Fiscalía general de Brasil apeló anulación de condenas contra Lula

Ahora la discusión recae en la posibilidad de privar al expresidente de sus derechos políticos. Además de volver a enviarlo a la cárcel.

La fiscalía general de Brasil apeló hoy el fallo del juez del Supremo Tribunal Federal que el lunes pasado anuló las condenas contra el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva al considerar que se había violado la competencia jurisdiccional y los cargos en su contra eran ajenos a los desvíos de la estatal Petrobras.

La subprocuradora general informó en un comunicado que en caso de que la apelación sea rechazada, pidió que se mantengan todas las pruebas aceptadas por el exjuez de Curitiba, estado de Paraná, Sérgio Moro.

«La fiscalía general entiende que la competencia del juzgado 13 de Curitiba debe ser mantenida», dice el comunicado, que alerta sobre la «seguridad jurídica».

Edson Fachin, juez de la Corte, acató un pedido de la defensa de Lula cinco años después para sostener que estos procesos no tienen nada que ver con la corrupción de Petrobras, por lo que los derivó al fuero de Brasilia.

La fiscalía general quiere que el fallo de Fachin sea puesto a consideración de los 11 jueces de la Corte y en caso de rechazo que todo sea enviado a San Pablo, donde se encuentra la sede del Instituto Lula, entidad que dirige el exmandatario.

La decisión de Fachin permitió no declarar sospechoso o parcial al exjuez Sérgio Moro y al fiscal Deltan Dallagnol contra Lula, en medio del escándalo por la filtración de mensajes de un chat de Telegram en la cual aparecen arreglando un complot y medidas para perjudicar a Lula en el juicio sin participación de la defensa.

El martes pasado, la sala II del tribunal supremo trató la parcialidad de Moro y postergó una decisión cuando el resultado estaba 2 a 2, porque el quinto juez, Kassio Nunes Marques, colocado en la alta corte por el presidente Jair Bolsonaro, pidió tiempo extra para expedirse.

Militantes bolsonaristas y seguidores de Moro escracharon esta semana a Fachin frente a su casa en la ciudad de Curitiba por la anulación de las condenas y permitir que Lula vuelva a tener sus derechos políticos, con los que puede ser candidato en 2022.

Moro condenó a Lula a 8 años de cárcel -cumplió 580 días de prisión- con lo cual le impidió participar de las elecciones de 2018, a las cuales era favorito. En esos comicios, finalmente resultó electo Bolsonaro.

La fiscalía general está a cargo de Augusto Aras, colocado en el cargo en 2019 por el actual mandatario brasileño.

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