Marruecos rechaza acusaciones de Amnistía Internacional y pide que presente pruebas o se retracte

El ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Nasser Bourita, señaló a medios suizos, que “contra todo sentido común”, la ONG de DDHH, ignora la petición marroquí de que aporte pruebas sobre sus denuncias para que las acusaciones sean investigadas por la Justicia.

Como «un montaje mediático” calificó el canciller marroquí, Nasser Bourita, las denuncias de Amnistía Internacional sobre su país e instó a la organización de DDHH que entregue las pruebas para que sean investigadas por la justicia del país del norte de África o se retracte de sus acusaciones y ofrezca disculpas.

“En vez de responder a este llamado de sensatez, Amnistía huyó a Israel a llevar a la empresa tecnológica NSO Group a los tribunales, en una acción de dispersión, con el objeto de no afrontar la reacción de las autoridades marroquís”, señaló el funcionario en la prensa Suiza.

Desde 2014, Rabat ha criticado la “fijación” que Amnistía Internacional tiene con Marruecos y se queja de que la organización ha dedicado hasta 72 informes para condenar las actividades del país magrebí.

En respuesta, Amnistía afirmó en su último informe que la nación norteafricana ya había recurrido en el pasado a tecnologías de espionaje telefónico. En junio, AI publicó un informe sobre el supuesto uso de programas de espionaje producidos por la empresa israelí NSO Group para controlar al activista y periodista Omar Radi, conocido por trabajar para varios medios de comunicación nacionales e internacionales como Atlantic Radio o TelQuel. Sin embargo, Marruecos negó estas acusaciones alegando que nunca ha tenido una relación con NSO Group, empresa encargada de diseñar este tipo de softwares.

Por ello, el ministro de Asuntos Exteriores criticó a la ONG y la acusó de “haber fallado a su deber de neutralidad y objetividad”.

Asimismo, el diplomático marroquí reiteró de que se trata de acusaciones “infundadas” y aseguró que AI, en vez de emprender una dinámica de diálogo, ha llevado a cabo “una verdadera campaña mediática, induciendo al error a varios medios de comunicación y periodistas”. “Esto es enorme y totalmente falso. Rechazamos estas acusaciones inequívocamente”, puntualizó Bourita. Asimismo, lamentó la decisión de Amnistía Internacional de “vincular en su documento a Marruecos con la compañía israelí NSO” con la cual, aseguró, su país no tiene vínculo alguno.

“Estas maquinaciones son de otros tiempos, ya que los Estados pueden hackear los teléfonos usando las redes que controlan a través de los operadores de telefonía. Y más aún, hoy en día los dispositivos que pueden imitar la señal de las redes y hackear los teléfonos móviles se venden por internet, en línea”, explicó el diplomático.

“Si alguien escucha a nuestros ciudadanos, y más si este alguien es del extranjero, necesitamos saber quién es. Hoy en día, está claro que Amnistía no está en posición de proporcionar la más mínima prueba. Y no somos los únicos en decirlo. El tribunal de Tel Aviv desestimó el lunes la queja de Amnistía contra la empresa NSO, aludiendo a la incapacidad de Amnistía de demostrar que el software fue utilizado por su gobierno. Otro caso en el que Amnistía habla sin pruebas”, se extendió Bourita.

“Todo esto plantea serias dudas sobre su metodología. Y Marruecos no cederá ante este chantaje”, agregó.

El país del norte de África, según su canciller, ha aparecido en siete informes “tendenciosos” del 2020 de Amnistía y otros 72, de la misma organización, “que no son explícitamente desfavorables, sin provocar ninguna reacción de las autoridades marroquíes”.

Bourita, en la entrevista señalada, defendió las reformas en materia de derechos humanos emprendidas por el Reino de Marruecos, alegando que no esperan ser tratados con
“indulgencia”, y mucho menos ser “halagados”, sino que pretende que se ponga en valor la esencia de estas reformas.

Junto con reiterar la solicitud a la ONG que presente las pruebas o se retracte y ofrezca disculpas, Bourita aseguró que Marruecos no tiene previsto “cerrar la puerta a aquellos informes que supuestamente nos harían rechinar los dientes”.

“Nuestro país no es alérgico a los informes de las organizaciones internacionales ni a la interacción. Nos presentamos a exámenes periódicos de las Naciones Unidas, a veces de manera voluntaria, porque creemos que esta interacción nos puede hacer avanzar, para rectificar las cosas que deben ser rectificadas”, señaló.

En la entrevista, además, el ministro alauí hizo una autocrítica, afirmando que la trayectoria del Reino “no es perfecta”, aunque destacó el “progreso en el cumplimiento de las expectativas” de sus ciudadanos. “Sin embargo, Marruecos tiene derecho a esperar una interacción basada en el respeto, y eso es lo que exigimos de Amnistía”, agregó, señalando que su nación lo que cuestiona es el hecho de que la ONG se haya tomado la “libertad de hacer atajos y anunciar conclusiones claras” para, según han
explicado, “empaquetarlas en una supuesta historia de espionaje para que sea atractiva para los medios”.

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