¿Qué es un ETF y por qué es una buena herramienta de inversión?

Los ETFs son fondos de inversión cotizados. Su operativa es muy sencilla porque replican en tiempo real a un activo tipo índice, sector o materia prima, lo que supone que son una alternativa a la inversión directa en esos activos. Son un instrumento de inversión mixto entre una acción y un fondo de inversión y posee características de los dos.

Las principales ventajas de invertir a través de ETFs son la diversificación del riesgo, pues suelen estar compuestos por una cesta de valores (acciones que forman un índice); la transparencia gracias a que sus precios se publican en tiempo real; la flexibilidad al comprarse y venderse como cualquier acción durante el horario de apertura del mercado; el coste, pues es muy parecido al de comprar o vender una acción; y la sencillez, pues replica a un índice de forma idéntica.

Además, los ETFs permiten en algunos casos la operativa inversa y la operativa apalancada, por lo que se puede amplificar la ganancia en ciertas operaciones y apostar contra un índice cuando identificamos esa tendencia. Así, en algunos activos podemos encontrar ETFs directos (los normales), ETFs inversos (reproducen el comportamiento inverso al activo con lo que ganas cuando tu activo cae, por ejemplo) o ETFs apalancados (con los que duplicar o triplicar la exposición a ese activo).

Por lógica, las desventajas de los ETFs son los costes de custodia y por la operativa, que dependen del bróker con el que se opere y el tratamiento fiscal en cada país, aunque suele ser el mismo que el de una acción.

Si hablamos de ETFs es porque el mercado y los inversores han evaluado en los últimos años las ventajas y desventajas de los ETFs y se han decantado por ellos frente a otras alternativas de inversión.

La importancia de contar con un buen bróker

Esto supone también que los mejores brokers hayan incorporado los ETFs a su cartera de herramientas de inversión en los últimos años (existen desde mediados de los años 90) y que muchos inversores hayan aprendido a utilizarlos.

La clave de los ETFs, como de cualquier otro instrumento de inversión, es el conocimiento que tengan de ellos los inversores. Ya hemos explicado que hay ETFs directos extremadamente sencillos, pero también que hay otros inversos y apalancados que no son recomendables para todos los inversores.

Por ese motivo, es muy importante que el bróker con el que vas a operar tenga una buena cartera de ETFs, con muchos activos subyacentes (materias primas, índices, sectores, etc.), pero también que disponga de la formación necesaria para que cada inversor pueda aprender sobre los ETFs antes de operar y poner su dinero en acción.

Si tu bróker solo te ofrece ETFs directos te puedes estar perdiendo parte de la capacidad que te ofrecen. Sin embargo, es conveniente que entiendas bien los riesgos que asumes si compras un ETF inverso o un ETF apalancado. Como recomendación, disfruta de las ventajas de los ETFs directos y pruébalos en distintos activos para aprender y valorar todas las opciones que te ofrecen. Posteriormente, podrás ir cambiando tus opciones a operativas apalancadas o inversas cuando el mercado o el activo te lo indiquen.

Conviene que recuerdes que en el mundo hay más de 5.000 ETFs y que no han parado de evolucionar desde su creación. Hoy por hoy, los ETFs con un mayor crecimiento potencial se espera que sean los especializados en sostenibilidad. Pero ya cubren prácticamente todos los mercados y los activos disponibles, desde divisas, deuda, materias primas, índices o acciones.

Por último, no olvides que se trata de productos de inversión pasiva. Son baratos porque replican a un activo y los puedes utilizar tanto como cobertura de una posición, como una forma de diversificar tu cartera.

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