EEUU asegura que no someterá a pena de muerte a los dos últimos Beatles de Estado Islámico

El fiscal general William Barr envió una carta a la ministra del Interior británica, Priti Patel, en la que indicó que pese a que ambos prisioneros habrían participado en la «decapitación de varios ciudadanos occidentales, entre ellos periodistas y trabajadores humanitarios, se librarían de la pena capital».

En este sentido, Barr se comprometió a hallar pruebas «cruciales» contra los dos acusados, que ahora perdieron la ciudadanía británica.

«El tiempo es crucial», dijo por su parte Patel, si bien insistió en que un «mayor retraso a la hora de imponer una pena en su contra es una injusticia para las familias de las víctimas», informó la agencia de noticias Europa Press..

Barr especificó que ambos serán trasladados a Irak para que sean juzgados en el país si Reino Unido no ofrece las pruebas necesarias antes del 15 de octubre.

«No tiene sentido tenerlos en el extranjero durante más tiempo», dijo el fiscal antes de señalar que «se debe tomar una decisión definitiva sobre el asunto».

En octubre pasado, Estados Unidos asumió la custodia de unos 40 combatientes presos del EI, entre ellos, los dos británicos que se hicieron famosos por las decapitaciones de rehenes extranjeros, detenidos en cárceles del noreste de Siria, territorio bajo ofensiva de Turquía contra los kurdos

Los británicos Alexanda Kotey y El Shafee Elsheikh, apodados «Jihadi Ringo» y «Jihadi George», actuaban junto a otros dos yihadistas de esa nacionalidad y se les conocía como a los «Beatles» del EI.

Estos yihadistas están acusados de decapitar a varios rehenes occidentales, entre ellos los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, así como al cooperante también estadounidense Peter Kassig.

También fueron los responsables del cautiverio de los españoles Javier Espinosa y Ricard García Vilanova.