Adolescentes polinesios visitan Chile

Los jóvenes, que serán recibidos en Santiago y Viña del Mar, viajaron el 2 de abril a Chile y esperan ser embajadores de su cultura durante su visita. Aquí algunas impresiones de los aprontes del viaje y el esfuerzo que hicieron para  concretar el “proyecto Chile”.

Par Siu Ling CHAN/Tahiti-Infos*

Son las 2 de la mañana, aún es noche cuando los 35 estudiantes de la clase de 3º del Colegio católico La Mennais, parten con destino a Chile. Los acompañan cinco adultos, entre ellos la señora Danchet, profesora de español, y el responsable de la instrucción cristiana del colegio, el hermano André Desilles.
Al programa: inmersión al corazón de la cultura y la lengua del país. La primera semana en un establecimiento católico en Viña del Mar; la segunda, junto a una familia de adopción en Santiago, todo ello condimentado por salidas culturales y lúdicas.
La madre de un alumno nos describe sus impresiones:
“¿Quiénes son? Son adolescentes del colegio La Mennais, sólo tienen 15 años pero mucha voluntad y paciencia para llevar a cabo este proyecto lingüístico, que ha requerido un año de trabajo intelectual y físico. Podemos llamarles nuestros ‘Embajadores de Turismo’, ya que en sus maletas se llevaron collares de conchas, tarjetas postales, los mapas de nuestras islas y muchos folletos.
Poeiti, Adrien, Kalani y todos sus camaradas serán incluidos en las clases del Redland School en Santiago, capital de Chile. Estarán en inmersión total y deberán explicar, o más bien promover la Polinesia -por supuesto- en español. No rezongan, sonríen y no pierden la sangre fría delante de 30 pares de ojos que lo observan. “¡Y, pedimos al cerebro pensar en español! Eso es lo más duro”.
Un gran camino recorrido para estos adolescentes. Se acuerdan del inicio del año escolar, en agosto de 2012, cuando la mencionada señora Danchet les anuncia el Proyecto Chile. Cada momento, está registrado en sus memorias: alegría y más alegría. Pero, además tenían como misión el convencer a sus padres de adherir a este proyecto. ¿Cómo hacer? Es una clase de 3º, casi como las otras, con tres cursos de lenguas extranjeras que deben aprender y un empleo de tiempo de 40 horas.
¿40 horas, es posible? Y sí, no es necesario olvidar la Confirmación que debe prepararse y las danzas que deben ensayarse todos los sábados por la mañana, ya que estos chicos quieren ser verdaderos Embajadores de turismo.
Para el Hakka (danza ritual de los isleños del Pacífico Sur), Adán fue despiadado con sus amigos, ensayaron una y otra vez los gestos y el canto, al borde de la perfección, ignorando el dolor de los golpes sobre los muslos. En cuanto a las muchachas, se les pidió flexibilidad y gracia en los aparimas (danzas polinésicas). En este universo, de tímidos se volvieron intrépidos y talentosos, se revelaron bajo la vigilancia benévola del hermano Desille que no olvidó nunca de aportar tortas o galletas para el refrigerio. ¡Ese era su pecadillo!
¡No había suficiente dinero para financiar el proyecto! Entonces, los jóvenes se convirtieron en artesanos-comerciantes. Bajo la tutela de la señora Dumont, transformaron pedazos de telas en corazón, macillas que se volvieron adorables angelitos, el arroz se convirtió en sushi. Sus manos se habían vuelto mágicas.
Y en la noche del 2 de abril, están allí, en el Aeropuerto de Faa’ a. Por ningún motivo perderán su avión. Es el día “J”. Se toman algunas fotografías. ¡Ríen, las madres reparten los últimos consejos… que no serán escuchan! Sacan pecho y se va a unir a sus amigos.
La adhesión de los padres fue total, ya que cada niño probó que era capaz de cumplir –simultáneamente- con la escuela y el Proyecto Chile.
No es necesario decir: ¡“Se les admira!”
Soportar un ritmo de las 40 horas /semana, además asumir las actividades extraescolares (Cindy llegaba siempre al conservatorio con su pareo rojo ya que no había tenido tiempo de cambiarse). Soportar el mal humor de la madre que encuentra que la habitación nunca está en orden. Papá. quien reclama que la nota de 13/20 en Matemáticas no es suficiente. Además, hay que hacer el trabajo para el ramo de Historia de las Artes y presentar una conferencia. Estos chicos, con apenas 15 años, nos han probado eran capaces de hacer todo eso como grandes y siempre con buen humor.
Estos 15 días en Chile son el resultado de un largo trabajo.
Y allá, representarán con orgullo la cultura polinesia. Pondrán todo su corazón en sus danzas y sus exposiciones y sembrarán el deseo de nuestros amigos chilenos de venir a visitar nuestras islas. El turismo comienza por compartir la cultura”.

*Traducción Patricia Parga-Vega (Bruselas) bajo a la autorización de Tahiti-Infos.

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