Corte Suprema ordena a isapre Colmena a financiar cirugía para cambio corporal de mujer trans

La Isapre deberá financiar la genitoplastia feminizante y los implantes mamarios de una mujer trans de 54 años. Colmena se había opuesto porque a su juicio se trataba de un cambio cosmética. Es la segunda vez que Colmena es obligada a respetar derechos trans, pues hasta marzo del 2020 considerada incluso a la transexualidad como una enfermedad.

La Tercera Sala de la Corte Suprema ordenó hoy por tres votos contra dos que la Isapre Colmena Golden Cross brinde cobertura para las cirugías de readecuación corporal de una mujer trans, en el marco de un proceso que fue asesorado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).

Votaron a favor los/as magistrados/as Ángela Vivanco, Sergio Muñoz y el abogado integrante Álvaro Quintanilla, mientras que la ministra María Angélica Repetto y el abogado integrante Ricardo Abuauad se pronunciaron en contra.

El Movilh recordó que Colmena se había negado a cubrir las cirugías de readecuación de una mujer trans de 54 años, A.O, quien exigía genitoplastía feminizante, implante mamario y reconstrucción corporal y facial.
“La identidad de género no constituye una enfermedad, una patología o condición de salud al constituir procedimientos de carácter estéticos. Siendo así las cosas, las prestaciones por las cuales usted solicita cobertura no cumple con los parámetros” del Minsal, señaló la Isapre en una carta que dirigió a la usuaria.

Luego en el proceso judicial añadió que las “cirugías estéticas con fines de embellecimiento carecen de códigos arancelarios ni tampoco son homologables a otras para arancelararlas”.

La negativa de la Isapre tuvo lugar luego de que el Movilh ganará en marzo del 2020 a Colmena otro juicio, donde la entidad fue obligada por la Suprema a dejar de considerar a la transexualidad como una patología pre-existente, llegando al extremo de bajar en un 75% las prestaciones de salud a las personas trans.

Pues bien, “una vez que se vio obligada a reconocer que la transexualidad no era una enfermedad, Colmena pasó a argumentar entonces que todo cambio corporal en las personas trans era algo cosmético, negándose a brindar cobertura para tales efectos. Por ello, asesoramos un nuevo y finalmente, la transfobia de esta Isapre volvió a ser vencida en beneficio de la dignidad humana”, apuntó el encargado de Derechos Humanos del Movilh, Ramón Gómez.

“Si desde marzo pasado ninguna Isapre ya podía considerar a la transexualidad como una enfermedad, desde ahora ninguna podrá negarse a otorgar cobertura para cirugías de cambio corporal de personas trans, lo cual es histórico”, finalizó Gómez.

El fallo

El fallo, advierte una evolución normativa en torno a la identidad de género “por medio de la cual el Estado chileno ha reconocido su existencia y, en consecuencia, asumido la obligación de resguardo del mismo, al entender que éste es un elemento inherente a la dignidad humana que deriva del derecho a la no discriminación y cuya concientización, en la especie, se obtiene sobre la base del ejercicio del derecho de la igualdad ante la ley y de la protección en salud”.

La sentencia sostiene que “las cirugías de reasignación sexual no son consideradas operaciones con fines cosméticos, sino una intervención que favorece la adopción satisfactoria de la identidad de género con el que la persona se identifica” y “tienen por objeto maximizar el bienestar psicológico y el sentimiento de autosatisfacción de la persona concordando su identidad de género con la del sexo físico, para así disminuir el estrés asociado a dicha incongruencia y brindándole beneficios tantos en aspectos psicológicos como sociales”.

Por tanto, y “a diferencia de lo expresado por la recurrida, las cirugías de reasignación sexual no constituyen carácter estético con fines de embellecimiento, sino que es una intervención, que en términos jurídicos, debe ser considerada como relevante y un reflejo, por un lado, del deber del Estado de garantizar y asegurar la no discriminación de las personas transexuales y, por otro, el ejercicio que éstas hacen de los derechos fundamentales de la igualdad ante la ley y el de protección a la salud”, añadió el fallo.

