Entre filas y reencuentros, Feria del Libro de Madrid recibe al público de nuevo

En un año sin pandemia, la Feria en el Retiro podía albergar unas 250.000 personas pero con la emergencia sanitaria solo se permitieron 34.000 y con un máximo de 3.900 personas en el recinto al mismo tiempo

Como una postal de la vida prepandemia, la Feria del Libro de Madrid, una de las citas literarias más importantes de habla hispana, tuvo el pasado fin de semana su primera jornada para celebrar su 80° edición en formato presencial en el parque del Retiro, donde recibió el visto bueno del público que con filas y barbijos superó las expectativas haciendo largas filas para la firma de ejemplares o para ingresar a los recintos.

Si la programación y coordinación de una feria supone logísticas complejas, la edición de un evento de semejante tradición y volumen en el marco de una pandemia implica un doble desafío. Es que después de dos años sin presencialidad, el pasado 10 de septiembre la Feria del Libro de Madrid volvió a reunir a lectores, escritores y libreros en una apuesta que se organizó en clave de cuidados: protocolos para garantizar el aforo, medidas de protección personal y rediseño del espacio con una circulación pautada en sus sentidos para transitar ya que se colocaron menos accesos con la intención de ordenar las caminatas de los visitantes. «La pandemia está aún aquí y la seguridad y responsabilidad son la prioridad, pero vamos a estudiar los datos», sostuvo al diario El País Manuel Gil, director del evento.

En un año sin pandemia, la Feria en el Retiro podía albergar unas 250.000 personas pero con la emergencia sanitaria solo se permitieron 34.000 y con un máximo de 3.900 personas en el recinto al mismo tiempo, lo que en el primer fin de semana se tradujo en largas filas para ingresar con demoras que obligaron a desarrollar la paciencia y los organizadores a evaluar otras estrategias para evitar largas esperas. Porque, como se sabe, con la pandemia todo puede cambiar y nadie descarta la posibilidad de hacer reajustes para garantizar una mejor experiencia en la feria.

Así lo muestran algunos medios españoles como El País o ABC, que reflejan el descontento de los visitantes frente a las largas filas para ingresar. Pero, como dijo uno de ellos, «mucha cola, mucha espera pero cuando estás adentro te apetece seguir viendo y disfrutando de esta feria».(Télam)

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