Carta abierta al diputado Urrutia

Hay veces es que es complicado olvidar. A veces uno quiere hacerlo, pero cuando aparecen personajes como usted, que nos enrostran el apelativo de TERRORISTAS, por habernos opuesto a una dictadura cívico militar, y habernos defendido de quienes nos intentaban eliminar a toda costa, los recuerdos se mantienen.

Por Alejandro Fabres

Don Ignacio Urrutia
Diputado de la República
Presente:

Ayer, me vinieron a la memoria una serie de hechos que pensé estaban olvidados. O por lo menos zanjados. Pero gracias a su intervención acusando de TERRORISTAS, a quiénes somos parte de los documentos de la comisión Valech I y II, en el hemiciclo de la cámara me di cuenta que no. Y también quiero comentar algunas cosas, para todas y todos los que me postearon diciéndome que hay que olvidar, que la justicia divina y que no se qué….

Mucho se habla en nuestro país de tortura, cuya definición es:

“Castigo físico o psíquico infligido a una persona con el fin de mortificarla o para que confiese algo”.

Otros, piden que se olvide, que se deje de lado hablar de eso, que debemos avanzar….

Hay veces es que es complicado olvidar. A veces uno quiere hacerlo, pero cuando aparecen personajes como usted, que nos enrostran el apelativo de TERRORISTAS, por habernos opuesto a una dictadura cívico militar, y habernos defendido de quienes nos intentaban eliminar a toda costa, los recuerdos se mantienen.

Espero de verdad y de todo corazón, que ningún hijo suyo, nieto, bisnieto, tataranieto, deba pasar por lo que significa un cuartel de tortura. Espero de verdad que si alguno de sus descendientes sale a protestar, jamás lo tomen del pelo, entre cuatro gorilas, lo empujen al interior de un local y lo comiencen a asfixiar colocándole el pie, con un bototo, sobre su garganta mientras otro le patea la columna vertebral. Espero que tampoco cuando lo saquen de ese lugar para meterlo en el furgón de carabineros venga un funcionario y trate de agarrarle los genitales con el fin de apretárselos para hacerlo gritar de dolor y que usted no pueda decir ni su nombre ni su carné de identidad.

Espero que si alguno de sus parientes es llevado a un centro a constatar lesiones, el doctor que lo vea no emita el certificado sin ni siquiera haberlo revisado.

Confío en que lo lleven a un lugar seguro donde su nombre figure en la lista oficial de detenidos, sea en uno o dos o donde lo hayan llevando, para que su familia pueda ver en las condiciones en la que su pariente se encuentra y no que no se sepa de su paradero.

Espero que no los metan a una celda de aislamiento aparte de los demás compañeros con los que fue detenido. Y que en mitad de la noche no llegue personal de civil a buscarlo, le pongan una capucha y lo tiren en un auto, lo lleven a un local que no sabe cuál es, le lean un expediente político suyo y de su familia, le comiencen a mostrar fotos de amigos y le comiencen a golpear, la cara, la espalda, las piernas, que no le echen la cantidad de garabatos que se han aprendido no se donde, que no lo amenacen con que vendrán y traerán a su madre a su hermana y a su abuela y las violarán delante suyo porque son todas unas perras comunistas que es lo que les gusta y se merecen.

Espero que no le hagan un fusilamiento simulado detonándole una pistola tiro por tiro en su cabeza y su nieto, hijo o lo que sea espere que salga el tiro final…

Espero que no lo escupan y espero que no deba pasar por muchos otros vejámenes….

Cuando lo hayan devuelto a la comisaría donde deba estar, espero que la funcionaria no le diga a su hijo que lo van a llevar a la cárcel donde van a abusar de él y le van a dejar el hoyo así de grande…. Y que luego cuando él pregunte por qué le dicen esas cosas la funcionaria de carabineros se ría y le diga “porque me gusta”…

Si lo llevan a la cárcel, espero que no deba ir con el miedo que eso genera, y que sea tratado como un ser humano, que cuando le devuelvan sus cosas estén todas y no que le hayan sacado algunas…
Y si lo llevan a declarar a la fiscalía militar espero que no vea como golpean en las manos con una culata a su madre cuando esta trata de tocarlo…

Que el fiscal lo trate de manera digna, y no con expresiones burlescas, y que no lo amenace con que lo han soltado porque los comunistas se movilizaron pronto para sacarlo de ese lugar, y que lo estarán vigilando.

Que si después de eso, obtiene alguna reparación esta sea un poco más digna de 170 mil, aprox, que la tarjeta de salud no lo iguale a un indigente y que ni siquiera le permite comprar un bono de atención de salud, y que la beca para estudiar le cubra lo necesario.

Esto que le cuento no me lo contaron… me sucedió a mí, cuando tenía 16 años, 16 años señor diputado, 16 años…. No era terrorista, era un menor de edad, 16 años….

16 años….

Espero que le llegue esta carta a usted, que la lea en la mesa con su familia. Espero que el hombro que le daño la diputada Jiles le sane prontamente.

Sin más que agregar, se despide un hombre de 47 años, que aún tiene la escoliosis dejada por el trato de esos servidores públicos miembros de la Central Nacional de Informaciones, que me detuvieron aquel 16 de octubre de 1986 en Dieciocho frente al número 17.

Ah y hoy no soy terrorista…. Soy sacerdote.

Padre Alejandro Fabres CM

2 Comentarios
  1. Alejandro Fabres dice

    Gracias por publicar la carta. De verdad espero que el Honorable Diputado, el señor Kast, la Diputada Van Rysselberghe, la señora Maldonado, y otros que niegan esto, y que dicen que fue mentira, la lean. Muchas gracias.

  2. WASHINGTON HERRERA dice

    Lamentable por los dichos del diputado Urrutia, Chile avanza a paso agigantado para lograr su libertad económica y política y una salida de madre, volvemos al pasado y recordar hechos que hicieron mucho daño a familias enteras por pensar distinto, este relato hecho por el padre A. Fabre, abre la herida que estaba cicatrizando con el tiempo y que no puede dejar indiferente a nadie, no basto que en el pasado con la guerra civil del 91, se atropellaron los DD.HH,de muchas familias en Chile y que aun se recuerda, lo sucedido en el 73, aun esta fresco en la memoria de muchos chilenos y que por ningún motivo vuelva a suceder, la paz espiritual se consigue con tolerancia, así se podrá avanzar, hay cosas que hay que dialogar con altura de mira, que son necesaria para encontrar el equilibrio en la sociedad.
    Al mundo político, son Uds. los que deben buscar el consenso de las ideas y proyectos y por lo tanto el bien común se antepone a las polarizaciones de las ideas, hoy tenemos nuevos desafíos, los chilenos están tratando de alcanzar un mejor bienestar y enfrentando el diario vivir como mejor pueda, nuestros adultos mayores tratando de sobrevivir, los trabajadores satisfacer a su familia y los jóvenes lograr un mejor nivel educacional, por lo tanto, hacia allá va la mirada de la gran mayoría y es por eso la indiferencia al mundo político que no mira el bienestar de todos los chilenos y lo sucedido en el parlamento, es dar un paso atrás de lo logrado a través del tiempo en relación a los derechos humanos.

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