En consecuencia el Estado directamente, o a través de quienes ejercen esa función pública, por mandato legal, como son las isapres, deben garantizar (…) a las prestaciones médicas pertinentes puesto que, por lo demás, constituyen la única vía por la cual pueden hacerlo, atendida la naturaleza de la asistencia que se pide”.

Añadió que “la negativa de la Isapre recurrida para proporcionar a la recurrente la cobertura solicitada para la realización de las cirugías de genitoplastía feminizante y la de implantes mamarios dispuesto por los médicos tratantes, carece de razonabilidad y vulnera las garantías constitucionales previstas en el artículo 19 numerales 2, 9 y 24 de la Carta Política”, así como los derechos garantizaros en la Ley de Identidad de Género, la Ley Zamudio, la Vía Clínica de Adecuación Corporal del Minsal y la circular 336 de la Superintendencia de salud, así como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos Humanos, los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y políticos y de Derechos, Económicos, Sociales y Culturales, las resoluciones de la OEA y la ONU, la Convención Americana contra toda forma de Discriminación e Intolerancia y la Opinión consultivo 0C/24 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entre otros.

Por tanto, “se acoge el recurso de protección sólo en cuanto se ordena a la Isapre Colmena Golden Cross S.A. bonificar, conforme al Plan de Salud de la actora, las cirugías de genitoplastía feminizante y la de implantes mamarios”.

“La identidad de género no constituye una enfermedad, una patología o condición de salud al constituir procedimientos de carácter estéticos. Siendo así las cosas, las prestaciones por las cuales usted solicita cobertura no cumple con los parámetros” del Minsal, señaló la Isapre en una carta que dirigió a la usuaria, luego de que el Movilh ganará en marzo del 2020 a Colmena otro juicio, donde la entidad fue obligada a dejar de considerar a la transexualidad como una patología pre-existente.

El nuevo fallo sostuvo que “a diferencia de lo expresado por la recurrida, las cirugías de reasignación sexual no constituyen una de carácter estético con fines de embellecimiento, sino que es una intervención, que en términos jurídicos, debe ser considerada como relevante y un reflejo, por un lado, del deber del Estado de garantizar y asegurar la no discriminación de las personas transexuales y, por otro, el ejercicio que éstas hacen de los derechos fundamentales de la igualdad ante la ley y el de protección a la salud”.

Añadieron que “la negativa de la Isapre recurrida para proporcionar a la recurrente la cobertura solicitada para la realización de las cirugías de genitoplastía feminizante y la de implantes mamarios dispuesto por los médicos tratantes, carece de razonabilidad y vulnera las garantías constitucionales previstas en el artículo 19 numerales 2, 9 y 24 de la Carta Política, porque como se dijo, la exegesis relativa a las normas que se refieren a las garantías constitucionales, deben ser siempre interpretadas en beneficio de las personas cuya salud se encuentra afectada, más aun si se tiene presente, que su costo no altera las condiciones pactadas respecto de las prestaciones de salud en el respectivo contrato, porque estas conforme se explicitó se deben incorporar y adaptar a los planes del salud de la usuaria, conforme a la homologación pertinente, razones por las que se impone acoger la presente acción constitucional, en los términos que se expondrá en lo resolutivo del fallo”.

“Se acoge el recurso de protección sólo en cuanto se ordena a la Isapre Colmena Golden Cross S.A. bonificar, conforme al Plan de Salud de la actora, las cirugías de genitoplastía feminizante y la de implantes mamarios”, finalizaron teniendo a la vista argumentos de la Ley de Identidad de Género y de la OMS.

Para el encargado de derechos humanos del Movilh, Ramón Gómez, “este es un fallo histórico, que refuerza uno similar que ganamos en la Suprema en marzo del 2020 a la misma Isapre, la cual consideraba a la transexualidad como una enfermedad. Luego de que ganamos ello, quisieron en este segundo caso decir que ahora porque no era enfermedad, entonces no podían costear las cirugías de cambio corporal, todo lo cual demuestra el oportunismo y la transfobia de esta Isapre, lo que finalmente vencido en beneficio de la dignidad humana”.

“Si desde marzo pasado ninguna Isapre ya podía considerar a la transexualidad como una enfermedad, desde ahora ninguna podrá negarse a otorgar cobertura para cirugías de cambio corporal de personas trans”, finalizó Gómez.

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