Renovación y nuevos liderazgos

fco-chahuanPor Francisco Chahuán

“Impedir la eternización en los cargos de representación popular da curso al recambio y eso es positivo, en cuanto da espacio a caras, ideas, entusiasmos y energías nuevas”

La alternancia en el poder es una de las opciones que ofrece el sistema democrático para evitar la corrupción y revertir la inercia en que suelen caer las coaliciones políticas después de muchos años en el Gobierno. Eso es así, aunque no le guste a los representantes de la Concertación, que a menudo desestiman las virtudes de este principio fundamental.

El desgaste del bloque oficialista es evidente y no podía ser de otro modo, transcurridos 20 años gobernando. Y este juicio, lejos de ser oportunista, nace de la misma convicción que me llevó a presentar, recién asumido mí cargo en la Cámara Baja, en marzo de 2006, la reforma del artículo 51 de la Constitución, para limitar la reelección indefinida de diputados y senadores.

Impedir la eternización en los cargos de representación popular da curso al recambio y eso es positivo, en cuanto da espacio a caras, ideas, entusiasmos y energías nuevas. Por lo mismo, en esa época presenté una iniciativa similar, que atañe a alcaldes y concejales.

Junto con ofrecer un plazo prudente para que las autoridades desarrollen sus planes de trabajo y programas de largo aliento, la idea es terminar con los “candidatos profesionales” y los cargos ad aeternum, lo que a menudo genera, si no corrupción, por lo menos desidia y relajo.

Es esta idea la que reivindica el concepto de la alternancia en el poder, no como un imperativo, sino como la gran posibilidad que tiene la gente de renovar los liderazgos, de construir nuevos referentes y evaluar otras maneras de gobernar.

La solución a los urgentes problemas económicos, políticos y sociales de Chile tiene que ver con una serie de medidas que no han adoptado, o no con el énfasis necesario. Si bien hemos avanzado, existen temas que definitivamente no se han abordado como corresponde y frente a las cuales los sucesivos gobiernos de la Concertación han sido insensibles.

En lo que respecta a la Región de Valparaíso, no podemos seguir siendo líder nacional en materia de cesantía. Falta impulsar la creación de más y mejores oportunidades en las áreas de servicios, turismo, puertos y tecnología. Mientras aquello no se haga, hay que apelar a soluciones temporales y elevar los cupos para los planes de empleo del Gobierno, pero convertirlos también en herramienta de capacitación. Se debe crear el Estatuto Jurídico de Ciudades Puerto, de manera que los recursos generados por los terminales marítimos generen recursos para las comunas en que están emplazados; y una Mesa Nacional Pro Empleo, que formule políticas efectivas para revertir un problema estructural que deviene en muchos otros.

Es por eso que estoy convencido que, a nivel nacional y regional, la renovación es igualmente fundamental, pues urge construir nuevos liderazgos, mirando hacia los 30 años que vienen y no los que pasaron.

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