Alemania: el SPD lucha por su sobrevivencia

El SPD ha venido perdiendo de forma dramática su caudal electoral que en la época del Canciller G. Schroeder alcanzaba el 40,9% del electorado al 20,5% que logró en las elecciones generales del 2017. Hoy los sondeos de opinión le entregan a los socialdemócratas entre un 13 y un 14% de intención de voto y lo sitúan en el cuarto lugar de los partidos políticos alemanes.

Por Jaime Ensignia, sociólogo*

Un documento elaborado por el Partido Socialdemócrata (SPD, el invierno pasado (febrero-2019), titulado “Un nuevo Estado Social para una nueva era” y que fue aprobado por la totalidad del Ejecutivo del SPD (45 miembros aproximadamente) sería el norte político para explicarse el cambio que al interior del partido se venía observando.

El texto fue el resultado de meses de debate al interior del ejecutivo y contiene propuestas político sociales tendientes a posicionar al partido en los estamentos sociales tradicionales de los socialdemócratas. Con las propuestas, condensadas en 15 carillas, el SPD intentaba parar la hemorragia electoral que han venido padeciendo desde el 2009 en adelante. El documento pretendía dejar atrás la llamada “Agenda 2010” que puso en marcha el ex canciller Schroeder (2003-2005) y que era un programa de reformas de corte neoliberal que reestructuró y redujo las prestaciones de empleo y atentó contra las prestaciones de la política jubilatoria.

         Jaime Ensignia

A partir de ese entonces, sectores importantes de la base partidaria, especialmente sindical iniciaron el distanciamiento con el SPD con el consiguiente efecto electoral.

Algunas de las medidas expuestas en el actual documento tienen que ver: 1) un incremento en las pensiones más bajas, lo cual incluye un reconocimiento a la vida laboral de los trabajador@s; 2) un incremento del salario mínimo de 9 a 12 euros la hora y; 3) una extensión del seguro de desempleo en ciertos ámbitos. De este modo, expertos y analistas políticos alemanes señalan que el SPD acentúa su “S” de social y vuelve a las raíces socialdemócratas históricas fortaleciendo el Estado social, por cierto, todo esto, tomando en cuenta los cambios de la sociedad alemana moderna.

Habrá que ver, si esta nueva postura política, económica, social y cultural que asume el SPD bastará para poder resituarse en el escenario político alemán y ser realmente una alternativa de gobierno. Este giro a la “izquierda”, como algunos medios de comunicación lo han tipificado, podría incluso llegar a implicar un quiebre en la Gran Coalición (GROKO) y la salida de los socialdemócratas del gobierno.

La necesidad de diferenciarse de sus socios de coalición debería ser un elemento sustancial para iniciar esta nueva etapa de uno de los partidos socialdemócratas más importantes del escenario internacional y, con este reencuentro político e ideológico, no seguir los pasos de otros partidos socialdemócratas o socialistas europeos, los cuales en un breve período de tiempo han pasado a la inocuidad política

Recientemente, la llamada ala izquierda del SPD ha ganado la jefatura de este partido. Ratificada en el congreso de los socialdemócratas celebrado el pasado 6 de diciembre en Berlín, la presidencia bicéfala encabezada por Saskia Esken, diputada nacional y experta en temas digitales y Norbert Walter-Borjans, ex ministro de Finanzas del Estado federado de Renania del Norte-Westfalia, se impuso con el 53,06% de los votos por sobre la candidatura del establishment del SPD, representado por el actual ministro de Hacienda y vice canciller de la Gran Coalición, Olaf Scholz y Klara Geywitz, ex parlamentaria, los cuales alcanzaron el 45, 33% de los votos.

En el derrotero de la nueva dirección del partido está volver a ser creíble en propuestas de defensa de la justicia social, materias de los derechos laborales, previsionales, el fortalecimiento de los sindicatos, una política inteligente de defensa del medio ambiente, de medidas para evitar el calentamiento global y, de la lucha por la profundización del sistema democrático alemán, sobre todo frente al auge de la ultraderecha de ese país.

Pese a que en el Congreso del partido se rechazó la propuesta de salirse inmediatamente de la Groko con la CDU-CSU, lo cierto es que se ha iniciado con fuerza el debate acerca de permanecer o no en esta coalición, cuestión que confrontará a las diversas sensibilidades internas del SPD.

Los resultados políticos de esta jefatura compartida del partido podrán hacer posible pasar de una mera sobrevivencia política cada vez más relegada a las segundas filas o, volver a jugar un rol más protagónico en la política alemana.

*Dr. en Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Libre de Berlín. Fue director sociopolítico de la Fundación Friedrich Ebert en Chile (1994-2014). Director del Área Internacional de la Fundación Chile 21 (2014- ). Colaborador del Barómetro de Política y Equidad y miembro fundador del Foro Permanente de Política Exterior de Chile.

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