Renato Garín, diputado RD: Para leer a Bolsonaro

Un líder de corte neofascista, inspirado en las políticas de seguridad de Duterte, seducido por el estilo disruptivo de Trump y las políticas neoliberales de Chicago.

Por Renato Garin*

La alarma mundial de los bien pensantes tiende a confundir el fondo sobre qué tipo de líder es el que ha ganado el Palacio de Planalto. Suele comparársele con Trump y otros líderes populistas de derecha. Del mismo modo, se buscan similitudes con dirigentes europeos que han empujado agendas neofascistas y xenófobas. Para leer a Bolsonaro, es clave comprender tres dimensiones de su puesta en escena.

En primer lugar, Bolsonaro toma la demanda por seguridad y la vuelve un instrumento de radicalidad política. En este ítem su referente parece estar fuera de Europa y América. En este aspecto, el brasileño mira hacia Filipinas y su presidente, Rodrigo Duterte, quien ha impulsado la política de seguridad más radical y temeraria que se conozca hasta hoy. El filipino incentivó políticas de asesinato, sin previo juicio, contra narcotraficantes y adictos a las drogas. Esta política ha acarreado más de ocho mil muertes en Filipinas en tres años de su gobierno.

En segundo lugar, Bolsonaro se adscribe a la tendencia global de líderes que rechazan el discurso “políticamente correcto”. En este sentido, el brasileño sigue las lecciones de Trump en EEUU, Le Pen en Francia, Wilders en Holanda, Orban en Hungría y otros que exploran posiciones opuestas al discurso progresista dominante sobre minorías y libertades individuales. En específico, Bolsonaro aparece como una reacción ante el creciente discurso feminista, cuestión que lo acerca a Trump y la línea estadounidense del populismo.

En tercer lugar, Bolsonaro se distancia de Trump en materia económica. Allí donde el estadounidense habla de proteccionismo y guerra arancelaria, él lo hace de abrir la economía y bajar los aranceles. De este modo, Bolsonaro se adscribe al neoliberalismo de Chicago, con un fuerte componente financiero y un sesgo a favor a los mercados de renta variable. Sin ir más lejos, su principal asesor económico es un Chicago Boy, llamado Paulo Guedes y, por eso, en parte, las “bolsas” han tomado con optimismo el triunfo de Bolsonaro.

Así, estamos ante un líder de corte neofascista, inspirado en las políticas de seguridad de Duterte, seducido por el estilo disruptivo de Trump y las políticas neoliberales de Chicago. Una curiosa y peligrosa combinación que se instala en uno de los países más grandes del mundo.

*Diputado RD

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