Violencia policial contra niños mapuche: La herida oculta del conflicto

Cuna de weichafe

Tanto autoridades como los propios comuneros coinciden en que el saldo de la violencia en los enfrentamientos y allanamientos, sólo contribuye a crear más violencia. En especial en los niños, quienes ven con malos ojos la que fuese la institución más querida de Chile.

Voces como la del sacerdote Fernando Díaz, de la Pastoral Indígena, advierten que la nueva generación de jóvenes mapuche que revindicarán las tierras en disputa, más que dialogadores, serán weichafe (guerreros), los que podrían radicalizar aun más el conflicto. Contreras los exculpa. “Los weichafe que hoy existen también fueron niños y los lonkos que lideran la lucha son weichafe hace 30, 50 u 80 años, por lo tanto el proceso de renovación de weichafe en realidad es un apelativo que quizás está a punto de que se satanice. Lo que están haciendo es defenderse, como uno lo haría si alguien salta la reja de tu casa, en un acto de legítima defensa en que los niños ven que tienen que cuidar lo poco que les queda”, opina el profesional del Instituto de Estudios Indígena.

Este tema que no ha estado en la agenda del Ministro Coordinador de Temas Indígenas del Gobierno, José Antonio Viera-Gallo, en sus visitas a la región. “Viera Gallo cree que puede venir a la región y sentarse a golpear la mesa. El Gobierno subestima el poder que tienen los jóvenes que ya lideran las demandas mapuche, los mismos que por siglos han aprendido a utilizar la violencia con inteligencia para que los escuchen. La represión de la que son víctimas los niños sólo incrementará la violencia, por eso es necesario sentarse en la mesa a discutir este tema para no lamentar serias consecuencias”, piensa el representante de la Pastoral Indígena.

“El Gobierno mete al saco a todos los mapuche sindicándonos como violentistas, aplicándonos un terrorismo de Estado, sin entender que esta represión ilegal ha causado que como pueblo nos levantemos, porque al cerrarnos el diálogo y las vías políticas, no nos dejan otro camino que revindicar nuestra lucha con la violencia”, remata Luis Penchuleo, a quien no deja de sonarle el celular y se disculpa de no seguir conversando “pues Carabineros sigue rondando su comunidad” y los niños vuelven a asustarse.

9 Comentarios
  1. Tomi dice

    Què pasa con este gobierno que reprime igual que los milicos?

  2. cristian dice

    hay que ser valiente pa echarse a los pacos encima, porque como bien dice el reportaje: su palabra es ley en este país de ciegos. felicitaciones!!! artículos como este hacen grande a un país.

  3. Carla dice

    Excelente reportaje. gran tema que nadie se ha atrevido a tocar. felicitaciones a los periodistas y a la revista por publicarlo.

  4. marcos dice

    Excelente el contenido, estos son asuntos de suma importancia, que muchos no teníamos idea que ocurría esto, solo aquello que nos muestran en las noticias televisivas respecto de este conflicto es lo que sabemos.
    Gracias por informar a quienes participaron en este reportaje.

  5. Rafael Farías P. dice

    Si lo que dice este reportaje es cierto, es de suma urgencia frenar estos actos y juzgar a quienes resulten responsables, vulnerar derechos que son normados internacionalmente y del cual chile es partícipe me parece una aberración.
    Lamentablemente los derechos solamente son reales cuando se llevan a la práctica, algo que en este caso, obviamente no ha ocurrido.
    «El futuro de los niños es siempre hoy, mañana será tarde». Grabriela Mistral.

  6. Osvaldo Solís dice

    Felicitaciones por el reportaje (excelente) y por el premio, muy merecido.

  7. paulina dice

    Sra. Helen Ortega, Coordinadora OPD Malleco Sur:
    Miente al decir que los Tribunales de Familia acogen sólo denuncias por vulneración grave a los derechos de la infancia, pues no es correcto. Los jueces de dichos tribunales dictan sentencias para casos de mediana y leve complejidad también, los cuales son derivados para intervención en Programas de Intervención Breve financiados por Sename y que poseen profesionales que abordan las problemáticas relacionadas con la reparación de las consecuencias psicológicas de las vivencias de maltrato infantil.
    El Sename y los sistemas de protección de derechos a la infancia, al invisibilizar la vulneración hacia la infancia mapuche por parte del Estado chileno, ejercen una nueva vulneración, siendo cómplices de estos delitos.
    No nos tapemos los ojos, y reconozcamos nuestro racismo expresado en ineficacia institucional.

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