Sin pistas sobre sucesión, Presidente italiano inicia mañana su último semestre en el cargo

El presidente italiano Sergio Mattarella iniciará mañana el denominado "semestre blanco" en el cargo, como se conoce a los últimos seis meses en los que por mandato constitucional no puede convocar a nuevas elecciones ni disolver el Parlamento, en un marco en el que no hay pistas sobre quién podría sucederlo a partir de febrero.

El semestre blanco de Mattarella, de 80 años, marcará la cuenta regresiva hacia el fin del mandato de siete años iniciado el 3 de febrero de 2015 en base a un acuerdo parlamentario de diversas fuerzas.

Si bien la Constitución le permite optar por un segundo mandato, Mattarella ya deslizó varias veces su intención de traspasar la jefatura de Estado cuando termine su actual período.

«En ocho meses termina mi mandato como presidente. Soy viejo, en unos meses podré descansar», planteó el mandatario en mayo, mientras que a fines de 2020 había dicho que 2021 será su «último año» en el cargo.

Desde mañana, según prevé la Constitución, Mattarella quedará impedido de disolver el Parlamento de 630 diputados y 315 senadores, así como de llamar a nuevas elecciones.

Con el premier Mario Draghi en su cargo desde febrero pasado, y con las elecciones para el Parlamento previstas recién para marzo de 2023, la prensa italiana especulaba con la posibilidad de que el mandatario buscara un segundo mandato breve hasta los nuevos comicios.

Por el momento, de todos modos, y mientras el país proyecta un crecimiento económico en torno al 5% bajo el liderazgo de Draghi, aún no hay pistas claras sobre la sucesión de Mattarella.

En los últimos meses, además de un posible «Mattarella bis» breve, diversas versiones han ubicado al propio Draghi como candidato, además de figuras como la ministra de Justicia y expresidenta del Tribunal Constitucional Marta Cartabia, que podría ser la primera mujer en llegar a Presidencia del país.

Mattarella fue electo el 31 de enero de 2015, en la cuarta votación del Parlamento, luego de que en los primeros tres intentos el nombre del ahora mandatario no alcanzara los dos tercios de los votos necesarios.

En la cuarta vuelta, que exige por Constitución solo la mitad de los votos, le permitió obtener el cargo al que había sido propuesto por el entonces premier Matteo Renzi con 610 apoyos sobre 1.009 votos.(Télam)

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