El ministro de Educación, Raúl Figueroa, dijo que espera mantener abiertos los distintos establecimientos educativos para clases presenciales, aunque estos se encuentren en localidades que estén en cuarentena, cuando el país se acerca a los 1,5 millones de casos confirmados y 31.000 muertes certificadas (con PCR) por coronavirus.
La idea de Figueroa se respalda en la propuesta del Colegio Médico (Colmed), que presentó una estrategia sanitaria denominada “Plan Vivos Nos Necesitamos: Unidos para eliminar el virus».
El programa prioriza entre otros puntos, el retorno a clases presenciales en una nueva fase bautizada como “Etapa Cero”, de naturaleza aún más restrictiva que la cuarentena o fase 1 del actual plan del Gobierno, “Paso a Paso”.
«La propuesta del Colegio Médico es muy interesante en cuanto pone la presencialidad de la educación como una prioridad», dijo Figueroa a El Diario de Cooperativa.
La propuesta del Colmed, sostiene la necesidad de que la asistencia presencial a clases sea voluntaria y que se mantengan los protocolos sanitarios dentro de cada recinto.
El ministro recalcó que «las cuarentenas han sido un problema desde el punto de vista educativo», debido a los avances o retrocesos que presentan comunas entre fase 1 (cuarentena) y fase 2 (cuarentena sólo los fines de semana), y que tiene por ejemplo a la Región Metropolitana en cuarentena total desde el sábado pasado.
En este sentido, Figueroa dijo que su despacho está sosteniendo conversaciones con el Ministerio de Salud, aunque admite que «esto es súper complejo”, ponderando que la “estrategia sanitaria es difícil y la educación es uno de los factores”.
Sin embargo, Figueroa insistió que de acuerdo a la experiencia chilena, “los brotes Covid en colegios son, en extremo, acotados”, ubicándose en 2%.
«Los colegios -en Chile y afuera- siguen siendo lugares, cumpliendo con las exigencias sanitarias, más seguros que otros, y creo que eso es muy relevante poder transmitírselo con fuerza a las familias», dijo el titular de Educación.
El plan de vacunación de Chile cuenta con más 20,6 millones de dosis administradas y superando las 9 millones de personas con dos dosis, entre los que destaca la población de trabajadores de la educación en su totalidad, pues fueron de los primeros grupos en ser inoculados antes de que se iniciara el año escolar en marzo. (Télam)