Sarkozy no descarta ir ante Tribunal Europeo de Derechos Humanos por su condena

El ex mandatario aseguró haber sentido una injusticia profunda, puesto que reclama su inocencia y denuncia que la sentencia estuvo plagada de incoherencias y sin pruebas (Télam).

El expresidente francés Nicolas Sarkozy volvió hoy a presentarse como víctima de una «injusticia» tras su condena a un año de cárcel en un fallo firme por corrupción, y no descarta llevar su reclamo ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

En una entrevista que dio al diario Le Figaro y publicada un día después de conocida la condena, Sarkozy reiteró que sintió «una injusticia profunda».

«No puedo aceptar que se me condene por lo que no he hecho», apuntó el exmandatario (2007-2012) en el reportaje, en el que denunció una sentencia «plagada de incoherencias» y «sin pruebas».

Sarkozy fue condenado por haber intentado corromper, junto con su abogado Thierry Herzog, al juez Gilbert Azibert, cuando éste era juez del Tribunal Supremo.

Según la acusación, buscaba obtener informaciones cubiertas por el secreto profesional e influir en las diligencias abiertas ante la alta jurisdicción relacionada con el denominado caso Bettencourt.

A cambio, habría ofrecido a Azibert su ayuda para obtener un puesto de prestigio al que éste aspiraba en Mónaco, aunque nunca lo consiguió.

Los jueces dictaminaron que hubo un «pacto de corrupción» entre los tres hombres.

Sarkozy apeló la condena, lo que suspende la ejecución provisional de la pena que había sido conmutada a arresto domiciliario con brazalete electrónico, pero no excluye ir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

«Sería doloroso para mí que condenaran a mi propio país, pero estoy dispuesto a hacerlo», añadió.

Retirado de la política desde 2016 pero todavía muy popular en la derecha francesa por su estilo combativo y su discurso duro sobre la delincuencia y la inmigración, Sarkozy tiene varias cuentas pendientes con la justicia.

El 17 de marzo está previsto que se enfrente a un segundo juicio en el caso «Bygmalion», relativo a los gastos de su campaña presidencial de 2012.

También ha sido acusado de haber recibido millones de euros del líder libio Muammar Kadafi para su campaña electoral de 2007.

Y en enero, los fiscales abrieron otra investigación sobre presunto tráfico de influencias por sus actividades de asesoramiento en Rusia.

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