Tres elecciones claves en América del Sur

En menos de una semana habrá comicios en Bolivia, Uruguay y Argentina.

Por Jaime Ensignia*

Las significativas elecciones presidenciales, parlamentarias y de autoridades regionales que se celebraran durante este mes de octubre, son las siguientes:

Bolivia: este país ha sorprendido a nivel latinoamericano por su crecimiento económico en esta última década y media. Según los datos de la CEPAL, para el 2019 la economía de este país crecería a una tasa de un 4,6%, incluso en años anteriores el nivel de crecimiento estuvo por encima del 6%. En términos históricos, el escenario económico de este período es considerado por los expertos en política internacional como el mejor en la historia del país vecino. La estabilidad política observada en estos tres gobiernos del presidente Morales hace de la administración que gobierna desde el 2006 uno de los períodos gubernamentales más estables en los últimos 50 años, más allá del triste episodio de intento de secesión de algunas de las provincias bolivianas con un cuasi golpe de Estado en septiembre de 2008.

Jaime Ensignia

La Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia de 2009 señala lo siguiente: “El período del mandato de la Presidenta (e) y de la Vicepresidenta (e) del Estado es de 5 años y pueden ser reelectas (os) de manera continua por una sola vez”. Recordemos que el presidente Evo Morales recibe un importante revés electoral en el Referéndum Constitucional realizado el 21 de enero de 2016 que tenía como objetivo de permitir que Morales pudiese ir a un cuarto período presidencial en el 2019, cuestión que se contraponía totalmente a lo expresado por la Constitución ya mencionado. La oposición a Morales llamó a votar nulo en estos comicios, en donde 6,4 millones de bolivian@s estaban habilitados a votar. El presidente Morales, pese a este revés insistió en ser candidato presidencial en los comicios del 2019, puesto que el Tribunal Constitucional (TCB) le había entregado vía libre para presentarse a esta nueva candidatura. Esta resolución del TCB hacía caso omiso al Referéndum Constitucional del 21 de febrero de 2016, en donde se llamaba a la aprobación o rechazo para permitir la reelección del presidente y vicepresidente, en donde el 51,3% por sobre el 48,7% votó rechazando la reelección de Morales y su vicepresidente Álvaro García Linera. Los resultados de este referéndum y, el hecho de persistir en la reelección del presidente Morales han opacado la excelente gestión en lo económico, en lo político, en lo social y cultural que en estos tres períodos gubernamentales se ha podido observar y, que es también elogiado a nivel regional e internacional.

Los principales candidatos que se postulan a la presidencia en estas elecciones del 20 de octubre y, que marcan en los sondeos y encuestas de opinión son: el presidente Evo Morales, apoyado por su Partido “Movimiento al Socialismo” (MAS), el ex presidente Carlos Mesa con su coalición “Alianza Comunidad Ciudadana” y, el Senador Oscar Ortiz con su “Alianza Bolivia dijo No”. Siendo Evo Morales, el mejor situado en diversas encuestas con un porcentaje que estaría en un 37% para la primera vuelta aventajado por más de 11 puntos a su cercano rival, el ex presidente Mesa, que marca un 26% y, por mucho más de 25 punto del tercer aspirante, el Senador Ortiz, que alcanza hasta el momento un 12% aproximadamente. La gran mayoría de los analistas de la plaza y, de los expertos electorales bolivianos no les cabe la menor duda que el presidente Morales ganará en esta primera vuelta, holgadamente, sin embargo, existe la duda que pueda evitar el balotaje. En el balotaje, la oposición tendría la posibilidad de derrotar a Morales siempre y cuando, esta oposición enfrente unida a las aspiraciones del presidente actual de un cuarto período presidencial. Se estima además, que estas presidenciales y parlamentarias será una de las elecciones más difíciles para el actual gobierno y de su mayoría absoluta en el Parlamento la cual sería puesta en cuestión, vale decir, que no obtendría esa mayoría parlamentaria que ha gozado en estos tres períodos gubernamentales.

Por su lado, en el Uruguay, el mismo día de las elecciones en Argentina se realizarán lo comicios presidenciales y parlamentarios en la República Oriental del Uruguay. Son consideradas una de las elecciones emblemáticas del Cono Sur por lo que ha significado los tres períodos presidenciales bajo la gestión del Frente Amplio (FA). Es considerada, la elección más compleja y difícil de estos 15 años en donde el FA estuvo en la gestión del país. Uruguay, al igual que otros países de la región observa un estancamiento económico (2019, crecimiento de un 1%), un proceso de judicialización de la política que en años anteriores llevó a la dimisión un vicepresidente, problemas con la seguridad ciudadana y un relativo desgaste de la coalición gobernante. Al igual que en el caso boliviano, el FA con su candidato, el ingeniero y ex Intendente de Montevideo, Daniel Martínez lidera las encuestas y los sondeos de opinión con un 39% de intención de votos, seguido por el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou que tiene el 26%, luego tenemos al candidato del Partido Colorado, Ernesto Talvi con el 18% de la intención de votos, finalmente, el ex militar Guido Manini, de la agrupación “Cabildo Abierto” con el 8%. Se prevé segunda vuelta, la cual sería el 24 de noviembre. De haber balotaje, la derecha y, la centro derecha saca cuentas positivas de que podría retornar al gobierno, luego de 15 años de ausencia. Resumiendo, la derrota electoral del FA sería un fuerte retroceso para la las fuerzas políticas progresistas y, sociales uruguayas y tendría una fuerte repercusión política en la región latinoamericana. Aún está por verse el desenlace electoral en el país charrúa. El FA ha tensado todas sus fuerzas para poder ganar en primera vuelta, sus líderes históricos como el ex presidente Pepe Mujica y el actual presidente, Tabaré Vázquez se despliegan con todas sus capacidades para re encantar al electorado uruguayo como así también las bases del FA.

