Tecnología Over The Top: cuanto menos infraestructura implica, mayores, mejores y más baratos servicios

El avance de la tecnología está cambiando nuestra forma de comunicarnos, entretenernos, trabajar, etc., de forma tan rápida que constantemente amenaza con dejarnos atrás. Aunque al principio los llamados servicios OTT despierten recelos, nada como probarlos para enamorarnos de ellos casi instantáneamente.

Y es que a pesar del encanto que tiene en nuestra memoria el recuerdo de bajar al videoclub para elegir la película de la cual íbamos a disfrutar esa velada, ¿quién renunciaría a Netflix o Amazon Prime para volver a esos tiempos? Pues, precisamente, estas dos plataformas de streaming son el ejemplo perfecto de lo que las tecnologías OTT (que utilizan las redes públicas de internet, obviando a intermediarios que encarezcan el servicio) pueden ofrecernos, pero hay mucho más.

OTT, inversión y trading al alcance de todos

Hoy en día descargarse una app para realizar trading online mediante CFDs es una opción para operar acciones (entre otros instrumentos financieros), especulando con la subida y bajada de sus cotizaciones, o simplemente comprar y vender acciones a la manera tradicional, mediante la aplicación de tu propio banco. Todo esto no hubiera sido posible sin las posibilidades que nos brindan internet, los smartphones y las modernas computadoras. Sin olvidar, por supuesto, que hacer trading de CFDs es muy arriesgado, debido al apalancamiento con el que se opera en las plataformas de trading online, que es operar con deuda, la cual nos permite abrir grandes operaciones con un depósito mínimo de parte del trader, lo que nos expone a mayores ganancias si la cosa va bien pero también a mayores y rápidas pérdidas si va mal.

Por ello, no son recomendados para traders minoristas, ya que muchos acaban perdiendo toda su inversión si no endeudados, lo que puede suceder en caso de que nuestro bróker no siga políticas de protección frente a balances negativos.

Hay gran presencia en medios especializados de información sobre las empresas propietarias de acciones que cotizan en bolsa. Es fácil encontrar análisis, presentaciones de nuevos productos, e incluso hilos de Twitter mediante los cuales detectar cómo las perciben los inversores y en torno a los cuáles, siguiendo también un criterio fundado propio, articular una estrategia de trading, para lo que será necesario capacitarnos profundamente.

Por lo demás, la forma de operar con ellas es la misma que con el resto de activos; en base a su cotización se abren operaciones en corto, cuando la predicción es de bajada en los precios de las acciones, o en largo, cuando prevemos una subida de la cotización de las acciones, aprendiendo a utilizar también las distintas herramientas de protección de riesgo que nos ofrecen los brókeres para limitar pérdidas o recoger beneficios.

Almacena tu trabajo y recuerdos en la nube, comunícate de forma gratuita

Servicios de almacenamiento en la nube como OneDrive o Dropbox entre otros nos ofrecen almacenamiento al margen de los sistemas físicos de los que dispongamos. Además, podemos utilizarlos como almacenamiento principal, o como una forma redundante de guardar información que no queremos perder de ningún modo. Pero no solo nos sirve para guardar, sino también para compartir; si más de un usuario dispone de las claves para entrar a una cuenta de OneDrive, por ejemplo, ni siquiera será necesario enviarla vía telemática, simplemente depositamos la información y listo.

También abarca servicios tan populares como Skype o WhatsApp, tan extendidos hoy en día que cuesta recordar cómo nos comunicábamos hace tan solo unos pocos años.

El entretenimiento a la carta

Por una mensualidad más o menos razonable ya disfrutamos de música, podcasts, series, documentales y películas en una cantidad tan ingente que ya casi pasamos más tiempo navegando por menús tratando de decidir en qué producto audiovisual vamos a invertir nuestro tiempo de ocio que disfrutando de dicho producto.

El OTT ha abaratado tanto los precios que prácticamente están al alcance de cualquiera, y no podemos echarle la culpa de matar a los videoclubs, ya que estos locales murieron por culpa de la piratería, mucho antes de la llegada del streaming a nuestras vidas.

Incluso tenemos servicios de streaming totalmente gratuitos, financiados mediante publicidad, como YouTube; una plataforma que permite hacernos una programación a la carta y en la cual prácticamente todos los medios de comunicación tienen un canal en el que suben su contenido más relevante. YouTube también ha dado lugar al nacimiento de nuevas superestrellas, los youtubers, generadores de contenido que pueden llegar a facturar millones, algunos de los cuales ya tienen más seguidores que muchos canales de televisión tradicionales.

Lo nuevo sustituye a lo viejo

Igual que el teléfono desbancó al telégrafo y la televisión relegó a la radio a una posición secundaria, los servicios OTT amenazan a la “antigua forma” de hacer las cosas. Si puedes hablar de forma gratuita por Skype ¿por qué llamar mediante una operadora tradicional pagando? Si puedes seguir series de una calidad envidiable por la HBO, ¿por qué conformarnos con la programación que un canal ha elegido para nosotros? Y lo mismo ocurre con los programas musicales y Spotify, los videojuegos en formato físico y los miles de juegos gratuitos que se ofertan en las app stores.

Por supuesto llegará algo que haga tambalear y caer los servicios OTT, al igual que estos han acabado con la hegemonía de los oligopolios tradicionales, pero como su éxito depende de que consigan satisfacer las necesidades de los usuarios, ósea nosotros, es algo por lo que felicitarse.

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