ODECU exige una regulación de alimentación de mascotas que realmente las proteja

El planteamiento de ODECU se enmarca en las diversas y recientes denuncias relacionadas a enfermedades y muertes de perros y gatos por consumir alimentos adulterados.

Tras la serie de alertas y denuncias por parte de médicos veterinarios y afectados, en relación a posibles efectos nocivos en la salud de felinos, cuya hipótesis causal se atribuye al consumo de alimentos adulterados de reconocidas marcas en la industria nacional, la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile, ODECU, revisó el Reglamento de Alimentos para Animales, dependiente del Ministerio de Agricultura, considerándolo deficiente e incompleto, especialmente teniendo en cuenta la amplia oferta y variedad de alimentos comercializados para perros y gatos.

El Decreto 4 de 2017, del Ministerio de Agricultura, en su articulado señala que, en el caso de los alimentos para perros y gatos, se deberá cumplir con la Norma Chilena Nch2546.Of2001, pero ésta solo establece requisitos de rotulación, desconociendo por completo atributos de cantidad y calidad de los ingredientes, como por ejemplo, cuánta proteína debe incluir un alimento, y si esta debe ser de origen animal o vegetal, dependiendo la especie.

Precisamente, respecto a la norma Nch2546, actualizada el 29 de julio de 2019, solo se menciona la cantidad de calorías, pero no de los demás componentes del alimento.

O también, la Resolución 7885 Exenta que establece límites máximos de contaminantes en insumos destinados a la alimentación animal, no diferencia las cantidades para perros o gatos, ni tampoco según la edad de los animales, agrupándolos a ambos bajo el concepto de “mascotas”.

“Como ODECU nos parece lamentable que la calidad de los alimentos para perros y gatos se rija por un reglamente desactualizado y que no considera la evolución que ha tenido este mercado en los últimos años. En Chile se pueden encontrar decenas de marcas nacionales e importadas, con casi un centenar de variedades, diferenciadas por raza de animal, edad, tamaño, e incluso hábitos de ejercicio, pero que no estarían siendo correctamente reguladas, lo que en casos extremos permite que sucedan hechos como la muerte y enfermedad de mascotas, presumiblemente, por consumir alimentos adulterados”, explica Stefan Larenas Riobó, Presidente de ODECU.

A juicio de ODECU, esta deficiencia en la regulación permite que las empresas fabriquen alimentos de cuestionable calidad nutricional, “y dada la diferencia de precios entre los más baratos, de menor calidad, y los más caros, con mayor valor nutricional, un importante número de la población termina alimentando a sus mascotas con productos que posiblemente en el futuro desencadenen problemas de salud a los animales”, agrega el Presidente de ODECU.

Finalmente, para Stefan Larenas Riobó, “este tipo de regulación y prácticas no estaría permitiendo garantizar totalmente la inocuidad de los alimentos. Por lo mismo, se hace necesaria una actualización en las normas, acorde con las necesidades actuales de los consumidores, y que también permitirá a las empresas con mayores estándares de seguridad”.

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