El nominado fiscal general de EEUU prometió luchar contra el extremismo interno

El juez Merrick Garland, nominado fiscal general por el presidente, Joe Biden, adelantó hoy en su sesión de confirmación en el Senado que la lucha contra el extremismo interno será su prioridad de gestión tras el ataque al Capitolio instigado por el exmandatario Donald Trump.(Télam)

Garland, que ejerce como un juez de una corte de apelaciones de Washington, afirmó en una audiencia ante el Senado, que actualmente la amenaza de extremismo de derecha es peor que cuando investigó el atentado en 1995 contra un edificio federal en Oklahoma, que dejó 168 muertos.

En la sesión del Senado que debe decidir si lo confirma como nuevo secretario del Departamento de Justicia, el magistrado refirió que este momento es más «peligroso» que la amenaza vivida entonces.

Para Garland la toma del Capitolio del 6 de enero, que terminó con cuatro muertos y estuvo encabezada por simpatizantes radicalizados de Trump, fue el «ataque más atroz contra el proceso democrático» del país y advirtió que no necesariamente fue un hecho aislado, según consignó la agencia de noticias AFP.

«Les puedo asegurar que ésta será mi máxima prioridad», indicó Garland a poco más de una semana de que Trump fuera absuelto por ese mismo Senado en un juicio político por «incitación a la insurrección» ese 6 de enero.

Garland, un juez respetado y considerado como un moderado, prometió mantener la política fuera de la cartera de Justicia, luego de las continuas acusaciones de interferencia durante el Gobierno anterior.

Además, prometió que es una tarea «urgente» será asegurar el acceso igualitario a la justicia de las minorías, en una referencia aparente al movimiento antiracista Black Lives Matter (La vida de los negros importan).

Las minorías enfrentan discriminación en el acceso a la vivienda, la educación y el mercado laboral, y sufren de forma desproporcionada los efectos de la pandemia y del cambio climático, admitió Garland.

Los senadores republicanos no rechazaron de entrada la confirmación de Garland, pero lo presionaron para que se comprometa a seguir con las investigaciones impulsadas por el Gobierno de Trump sobre los supuestos vínculos entre la familia del actual presidente Biden y empresarios y dirigentes en Rusia, China y Ucrania.

En 2016, durante el último año de Gobierno de Barack Obama, los republicanos, entonces mayoría en el Senado, bloquearon la nominación de Garland como juez de la Corte Suprema, lo que permitió que luego Trump consiguiera aprobar el primero de los tres jueces de la máxima corte que nominó en su mandato.

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