Finalmente, en Argentina, en este super ciclo electoral del año 2019 la madre de todas las batallas es la elección presidencial, de diputados, de parte del Senado y de autoridades máximas en de las provincias de este próximo 27 de octubre. Lo que entregó las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto fue un mazazo de insospechadas consecuencias para las expectativas de reelección del presidente Mauricio Macri. En efecto, los resultados situaron a la dupla Fernández en un 47,78% de los votos por sobre el 31,79% de Marcri – Pichetto, seguido por Lavagna con un 8,22% y el 2,86% del representante del Frente de Izquierda de Trabajadores (FIT), Nicolás Del Caño. Esa diferencia de un 16% en la votación de estas primaria entre Alberto Fernández y Mauricio Macri es casi imposible de revertir por el actual presidente argentino. Por cuanto, por un lado el macrismo tiene esta enorme diferencia electoral en su contra y, paralelamente observa resultados económicos y sociales catastróficos: una inflación cercana al 60%; una desocupación de dos dígitos, 10,5%; un índice de pobreza de un 35,4% y un 7,7% de indigencia, con 3,5 millones de nuevos pobres -1millón cien de nuevos indigentes-; un dólar sobrepasando los 60 pesos y un endeudamiento histórico de más US$ 115 mil millones. Es decir, la conjunción de estos dos factores mencionados anteriormente hacen predecir que la dupla Fernández ganaría holgadamente en la primera vuelta, incluso aumentando su votación por sobre el 50%. Bajo la consigna “Si se puede”, el presidente Macri relanzó su campaña presidencial con un acto masivo en un sector ABC1 de la ciudad de Buenos Aires prometiendo un “futuro” bienestar económico y social, lo cual se contradice diametralmente con su magra y desastrosa gestión de estos 4 años de gobierno.
Un ámbito importante de destacar, es el impacto político que tendrá la posible victoria de Fernández en política exterior. Por lo pronto, lo que ha señalado en mismo candidato en cuanto a algunos de estos tópicos que podríamos sintetizar en los siguientes: reconstrucción del MERCOSUR con el objetivo de tener una alianza con los países miembros en cuanto a enfrentar el proceso globalizador con una política multilateral y multipolar; poner en otra dimensión el Acuerdo Unión Europea – MERCOSUR en cuanto a la compensación de las asimetrías de poder al interior de estos bloques; reconstruir la Unidad Latinoamericana, tanto en lo político como en lo económico, dejando de lado el proyecto PROSUR; establecer relaciones distintas, maduras a las llevadas por Macri con los EEUU; no atarse a ninguna de las grandes potencias, léase China, Rusia o los EEUU y; en cuanto al tema de Venezuela abogar y apoyar una salida política pacífica más cercana a la propuesta por países como Uruguay, México y, Noruega, distanciándose por consiguiente del Grupo de Lima. En cuanto, a las relaciones bilaterales Argentina- Chile, estas seguirán su curso de normalidad que se han desarrollados en los últimos 20 años, inclusive profundizándolas mucho más, en los más diversos tópicos en la etapa que se abrirá con el nuevo gobierno de Fernández.

“Gira” el eje político
Para el progresismo de la región y para los sectores del progresismo y la izquierda chilena el triunfo presidencial de la dupla Fernández en Argentina; la mantención en el gobierno -pese a las dificultades expuestas- del FA en Uruguay y; un cuarto período de gobierno de Evo Morales en Bolivia, inclinará la balanza positivamente hacia una nueva recomposición política en América Latina y el Caribe. Más aún, si el eje Argentina–México se fortalece, los gobiernos de centro derecha y de ultraderecha como el actual de Brasil, quedarán cada vez más aislados. Finalmente, preocupante es el deterioro del sistema político peruano, de la calidad de la democracia y de sus instituciones, sobre todo el poder legislativo y judicial, capturado en gran parte por la corrupción.

*Sociólogo, Dr. en Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Libre de Berlín. Fue director sociopolítico de la Fundación Friedrich Ebert en Chile (1994-2014). Director del Área Internacional de la Fundación Chile 21 (2014- ). Colaborador del Barómetro de Política y Equidad y miembro fundador del Foro Permanente de Política Exterior de Chile.

1 comentario
  1. Christian Slater dice

    Excelente resumen y comentario de Francisco Martorell. Una realidad política de Sudamérica y que en este mes de octubre, producto de las elecciones en Bolivia, Uruguay y Argentina, de una u otra forma influirá en nuestras relaciones con esos países. Del mismo modo, dependiendo de los resultados, no faltarán los especuladores políticos, que harán similitudes y prospectivas con nuestra realidad.

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