Una jornada particularmente violenta vive el país, desde horas de la tarde, cuando actos de vandalismos se desarrollaron simultáneamente en Valparaíso, Iquique, La Serena, Concepción, San Antonio, Santiago y otras ciudades.
Mientras en San Antonio fueron quemadas las oficinas del diario El Líder, en Valparaíso los encapuchados arrasaron con varios locales comerciales de la calle Condell, una de las arterias tradicionales del Puerto. El propio Congreso Nacional fue atacado y recibió el impacto de pedradas que acabaron con vidrios del edificio. Incluso una piedra entró a la oficina del presidente de la Cámara de Diputados.
En Iquique fueron saqueados supermercados y los manifestantes le prendieron fuego a una sucursal del BCI y encendieron barricadas por toda la costanera. Durante la tarde, incluso, se produjeron incidentes entre saqueadores y locatarios.
En La Serena, decenas de encapuchados ingresaron al hotel 4 estrellas Costa Real, lo saquearon, destruyeron e intentaron incendiarlo, pero la acción de bomberos impidió que la situación se convirtiera e una tragedia. Luego encendieron barricadas en la avenida Francisco de Aguirre y se enfrentaron con Carabineros.
En Concepción, mientras tanto, encapuchados levantaron barricadas en la plaza principal de la ciudad y se enfrentaron con Carabineros.
La capital, que vivió una jornada pacífica de protesta convocada por la Mesa de Unidad Social, luego debió soportar barricadas en diversas avenidas, tanto en el centro, como en la periferia. En Maipú, algunos dueños de comercio repelieron a balazos a los manifestantes que pretendían saquear sus negocios.