¿Cómo elegir la parrilla ideal?

Algunos ítems a tener presentes antes de comprar la parrilla para tu hogar.

Las parrillas se han convertido en un aliado de las cocinas actuales, no como añadidura de esta parte de la casa, sino como complemento de parques y balcones. Las hay de distintos tipos y tamaños; también con una estética refinada que quedan muy bien en los ambientes al aire libre o cerrados.

Una cuestión a tener en cuenta es el espacio adonde se va a instalar, así como la cantidad de personas a las que se le desea cocinar. ¿Se invita mucha gente a la casa? ¿O solo se trata de un grupo reducido de amigos o familia? Sabiendo esto, es un primer avance para elegir la parrilla adecuada a las propias necesidades.

Por otro lado, ¿se la quiere fija en un lugar o se desea poder manipularla en distintos ambientes del hogar? Del balcón al parque, o viceversa, o bien, a la cocina por si el tiempo no ayuda. La opción de las parrillas móviles que llevan ruedas que facilitan su movilidad es una buena variante para la comodidad deseada.

Beneficios de la cocción en parrillas

Ya sea pescado, carnes o vegetales, las parrillas cocinan de todo. Tienen como gran beneficio que conservan los sabores de una manera más orgánica. Es decir, se intensifica su gusto. Y, para lograr eso, no se necesitan más agregados que los condimentos de siempre: sal, pimienta o hierbas.

En el caso de cocinar los vegetales a la parrilla, estos conservan en mayor medida la humedad que contienen. Berenjenas, calabazas, zanahorias, papas y tomates quedan exquisitos y preservan todos sus nutrientes.

Con los pescados sucede algo particular. Debido a que son más delicados para su preparación, hay que manipularlos con ciertos recaudos. Por ejemplo, se pueden envolver en papel aluminio o bien, colocarlos en alguna fuente especial que hará más fácil su cocción en la parrilla. Sin duda, quedarán riquísimos y con un sabor muy particular que dan estos instrumentos de cocción.

Salmón, besugo, congrio dorado o negro, merluza, pez espada o sardina austral son algunas de las especialidades que se pueden realizar a la parrilla; tendrán un sabor y textura extraordinarios.

Por otro lado, las grasas se cocinan de manera más sana, ya que suelen desprenderse a lo largo del proceso de cocción. Al caer a las brasas, generan el sabor ahumado que es el gusto especial que brinda la cocción en parrilla.

Es un hecho, los platos que se consiguen cocinando a la parrilla son más saludables y sumamente deliciosos.

                Fuente: Pixabay

Distintas opciones de parrilla

Tan solo queda elegir qué resulta mejor: ¿la parrilla a gas, eléctrica o carbón? Si bien cada una tiene sus pro y sus contras, aquí dejamos algunos tips a tener en cuenta.

Parrilla a carbón

Por un lado, la parrilla a carbón es la clásica que mantiene el sabor ahumado tan característica de este tipo de cocción. Resulta ideal para los amantes de los asados.

Parrilla a gas

La parrilla a gas es una buena elección gracias a su rápido precalentado: se enciende y calienta al instante, ya que no lleva el proceso de esperar a que tomen calor los quemadores. Además, no hay que preocuparse por la compra de leña o carbón, lo cual a veces, resulta incómodo en departamentos o casas más pequeñas.

El inconveniente de la parrilla a gas es con los cortes de carne más grasos, ya que cuando ésta cae en los quemadores, hace encender las llamas. Para solucionarlo solo basta con elegir cortes con menos grasas.

Parrilla eléctrica

Por último, la parrilla eléctrica se asemeja más a cocinar en cualquier plancha. Sin duda, son muy fáciles de usar y ofrecen una funcionalidad básica. Se recomienda mantenerla encendida unos diez o quince minutos antes de cada cocción.

Si bien son ideales gracias a la practicidad de su uso, no aportan un sabor ahumado.  Por lo demás, resultan muy buenas para cocciones más “limpias”.

En líneas generales, es importante mantener las parrillas limpias. Deben estar en óptimas condiciones para cada vez que se quiera cocinar. Entonces, una vez utilizadas y enfriados los quemadores, es preciso limpiarlas con un cepillo de cerdas duras que quite toda la grasa restante.

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