Refuerzan seguridad en el Capitolio ante posible complot de seguidores de Trump

Las amenazas parecen provenir de QAnon, un movimiento de ultraderecha que defiende teorías conspirativas.

Estados Unidos reforzó hoy la seguridad en Washington luego de que los servicios de inteligencia detectaran un «posible complot» para irrumpir mañana en el Capitolio. Buscan reinstaurar a Donald Trump como presidente, casi dos meses después del asalto al edificio por parte de seguidores del republicano.

«Obtuvimos (información de) inteligencia que muestra un posible complot para irrumpir el jueves 4 de marzo en el Capitolio por parte de una milicia identificada», informó en Twitter la policía del Capitolio y agregó que reforzó la seguridad con hombres y estructuras físicas para proteger el edificio.

El mensaje llega un día después de otro similar en el que funcionarios revelaron que estaban incrementando la seguridad.

«El Departamento está al tanto de la información y la inteligencia relacionadas con el 4 de marzo. Además, continúa trabajando con todos nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley», avisó anoche la fuerza policial.

Las amenazas parecen provenir de QAnon, un movimiento de ultraderecha que defiende teorías conspirativas. Estas van desde que Trump salvará al mundo de una red de pedófilos satanistas, hasta que las vacunas enferman controlan a las masas.

Sus seguidores creen que Trump ganó las elecciones del año pasado, pero le fueron robadas, una teoría que fue alimentada por el exmandatario.

También sostenían que el republicano no dejaría el cargo el día de la toma de posesión el 20 de enero pasado. Aseguraban que declararía la ley marcial y anunciaría arrestos masivos de demócratas para evitar que Joe Biden llegara a la Casa Blanca.

Cuando eso no sucedió, la fecha se cambió para el 4 de marzo, día en el que asumieron los presidentes de Estados Unidos anteriores a 1933.

El FBI le viene siguiendo la pista desde hace tiempo a QAnon. En agosto de 2019 fue la primera vez que lo calificó de «grupo extremista peligroso».

Varias personas que presuntamente paritciparon en la insurrección del 6 de enero en el Capitolio fueron acusadas.

Al menos cinco personas, incluida una veterana de la Fuerza Aérea, murieron por el ataque. Además, la policía abrió unos 170 casos en relación con los disturbios.

Los demócratas de la Cámara de Representantes acusaron a Trump por incitar a la insurrección. No obstante, se le absolvió en un juicio político desarrollado en el Senado.

El lunes, el Departamento de Seguridad nacional emitió una evaluación confidencial a las agencias de aplicación de la ley alertando que la amenaza del extremismo violento nacional «es una tendencia que probablemente continuará en 2021 y podría escalar», informó la cadena ABC.

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