Federico García Lorca, escritor y dramaturgo: El desgarrador silencio de un poeta

garcialorcaConsiderado una de las plumas hispanas más importantes e influyentes del Siglo XX, García Lorca retorna desde las entrañas de su Granada natal para poner sobre la mesa el que quizás sea uno de los pasajes más inciertos de su vida: su asesinato.

Por Susana Rojas S.

Cuando el juez español Baltasar Garzón, el mismo que forjó la cruzada que terminó con la detención de Pinochet en Londres, presentó en la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, la iniciativa de abrir la mayor investigación sobre los desaparecidos de la Guerra Civil de ese país, las luces de alarma en la familia de García Lorca se encendieron hasta el punto de opacar la moción del famoso jurista. A través de Laura García Lorca, su sobrina directa y Presidenta de la Fundación que representa al famoso poeta, manifestaron su negativa de exhumación que suponía la petición del Juez, porque según argumentaron, “nunca ha existido la certeza de que sus restos estén en ese lugar”.

Sin embargo, hace unas semanas el controvertido caso dio una vuelta en 180 grados que llevó a los familiares de Lorca a endulzar su postura inicial, ya que según antecedentes recopilados en distintas investigaciones, el poeta fue asesinado junto a otros tres opositores a la dictadura y los familiares de esos desaparecidos, sí esperan dar una sepultura definitiva y conocida a sus muertos.

Pero el misterio en la vida y muerte de uno de los hombres más importantes en las letras hispanas del siglo pasado, siempre ha estado presente, y las explicaciones de su asesinato han transitado largamente por conjeturas políticas, sociales y sexuales.

Su abierta vinculación con la esfera más intelectual de la Europa de ese entonces, es conocida por todos. Nombres como Salvador Dalí, Emilio Aladrén, Luis Buñuel y el también poeta Rafael Alberti, son sólo algunas de las marcas registradas que Lorca contaba entre sus amigos, pero su escondida y negada homosexualidad ha sido unas de las aristas menos profundizada del autor de la Casa de Bernarda Alba.

Ian Gibson, reconocido crítico literario y gran seguidor de Lorca, pasó años tratando de explicarle al mundo la importancia de esta dimensión para poder entender ciertos pasajes de la producción literaria de García Lorca.

Su homosexualidad trascendió a su muerte y Gibson ha llegado a afirmar que su familia es directamente responsable de gran parte de esta opacidad que oscurece la figura del poeta. La historia cuenta que fueron sus propios primos quienes le denunciaron al franquismo; que fue el marido de una prima lejana, el autor material de su asesinato, y que habrían sido sus propios hermanos, Isabel y Francisco, quienes se empeñaron, como administradores de la memoria del poeta, en borrar todo rastro sobre la homosexualidad de Federico en su vida y en su obra literaria. Es más, Gibson llega asegura que ni siquiera las grandes firmas encargadas de diseñar y contar la historia de la literatura española quisieron asumir la trascendencia de su condición sexual, y por años sus textos fueron analizados desde una dimensión sesgada. La homosexualidad era tabú, incluso entre los más progresistas del momento, explica Gibson, y ese hubiese sido el principal motivo del cruel asesinato del joven Federico.

Gay o no, lo cierto es que hoy, a más de 60 años de su fusilamiento a los pies de un olivo en la fosa de Alfacar, donde hoy se erige un memorial que recuerda a más de mil fusilados, son los restos del mismo literato los que claman por reivindicación en un país que lidera en materia de igualdad frente a las libertades sociales y de pensamiento.

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