ONU acusa a Italia de demorar el rescate en un naufragio en el que murieron 200 migrantes

Los pasajeros habrían intentado comunicarse varias veces con el centro de coordinación de los socorristas de Malta, pero cuando un barco maltés llegó al lugar, la embarcación de migrantes ya había naufragado.

El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas denunció que Italia tardó demasiado en socorrer a una embarcación con más de 400 migrantes a bordo en el Mediterráneo en 2013, lo que dejó 200 personas muertas.

«Italia no respondió con rapidez a varias llamadas de socorro de un barco que se hundía y en el que viajaban más de 400 adultos y niños», aseguró ayer el comité en un informe publicado siete años después de los hechos.

A su vez, el texto señala que Roma tampoco supo explicar «el retraso en el envío de su barco, el ITS Libra, que se encontraba sólo a una hora», según recogió la agencia de noticias AFP.

La embarcación naufragó a 113 kilómetros al sur de la isla italiana de Lampedusa y a 218 kilómetros de Malta luego de haber recibido un disparo de otro barco. Los pasajeros llamaron varias veces al centro de coordinación de los socorristas de Malta, pero cuando un barco maltés llegó al lugar, la embarcación de migrantes ya había naufragado. Sólo tras un pedido urgente de las autoridades maltesas, el ITS Libra acudió finalmente al lugar de los hechos para prestar ayuda.

«Doscientas personas, entre ellas 60 niños, se ahogaron como consecuencia de este retraso», denuncia el comité. Aunque Hélène Tigroudja, miembro del comité, reconoce que el naufragio se produjo en aguas internacionales y en la zona correspondiente a Malta, también estima que se podría haber evitado la tragedia “si las autoridades italianas hubieran ordenado inmediatamente a su buque y a los de la guardia costera acudir al lugar tras las llamadas de socorro”.

“Habrían llegado a más tardar dos horas antes del naufragio», agregó.

El comité pidió a Italia que investigue lo sucedido y procese a los responsables.

La inmensa cantidad de migrantes que intentan llegar a Europa a través del Mediterráneo consterna a la ONU. Solo en 2020 se registraron un total de 1.064 muertes en la zona del Mediterráneo central y occidental.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se mostró «profundamente preocupada» por la escalada de conflictos y la magnitud de los desplazamientos en el Sahel -una zona que comprende el desierto del Sahara y la sabana sudanesa-, así como los nuevos movimientos de población en el este y en el Cuerno de África y el aumento de las llegadas por mar a las Islas Canarias (España).

«Acnur pide algo más de 100 millones de dólares para reforzar la protección de los refugiados, en los países africanos, en ruta hacia el Mediterráneo», dijo la agencia en un comunicado.

La petición de fondos se enmarca en el plan de acción estratégico 2021 de la organización, cuyo objetivo es aumentar el acceso, la identificación y la asistencia a los refugiados a lo largo de sus rutas, así como mejorar el acceso a la educación y a los medios de subsistencia en los países de asilo.

«La máxima prioridad es ofrecer alternativas seguras y viables a estos peligrosos viajes caracterizados por el abuso y la muerte», añadió.

Según Acnur, la violencia en el Sahel ya obligó a huir a unos 2,9 millones de personas y ante la falta de perspectivas de paz y estabilidad en la región, «es muy probable» que se produzcan nuevos movimientos de población y que muchos sigan intentando la peligrosa travesía marítima hacia Europa, según la organización.

Fuente: Télam

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