Editorial que publicó la obra de Glück, espera que la Nobel recapacite y no vaya a otro sello

Luego de que trascendieran las negociaciones del agente literario de Louise Glück para dejar la editorial que apostó a publicar sus textos en español cuando previo a obtener el Premio Nobel de Literatura era casi desconocida, el editor del sello, Manuel Borrás, envió una carta a la poeta con la esperanza de que intervenga para que el caso tenga un final "justo".

«No quiero creer que un Premio Nobel haya podido corromper tanto», señaló Borrás en declaraciones a Europa Press, luego de conocerse que el agente literario de la escritora norteamericana, Andrew Wylie, decidió romper con la editorial española -que apostó por Glück hace 14 años- y hasta exija la destrucción de los ejemplares almacenados.

«Es la única esperanza que nos queda -sostuvo el editor-. Quiero creer en Louise, que es una persona que en su trayectoria ha denunciado estas prácticas. En todo caso, que quede constancia y que la gente pueda distinguir entre aquellos que creemos en la cultura también como mejoramiento de las personas y aquellos que solo la tienen como medio para agrandar su billetera».

A través de su cuenta de Twitter, la editorial compartió en los últimos días varias notas periodísticas en la que se informa la decisión del agente de Glück, Andrew Wylie, conocido como El Chacal, de ofrecer los derechos de la obra de la Nobel a otros sellos en castellano, algo que provocó la solidaridad del mundo editorial y también el rechazo de numerosos lectores porque la maniobra rompe el pacto de lealtad entre autores y editoriales.

«El agente Wylie ha roto en muchas ocasiones cualquier código moral. No somos nosotros sus únicas víctimas. Es gente que ve la cultura solo como una máquina de hacer dinero y al precio que sea. Creo que hay que rebelarse contra esas prácticas, porque de ahí a que los bárbaros vuelvan a instalarse hay solo un pasito», había dicho Borrás a Télam.

Tras la muerte de la española Carmen Balcells, Wyle se convirtió en el agente literario con la mejor cartera de representaciones del mundo literario y artístico. Sus clientes van desde los herederos de Norman Mailer, Saul Bellow, Roberto Bolaño, Jorge Luis Borges, Amos Oz, Vladimir Nabokov, Phillip Roth, Arthur Miller, Paul Bowles, William Burroughs, John Cheever y Raymond Carver hasta algunos de los más reputados autores vivos como Martin Amis y Salman Rushdie, además de la fotógrafa Annie Leibovitz.

Cuando la Academia Sueca anunció en octubre que Glück era la ganadora del máximo galardón de las letras, su editor español contó a esta agencia que «pasamos de vender escasamente 200 ejemplares de sus libros a botar las ediciones en un cuarto de hora. Cuando uno se pregunta si los Nobeles son útiles o no pues habrá que concluir que son útiles porque sacan del anonimato a grandes escritores como es el caso de Louise Glück».

«Mi pregunta es cómo hemos empezado a no interesarles solo tras la concesión del Nobel a la poeta americana -cuestiona ahora el editor tras la noticia de los derechos- . Si no somos de confianza cómo es posible que ese mismo agente contratase a lo largo de catorce años siete de los once poemarios de esa poeta. Nosotros tenemos las de perder, pero queremos dejar un aviso a náufragos para prevenirles de gente que no sólo no sabe lo que es la ética profesional, sino los modos más elementales de la educación».

Borrás conoció la obra de la estadounidense mediante un amigo, que le regaló «El Iris salvaje», «lo leí, me encantó, me quedé seducidísimo por ese libro y fui comprando otros. Es lógico cuando uno es editor y se queda tan enamorado por una obra como la de Louise Glück es fatalmente ineludible el quererla editar», dijo el editor quien desde entonces a través de Pre-textos publicó siete de los once libros de Glück, entre ellos «Ararat», «El iris salvaje», «Las siete edades», «Pradera», «Una vida de pueblo» o «Vita nova».

Fuente: Telam

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