Infancia en tiempos del COVID-19: consejos para enfrentar la pandemia junto a niños y niñas

Expertos de la Universidad de Chile analizan este escenario de cambios y entregan sus recomendaciones desde la perspectiva médica, psicológica y educativa.

La propagación del COVID-19, producto del virus SARS-CoV-2, ha puesto al planeta en una situación de emergencia con serias implicancias no sólo sanitarias, sino también políticas, económicas, sociales, y en el modo de vida de todas las personas.

La suspensión de clases, las medidas de aislamiento y el estado de excepción constitucional decretado por el Gobierno son parte de este escenario que puede resultar especialmente complejo para los niños y niñas, quienes deberán permanecer en sus hogares por al menos dos semanas.

¿Qué podemos hacer los adultos para sobrellevar la crisis originada por esta pandemia junto a los más pequeños? Esta es la pregunta que respondieron desde distintas disciplinas los académicos de la Universidad de Chile Miguel O’Ryan, de la Facultad de Medicina; Camilo Morales, de la Facultad de Ciencias Sociales; y Karin González, de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

¿Vehículos de transmisión?

El rol de los niños y niñas en la transmisión del COVID-19 aún no está clara. Por ahora, información proveniente de China y Corea del Sur indica que los menores de 10 años no serían agentes transmisores importantes. “La población de menores de 10 años infectados en China ha sido menos del 1 por ciento. Algunos reportes de Shenzhen indican que hacia el final de la curva epidémica comenzaron a infectarse más niños, pero probablemente es porque tuvieron más contacto con adultos”, señala el profesor Miguel O’Ryan.

En este sentido, asegura que la suspensión de clases tiene como objetivo no solamente aislar a los niños y niñas, sino a toda la comunidad escolar, incluyendo a jóvenes, profesores, personal y padres. “Es una forma de disminuir posibilidades de contagio en una de las principales actividades que reúne gente”, aclara.

Contagio y síntomas

El académico de la Facultad de Medicina, especialista en pediatría, agrega que si bien la infección en la gran mayoría de los niños y niñas será de leve a moderada, y que afortunadamente no hay reportes de muertes de menores de 14 años, advierte que hay casos severos en China. “No hay que pensar que en realidad a los niños les va dar o poco o nada, hay que cuidarlos igual que a los adultos”, enfatiza.

Señala, además, que la evidencia existente hasta el momento, si bien no es del todo completa, demostraría que no hay mucha diferencia sintomática entre niños, jóvenes y adultos fuera de la edad de mayor riesgo (sobre 65 años). “Hay casos de riesgo vital en personas entre los 30 y los 50 años. Entonces, no hay que tener la falsa idea de que este virus es grave solamente en las personas mayores. Niños y niñas y personas jóvenes pueden tener cuadros muy graves que con buenos cuidados intensivos se pueden salvar”.

Medidas de prevención

Una gran enseñanza de esta pandemia será la importancia de una cultura higiénica, señala el profesor O’Ryan, quien reitera la necesidad de integrar desde temprana edad hábitos como el lavado de manos con jabón, la ventilación de los hogares, la limpieza de superficies con productos desinfectantes y la disminución del contacto físico. Al respecto, señala que “mantener eso de forma rigurosa y permanente será beneficioso en adelante”.

Plantea también la idea de generar aislamiento en los mismos hogares ante casos de contagio. “Los padres tienen que tomar conciencia de que no da lo mismo que se infecten los niños. Lo ideal es que toda persona infectada sea manejada en un centro asistencial confinado hasta que se le pase la infección. Pero se entiende que cuando hay muchos casos eso no es posible. Entonces, se pasa a la etapa de confinamiento en la casa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene un protocolo muy estricto en esta materia, que -obviamente- hay que adaptarlo a la realidad de la familia chilena, principalmente de las clases media y baja. Estoy pensando, por ejemplo, en las personas que viven en edificios y departamentos con alta densidad… Pero hay que hacer lo mejor que se pueda y tratar de aproximarse a lo que es deseable”.

Vacunación contra la influenza

La propagación del COVID-19 se cruzó temporalmente en nuestro país con el inicio de la campaña contra la influenza. Estos días hemos visto una concurrencia masiva a centros de vacunación ante el temor de cuadros simultáneos de influenza y COVID-19. Al respecto, el profesor O’Ryan recalca que lo más importante en este momento es evitar las aglomeraciones. Si vacunarse significa eso, es peor el remedio que la enfermedad”.

