Los Talibanes se quedaron con una buena cantidad de armas de EEUU en Afganistán

Fotos y videos muestran a los talibanes con armas de fuego y vehículos que usaron las tropas del Pentágono o que proveyeron a las fuerzas de seguridad nacional afganas, así como con avanzados helicóptero UH-60 Black Hawk y otros equipos en el aeropuerto de Kandahar.

La Casa Blanca informó hoy que gran parte de las armas estadounidenses entregadas a las fuerzas armadas afganas se encuentran ahora en poder de los talibanes y que el presidente Joe Biden no ha hablado con ninguno otro líder mundial desde que el movimiento islamista tomó el poder del país.

«Todavía no ha hablado con ningún otro líder mundial», comunicó hoy Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, en una conferencia de prensa desde la Casa Blanca, en la que además informó que ya terminó la evacuación del personal diplomático estadounidense.

«Yo mismo, el secretario (Antony) Blinken y varios otros miembros de alto nivel del equipo hemos estado en contacto de forma regular con homólogos extranjeros y tenemos la intención de hacerlo en los próximos días», anticipó, citado por la agencia de noticias AFP.

En la misma línea, Sullivan declaró que una buena cantidad de armas estadounidenses entregadas a las fuerzas armadas afganas ahora están en poder de los talibanes, luego de que tomaran el control de Afganistán tras dos décadas de guerra con Estados Unidos.

Fotos y videos muestran a los talibanes con armas de fuego y vehículos que usaron las tropas del Pentágono o que proveyeron a las fuerzas de seguridad nacional afganas, así como con avanzados helicóptero UH-60 Black Hawk y otros equipos en el aeropuerto de Kandahar.

«No tenemos una idea completa, obviamente, de dónde ha ido a parar cada artículo de material de defensa, pero ciertamente una buena cantidad ha caído en manos de los talibanes y, obviamente, no creemos que nos las van a entregar fácilmente en el aeropuerto», declaró, citado por la agencia de noticias Sputnik.

Sullivan argumentó que la pérdida del control de suministros militares de millones de dólares a manos de un actor político-militar al que hace décadas consideran como un enemigo es un ejemplo de «la difícil decisión que enfrenta el presidente en el contexto del fin de una guerra de 20 años».

También intentó transmitir tranquilidad descartando la posibilidad de que los talibanes establezcan una relación «simbiótica» con el Estado Islámico (EI).

«Está bastante bien documentado que los talibanes y el ISIS-K (EI) luchan entre sí, así que no preveo una relación simbiótica allí, aunque estos son escenarios dinámicos, por lo que tendremos que ver cómo evoluciona», analizó.

Los talibanes iniciaron su ofensiva en mayo, luego que Biden anunciara la salida de las tropas estadounidenses para finales de este mes, y tras tomar casi todo el país en los últimos diez días, entraron en Kabul el domingo pasado y provocaron la huida del presidente Ashraf Ghani.

Las fuerzas gubernamentales, que habían sido respaldadas por las tropas estadounidenses desde 2001 hasta el anuncio de su repliegue tres meses atrás, sucumbieron rápidamente ante la insurgencia islamista y cedieron el control de grandes almacenes de armamento.

La repentina carrera para sacar a los extranjeros de Afganistán tras la victoria de los talibanes agarró desprevenida a la Casa Blanca y despertó preocupación en Europa por la posible llegada masiva de refugiados.

Luego de horas de tensión por las aglomeraciones desencadenadas por los miles de ciudadanos afganos y diplomáticos que se agolparon ayer en el aeropuerto de Kabul en un intento desesperado por salir de Afganistán, que desembocó en el cierre del establecimiento por problemas de seguridad, esta madrugada el Pentágono anunció la reanudación de las operaciones de evacuación.

Hoy, el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, informó que si bien ya se había concluido con el retiro de su principal presencia diplomática, parte del personal de la embajada permanecía en Afganistán para ayudar en los esfuerzos de evacuación en el aeropuerto.

«Ahora hemos completado nuestra reducción de la presencia diplomática y en este momento ya no necesitamos facilitar las salidas para nuestro personal de la embajada», aseveró Price, en conferencia de prensa.

La salida definitiva del ejército estadounidense de Afganistán, que había sido acordada por el expresidente Donald Trump (2017-2021) y los talibanes, se concretará en las próximas semanas; una decisión defendida por Biden ya que, según él, los estadounidenses «no deben morir en una guerra que los afganos no están dispuestos a luchar por sí mismos».

Actualmente, según la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, la atención del Gobierno se centra en el tenso proceso de evacuación de miles de estadounidenses y aliados afganos de Kabul, lo que implica «una coordinación a un nivel inferior al de los líderes y jefes de Estado».

Sullivan afirmó hoy que los talibanes les prometieron «un pase seguro» para los civiles que quieran abandonar el país.(Télam)

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