Grupo de protección de migrantes en Chile reclama esclarecer muerte de joven haitiana

Se deben esclarecer los errores y encontrar a los responsables de la muerte de Joane Florvil, joven haitiana que falleció el año pasado en Santiago en confusas circunstancias, dijo el director nacional del Servicio Jesuita a Migrantes, José Tomás Vicuña.

«Los responsables de la muerte de Joane deben aclarar a su familia y al país cuáles fueron los errores y los engaños», sostuvo Vicuña.

El cuerpo de Florvil fue repatriado este martes de Santiago a Puerto Príncipe.

El 30 de agosto de 2017, Florvil, de 28 años, llegó hasta la Municipalidad de Lo Prado, en Santiago, junto a su esposo para denunciar el robo de su mochila y sus documentos.

Para realizar los trámites Florvil solicitó al guardia del lugar que cuidara a su hija pequeña de dos meses.

Esto fue considerado como abandono por la policía y, como Florvil no podía expresarse en castellano, no pudo explicarse y acabó detenida y llevada a la comisaría.

Florvil, desesperada por no poder comunicarse, comenzó a golpearse repetidamente la cabeza contra la pared, por lo que fue derivada a un centro de salud donde quedó hospitalizada; un mes después, la mujer falleció supuestamente de una falla hepática fulminante, sin haber podido ver a su hija.

Sin embargo, más tarde se supo que la mujer fue trasladada al Hospital de la Universidad Católica con muerte cerebral para practicarle un trasplante de hígado.

El cadáver permaneció más de siete meses en el Servicio Médico Legal debido a una disputa entre el esposo y la familia de Florvil y solo este martes pudo ser repatriada a Haití.

«Acá hubo una serie de negligencias y errores que llevaron a su muerte, la policía fue a buscar a Joane viva, pero el Estado la entregó muerta», explicó Vicuña.

Aún quedan muchos cabos sueltos sobre la detención de Florvil, que incluyen «engaños y errores» de la Municipalidad de Lo Prado, de Carabineros y de la Posta Central, el centro de salud donde fue atendida la haitiana, describió el activista.

«En la Posta Central, Joane desarrolló una hepatitis fulminante y no se sabe por qué; además fue trasladada al Hospital de la Universidad Católica con muerte cerebral para realizarle un trasplante de hígado, pero a una persona con muerte cerebral no se le pueden hacer trasplantes. ¿Por qué la trasladaron?», cuestionó Vicuña.

INTEGRACIÓN

El director del Servicio Jesuita a Migrantes aseguró que en Chile «faltan políticas de integración» para los inmigrantes, «que incluyan medidas no solo en el sector del trabajo, sino en la educación, la vivienda y el desarrollo social».

«Hay algo cultural que debemos abordar, y ahí entra todo el país, y no solo en el tema de los migrantes, sino de todos los excluidos de Chile», dijo.

Por último, Vicuña valoró el proceso de regularización de migrantes que está llevando a cabo el Gobierno de Sebastián Piñera.

Esta política «es una buena noticia, porque genera una puerta de entrada a aquellos que están fuera de la sociedad».

El Gobierno inició en abril de este año un proceso de regularización de los extranjeros que ingresaron a Chile de manera irregular hasta el 8 de abril de este año; hasta la fecha se han regularizado más de 77 mil migrantes.

En Chile la cuestión de la inmigración es materia de debate debido al incremento del flujo de extranjeros a este país, en especial de las comunidades haitianas y venezolanas.

Según cifras reveladas el pasado viernes por el Censo Nacional 2017, los extranjeros que viven Chile son 746.465, y la mayoría provienen de Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Argentina y Haití. (Sputnik)

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