Destaca que es importante evitar el contagio por influenza en este contexto, ya que puede agravar la crisis sanitaria en el país, y los niños juegan un rol transmisor importante de esta enfermedad y del virus sincicial. “Sabemos que el Ministerio de Salud está planificando una campaña para hacer una vacunación paulatina durante todo el mes siguiente. Tenemos un mes y medio todavía para vacunar a las personas, y hacerlo de manera ordenada en diferentes lugares para evitar a toda costa las aglomeraciones”.

¿Qué y cómo informar a los niños?

La alteración de rutinas, principalmente la suspensión de clases, la exposición a conversaciones sobre el coronavirus y la condición de mayor nerviosismo en los adultos transforma la vida cotidiana de los niños. “Ellos perciben lo que está ocurriendo, independiente de su edad. Aparecen palabras y conceptos en el lenguaje que despiertan preguntas y fantasías”, comenta el psicólogo infantil y académico de la Facultad de Ciencias Sociales, Camilo Morales.

Frente a esto, es importante que los adultos estén disponibles y receptivos a las preguntas que los niños y adolescentes puedan hacer, y que van a aparecer. “Las respuestas además siempre tienen que ir desde la verdad, pero buscando las palabras que ellos puedan entender acorde a su edad y contexto. Es importante no tergiversar la realidad y que los niños sepan que se está trabajando para resolver esta situación”, afirma, y agrega que “es una oportunidad para explicarles cómo funciona el sistema y que no estamos solos en esto”.

Aislamiento y rutinas

El profesor Morales indica que las principales recomendaciones para afrontar el período de aislamiento junto a niños y niñas giran en torno al desarrollo de rutinas y actividades o mantener espacios de estudio, “pero todo eso hay que ponerlo en un contexto, porque no todas las familias están en igualdad de condiciones para el cuidado de los hijos”.

Otro elemento relevante es la experiencia de los adultos y la dificultad de tener que compatibilizar el trabajo con el cuidado y la crianza. “Construir y mantener rutinas con los niños ayuda porque organiza, orienta y estructura el funcionamiento de la familia. También es importante incorporarlos a ellos en las decisiones de lo que se puede ir construyendo como una rutina. Pero es importante que exista flexibilidad por parte de los adultos para ajustarse a lo que cada niño necesita. Es distinto un niño preescolar de un adolescente. Dentro de las rutinas también hay que asumir que habrán momentos de frustración, cansancio, agobio y aburrimiento, que es normal que pase. Los adultos tenemos que asumir que no podemos manejar o controlar todo, y que los hijos a veces deben arreglárselas con lo que hay. Cuando uno trata de ser demasiado controlador y esquemático se da más la frustración. Hay que tener esa apertura”, comenta.

Plantea, por último, que las condiciones de aislamiento en el marco de esta crisis nos revela que los cuidados de la infancia hoy en Chile están atravesados por desigualdades profundas. “La situación de cuarentena va a empezar a mostrar que el cuidado de niños y niñas también está atravesado por la lógica de los privilegios, porque muchas familias se verán enfrentadas a la soledad y a la angustia de hacerse cargo de los hijos en condiciones de mucha dificultad. Es un tema social y de política pública que no puede quedar fuera de la discusión”.

Ansiedad y estrés

La incertidumbre que produce esta emergencia sanitaria generará cuadros de ansiedad y estrés, incluyendo a niños y niñas. Cada día ocurre algo nuevo y se anuncian nuevas medidas que van afectando nuestra manera cotidiana de vivir. De acuerdo al profesor Morales, “esto hay que asumirlo, no negarlo, ni romantizarlo. También debemos ponerle palabras a las cosas que van ocurriendo, preguntarle a los otros cómo se sienten y cómo están viviendo estos cambios”.

En el caso de los niños, indica, “más que preguntar directamente, muchas veces es mejor comentarles cómo uno los ve, si está más triste o más callado, porque así el niño, niña o joven percibe que el adulto está interesado, atento y disponible. Es central poder transmitir esa disponibilidad a conversar de lo que está pasando y responder sus consultas”. Por otra parte, afirma que “es preferible no exponerlos a las conversaciones entre adultos, ni a lo que informan los medios de comunicación. El rol del adulto es mediar y facilitar la información para que llegue de manera apropiada al niño, para que lo ayude y no lo angustie o estrese más”.

