Escritora Gioconda Belli denunció acoso contra su hermano en Nicaragua

Humberto Belli salió del país centroamericano en medio de la serie de arrestos a opositores al Gobierno, incluso ex líderes sandinistas, y aspirantes a la Presidencia, a cinco meses de las elecciones.

La casa particular del exministro y directivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) Humberto Belli fue asaltada hoy, un día después de que la propiedad fuera allanada y dos días después de que se dictara una orden de detención contra el exfuncionario, que está en Estados Unidos, denunció hoy su hermana, la escritora Giaconda Belli.

“Ingenua, pensé que después del allanamiento de casa de mi hermano no pasaría nada peor. Anoche, vestidos como ladrones, a las 3 am entraron y se llevaron absolutamente TODO de la casa. Amenazaron mi cuñada y mi sobrina. No sé ni cómo calificar este horror”, escribió la autora en su Twitter y en otro mensaje agregó: «El nivel de violencia e irracionalidad de estos últimos días me recuerda los últimos días de la dictadura somocista».

Humberto Belli salió del país centroamericano en medio de la serie de arrestos a opositores al Gobierno, incluso ex líderes sandinistas, y aspirantes a la Presidencia, a cinco meses de las elecciones.

Esta semana, el titular de la Asamblea Nacional de Nicaragua, el oficialista Gustavo Porras Cortés, defendió las detenciones en diálogo con la cadena Telesur: «Ellos directamente o a través de sus respectivas ONGs han recibido millones de dólares de los contribuyentes de Estados Unidos a través de Usaid (agencia de ayuda humanitaria estadounidense), la NED, IRI y otras agencias, con el objetivo de derrocar al Gobierno electo del presidente Daniel Ortega».

Sin embargo, las autoridades aún no han hecho pública ninguna evidencia sobre esos presuntos intentos de desestabilización.

Con este mismo argumento, las autoridades nicaragüenses dictaron el jueves pasado una orden de arresto a Belli, quien no acudió a la Fiscalía que investiga a directivos de la Funides, un centro de pensamiento sobre la coyuntura socio-económica.

«En otro país, mi hermano habría ido a la Fiscalía a defender su inocencia, pero en éste donde te condenan sin razón, ni juicio, hizo bien en prevenir e irse del país», escribió Gioconda Belli.

Su hermano fue ministro de Educación durante el Gobierno de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997) y es un fuerte crítico de Ortega.

Según la Fiscalía, se investiga a Funides y sus juntas directivas, por tener «indicios de que han atentado contra la sociedad nicaragüense y los derechos del pueblo y por haber recibido recursos económicos financiados por fuentes extranjeras».

Los arrestos a opositores comenzaron el 2 de junio con la detención de la aspirante presidencial Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta, a quien acusan de lavado de activos.

También están detenidos el exdiplomático Arturo Cruz, el politólogo Félix Maradiaga y el economista Juan Sebastián Chamorro, primo de Cristiana.

Además de los precandidatos hay arrestados 12 opositores, entre estos destacados miembros de la disidencia sandinista, líderes de la sociedad civil, empresarios y dos extrabajadores de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, que presidía Cristiana.

Ortega, de 75 años y líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), está en el poder desde 2007 y aún no oficializó si buscará un cuarto mandato en los comicios del 7 de noviembre.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó ayer en un comunicado su “enérgica condena por el grave escalamiento de la represión» y urgió al Estado de Nicaragua a cesar estos actos y «liberar a todas las personas privadas de la libertad arbitrariamente».

En tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken pidió en su Twitter «liberar de inmediato a todos los presos políticos y realizar elecciones libres y justas para que los nicaragüenses puedan elegir democráticamente a sus líderes».

Según el sitio de 100% Noticias de Managua, Belli estuvo hoy en Miami con integrantes de lo que llamó “la diáspora nicaragüense” y el alcalde de Ciudad Doral, Juan Carlos Bermúdez, quien anticipó que propondrá más sanciones contra el Gobierno de Ortega y propiciará que el FSLN sea declarado “organización terrorista” por Washington.

Al repudio de varias organizaciones, incluyendo la OEA, se sumó ayer también el escritor, novelista y exvicepresidente sandinista Sergio Ramírez, que ayer hizo un llamado a la «solidaridad internacional» ante la ola de arrestos.

«La mano torpe de la injusticia dictatorial en Nicaragua está persiguiendo y tomando como rehenes a gente justa, mujeres y hombres dignos de todas las condiciones sociales y aterrorizando sus hogares», denunció Ramírez, vicepresidente durante el primer Gobierno sandinista 1979-1990.

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