte como herramienta de educación. “El arte nos permite superar los traumas que no nos permiten vivir y en eso consiste mi trabajo con más de 200 niños”, dice.

Pese a Sarkozy y su política de reducción del gasto público en educación pueden desarrollar este programa…

Así es, pero con nuestra fuerza del arte, estamos logrando cosas porque ellos al sentir nuestra presión, comienzan a ceder, de mala gana pero ceden.

EFECTO 27/F

Dice Federica: “Llegó Piñera con un terremoto terrible pero todo convergió en una percepción muy positiva, porque el sismo actuó como terapia en los chilenos para sacarse de encima el pinochetismo. Los animales cuando sufren una crisis, se sacuden y siguen viviendo, el hombre es incapaz de actuar como el animal y necesita de factores externos. En este caso fue el terremoto que con todo su drama, sacó a relucir un hombre nuevo y esto se nota al cabo de poco tiempo con los movimientos estudiantiles”.

Insiste que el arte es capaz de solucionar importantes capítulos de la vida nacional. Cuando llamaron a Michelle Bachelet inmediatamente después del sismo de febrero del 2010 y le preguntaron qué necesitaba, ella respondió: “Dinero, dinero, dinero”. “Entonces, señala la hija de Matta, hice un afiche con derecho libre de reproducción y éste se vendió en todas las manifestaciones a un euro. Ese dinero se fue remitiendo a Chile. El artista no es el ego sino el arte al servicio de las ideas”.

“De esta forma, explica Federica, hice un libro sobre Irán, donde hay cineastas presos solo por haber hecho películas de vanguardia. La frase de la poesía solo como un arma, de Pablo Neruda, es muy eficaz. El arte unifica, deja de lado la soledad. Cuando estamos solos, despertamos tristes. Salimos de casa y al encontrarnos con otros, se nos sube el ánimo. Por eso debemos de andar siempre unidos, en grupo, la soledad es depresión y la depresión son fármacos que solo benefician a los grandes laboratorios. A los gobiernos les conviene tener pueblos depresivos, son más fáciles de dominar y dejan mucho dinero a la industria farmacéutica. Los hombres solos es sinónimo de tragedia”.

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