Contagio en la familia

En Alemania se estima que cerca del 70 por ciento de la población resultará infectada por esta pandemia en algún momento. Este escenario permite prever que muchas familias chilenas tendrán casos de contagio. Frente a esta realidad, el psicólogo infantil de la Facultad de Ciencias Sociales sostiene que lo ideal es anticiparse y hablar de lo que está ocurriendo y lo que puede pasar con honestidad y veracidad.

En esta línea, señala, “la idea de quedarse en casa tiene que estar enfocada en la necesidad de cuidar del otro, principalmente de los adultos mayores. Es muy importante en este escenario transmitir que todas las medidas que estamos tomando no sólo tienen que ver con el cuidado individual, sino con proteger a otros que están en una condición de mayor vulnerabilidad. Eso le da un sentido comunitario al cuidado”.

Nueva etapa para colegios

Una de las grandes interrogantes que plantea el escenario de pandemia y aislamiento es lo que ocurrirá con los procesos de aprendizaje de niños, niñas y adolescentes, así como el rol de los profesores y profesoras en este período. La académica del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Casa de Bello, Karin González, plantea la necesidad de que las instituciones escolares asuman el liderazgo y tengan la capacidad de generar trabajo en equipo entre los docentes para enfrentar esta etapa.

“Algunos podrán adaptarse rápido a este nuevo contexto educativo y a las nuevas modalidades pedagógicas que se tendrán que implementar, otros no. Por eso, es fundamental que los equipos de profesores compartan saberes y habilidades. Esto mismo debemos trasladarlo a los estudiantes y sus familias. Todos debemos aprender a aprender en este nuevo escenario, y los profesores tenemos que estar alerta para ayudar a los estudiantes. Esto representa una complejidad extra para los docentes, porque no es tan fácil trasladar el aula presencial a un aula virtual cuando no está acostumbrado», comenta la profesora González.

Formación en el hogar

El desarrollo de rutinas pedagógicas en cada hogar es el principal consejo para continuar con los procesos de aprendizaje de niños y niñas en este periodo. Internet emerge como una solución a muchas dificultades de esta etapa de aislamiento y suspensión de clases. En este ámbito, la profesora González entrega algunos datos de plataformas digitales para revisar libros, museos, cursos de teatro, juegos y conciertos; así como de plataformas para la realización de clases en línea. La lista completa puedes encontrarla al final de esta nota.

El aislamiento será mucho mayor para aquellos apoderados que no tengan la posibilidad de acceder a un computador y a internet. En estos casos, afirma la académica, “si no se han dado instrucciones y apoyos desde los colegios, es recomendable potenciar la lectura de libros, revistas u otros textos que sean apropiados para las respectivas edades. Si existen espacios como jardines o patios, descubrir esos espacios naturales, y utilizar el juego como herramienta de aprendizaje. Otras instancias de aprendizaje también pueden ser las conversaciones familiares, por ejemplo, respecto de alguna noticia o hecho contingente, para analizarlo y reflexionar sobre ello. Para todo esto los padres también tienen que tener tiempo”.

La académica afirma que esta emergencia que atravesamos también puede transformarse en una oportunidad para abordar contenidos propios del currículum y entregar conceptos a las y los estudiantes. Por último, comparte la importancia de mantener la comunicación entre profesores, apoderados y estudiantes para avanzar todos en el mismo sentido: el aprendizaje integral y bienestar de los estudiantes. En este nuevo contexto mundial, “es fundamental hacer este triángulo: estudiantes-profesores-apoderados- en beneficio de los estudiantes y su aprendizaje a través de las distintas herramientas que podemos disponer. También debemos ayudarlos a ser capaces de empatizar con los otros compañeros y con las otras personas, a trabajar en equipo y a aprender a controlar algunas emociones y sensaciones negativas, como la frustración y la ansiedad, que muchas veces en contextos nuevos y en incertidumbre los aborda”.

Plataformas digitales para revisar libros, museos, cursos de teatro, juegos y conciertos

Educación diferencial

Pequeños lectores

Museos

Plataformas para clases en línea

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