Unión Africana apoya proceso político ONU en diferendo del Sahara

En la Conferencia Ministerial Africana, realizada en Marakech esta semana, participaron 37 países de las cinco subregiones del continente.

Un importante apoyo a una salida negociada al conflicto en el Sahara se produjo esta semana en Marrakech, cuando la Conferencia Ministerial Africana (en la que participaron 37 naciones de ese continente), expresó su respaldo a las decisiones adoptadas hace menos de un año en Mauritania, reafirmando la exclusividad de las Naciones Unidas en el examen del diferendo regional sobre el Sáhara marroquí.

La decisión 693, relativa al informe del presidente de la Comisión sobre la cuestión del Sáhara, establece un mecanismo africano integrado por la troika de la Unión Africana (los presidentes saliente, actual y entrante de la UA, así como el presidente de la Comisión) a fin de prestar un apoyo eficaz a los esfuerzos de las Naciones Unidas.

Dicha decisión consagró la primacía del proceso de la ONU en la gestión de la cuestión del Sáhara, excluyendo cualquier proceso paralelo.

A pesar de este paso decisivo, que crea un clima de serenidad dentro de la UA, algunas acciones buscaban contradecir el espíritu de la letra de la Decisión 693, por lo que la decisión de esta semana ayuda a despejar esas dudas y establece claramente el apoyo de la Unión Africana al proceso político de las Naciones Unidas relativo a la controversia regional sobre el Sáhara marroquí, organizada por el Reino en Marrakech.

La cita, que también fue una oportunidad para reafirmar el consenso en la región sobre la Decisión 693, sirvió para demostrar activamente el apoyo africano al proceso político en curso en el marco de las Naciones Unidas para una solución política realista, pragmática y sostenible de la cuestión del Sáhara, que se basa en el compromiso.

El objetivo de Marruecos, país en el que se realizó la Confrencia, es aunar esfuerzos y unirse en torno al respeto del espíritu y la letra de la decisión de Nuakchot, evitando la cristalización de divisiones internas que podrían comprometer la solución del conflicto regional y socavar la estabilidad, la cohesión y la eficacia de la Organización.

La decisión 693, adoptada en la 31ª Cumbre de la Unión Africana (UA) en Nuakchot en julio de 2018, «vuelve a colocar la cuestión del Sáhara marroquí a su marco adecuado, el de las Naciones Unidas» y «permite, por lo tanto, depurar el trabajo de la UA e inmunizar a la Unión contra cualquier intento inapropiado de desviarla del camino de la unidad y la integración», afirmó el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, Nasser Bourita.

Esta decisión «contribuye ciertamente a establecer la serenidad en los trabajos de la UA sobre la cuestión del Sáhara marroquí», subrayó Bourita en la apertura de los trabajos de la Conferencia Ministerial Africana sobre el apoyo de la UA al proceso político de las Naciones Unidas sobre el conflicto regional del Sáhara marroquí, precisando que se trata de una serenidad a nivel de la UA consagrando un mandato exclusivo de la Troika, y también a nivel continental, ya que refleja la posición de la abrumadora mayoría de los países africanos que apoyan el proceso político dentro de las Naciones Unidas.

El ministro también se refirió a la serenidad a nivel de las instituciones internacionales, explicando que la decisión afirma que «la Troika debe aportar un apoyo eficaz y un +respaldo tanto amplio como posible a los esfuerzos de las Naciones Unidas+ sobre la cuestión del Sáhara marroquí».

Esta decisión no debe ser «ni reinterpretada, ni eludida o instrumentalizada», insistió, llamando a protegerla, preservarlas y reforzarla.

En cuanto a los parámetros y directrices establecidos en la Decisión 693, Bourita citó la exclusividad de las Naciones Unidas en la búsqueda de la solución política, la exclusión de cualquier proceso paralelo al de las Naciones Unidas y el apoyo de la Unión Africana a los esfuerzos de las Naciones Unidas, señalando que la Troika es el instrumento para afirmar este apoyo.

En este sentido, señaló que son estos mismos parámetros los que permiten a la UA apoyar el proceso político en el marco de las Naciones Unidas, y estar en línea con las resoluciones del Consejo de Seguridad, que llaman a una «solución política, realista, pragmática y sostenible, basada en el compromiso».

Bourita señaló además que la conferencia de Marrakech se celebra en un momento en el que «África se enfrenta a retos sustanciales que requieren más reuniones, más consultas y más trabajo conjunto», y señaló que el interés superior de África exige reunión, unidad, cohesión y coherencia.

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