Videos del gabinete: una visión del infierno, Brasil bajo la óptica de Bolsonaro y los suyos

Más que secretos de Estado o políticas públicas, el gabinete del 22 de abril desnudó la visión de odio de los gobernantes

Por Victor Saavedra (periodista chileno en São Paulo)

Cuando el viernes 22 de mayo la Corte Suprema de Brasil autorizó la difusión de la grabación de una reunión ministerial, gran parte de la población tuvo acceso a lo que debiera ser descrito en los libros de historia como uno de los peores gobiernos del mundo.

El odio demostrado por el Presidente, y por cada integrante de su equipo, hace que sean cuestionadas las reales intenciones de quienes debieran cuidar del que ahora es el segundo país con más casos confirmados de Covid 19 en todo el mundo, hasta este 26 de mayo, y uno de los que menos hace pruebas (que no suman un millón en todo Brasil).

Hasta este domingo 25 de mayo Brasil sumaba 363.211 casos y 22.666 muertos.

La falta de educación del presidente, que acusó a la oposición de querer ir detrás de sus hemorroides, demuestra su preferencia por personas intelectualmente modestas, capaces de barbaridades que llegan a ser criminales. Una de ellas fue la frase del ministro de Educación, Abraham Weintraub, quien afirmó en la reunión que por él los jueces de la Corte Suprema debieran estar en prisión. “Yo pondría a esos vagabundos en la cárcel, comenzando por la Corte Suprema”, dijo. La mayor autoridad educacional de Brasil también aprovechó la reunión para expresar el odio que nutre contra la expresión “Pueblos Indígenas”, ya que según él sólo existe un pueblo, el pueblo brasileño.

Damares Alves, jefa de la cartera de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos, or su parte, usó su tiempo para afirmar que, pasada la crisis, el gobierno debe perseguir a las autoridades estatales (regionales) y municipales que sigan las orientaciones de la Organización Mundial de Salud. “Gobernadores y alcaldes responderán a procesos y nosotros vamos a pedir incluso el arresto de gobernadores y alcaldes”, aseguró.

El ministro de Economía, Paulo Guedes, confirmó su vocación de Chicago Boy afirmando que Brasil perderá recursos protegiendo a las pequeñas empresas y que la tarea era defender a las grandes: “Vamos a poner dinero y resultará y vamos ganar dinero. Vamos a ganar dinero utilizando los recursos públicos para salvar las grandes empresas. Ahora, vamos a perder dinero salvando empresas pequeñas”.

Ricardo Salles, de la cartera del Medio Ambiente, hizo un llamado a aprovechar que la pandemia tomó cuenta del noticiero para aprobar todas las desreglamentaciones necesarias para favorecer el desmatamiento y el uso de las tierra indígenas para la agricultura en gran escala, “tenemos la posibilidad, en este momento en que la atención de la prensa está casi exclusivamente acompañando la Covid, para pasar los bueyes y cambiar el reglamento (ambiental y de preservación del patrimonio histórico)”.

Ese video forma parte de la investigación que se formó a partir de las acusaciones del exministro de Justicia, el ex ícono de la moral y del combate a la corrupción, Sergio Moro.

Durante la conferencia de prensa en la cual el exjuez anunció su salida del gobierno, la autoridad acusó al presidente Jair Bolsonaro de tratar de interferir en la Policía Federal (equivalente a la PDI de Chile) y tratar de poner a su gente en la cabecera de las investigaciones, que entre otros temas, busca averiguar los mandantes de la muerte de la concejala Marielle Franco, cuyo asesino visitó el condominio donde vivía Bolsonaro en el día del crimen.

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