Nueva versión de Secretos de un matrimonio adapta en clave moderna un drama muy poderoso

"Son dos personas que no logran separarse verdaderamente la una de la otra, de alguna manera son almas gemelas que cuando quieren alejarse, simplemente no pueden hacerlo. Cada vez que se encuentran, surge algo que es especial e imparable entre ellas", resumió el cineasta

El realizador israelí Hagai Levi, que el domingo pasado estrenó en la plataforma HBO Max la miniserie «Secretos de un matrimonio», adaptada de la versión original del reconocido cineasta sueco Ingmar Bergman que explora los aspectos más íntimos y contradictorios de una pareja en plena desintegración, consideró que la nueva producción narra un drama «muy poderoso» en clave contemporánea.

«Son dos personas que no logran separarse verdaderamente la una de la otra, de alguna manera son almas gemelas que cuando quieren alejarse, simplemente no pueden hacerlo. Cada vez que se encuentran, surge algo que es especial e imparable entre ellas», resumió el cineasta.

Temas como el amor, el odio, el deseo, la monogamia, la fidelidad y otros eternos dilemas de una pareja son los que pueblan los intercambios llevados a la pantalla chica en 1973 por Bergman con un foco honestamente brutal y filoso sobre un matrimonio quebrado, de un modo prácticamente teatral en sus escenarios y diálogos.

En ese sentido, la narrativa de Levi -desarrollada a lo largo de cinco episodios que pueden verse de manera semanal- retorna a esa esencia con mucha sensibilidad en un profundo y casi constante uno a uno encarnado en su antecesora por los intérpretes Erland Josephson y Liv Ullmann en los roles de Johan y Marianne, quienes deciden divorciarse tras una infidelidad y, aún con el paso de los años, no pueden evitar sostener el apasionado vínculo que los une.

Sin embargo, el giro ejecutado por Levi que empuja la historia a la actualidad -con los cambios vistos y en marcha desde hace tiempo en relación al lugar de la mujer en la sociedad y a raíz del cuestionamiento a las instituciones familiares tradicionales- es la inversión de los papeles en términos actualizados de género: «Subvertirlos era la clave», aseguró sobre su relectura, que días atrás recibió las primeras y muy favorables consideraciones por parte de la crítica especializada que la vio en el Festival de Venecia.

Es que en esta ocasión es Mira (la dos veces nominada al Oscar Jessica Chastain) la que trabaja como una ambiciosa ejecutiva que se siente poco satisfecha con el matrimonio que comparte con Jonathan (Oscar Isaac), un complaciente e intelectual profesor de filosofía que da clases desde su casa y se dedica a cuidar a la hija de ambos, Ava.

Una mujer que ambiciona tenerlo todo mientras malabarea las demandas de su carrera y la maternidad y su compañero, desesperado por mantener viva la relación, son entonces los protagonistas de un relato que pasó -con casi cincuenta años entre uno y otro- de mostrar un vínculo patriarcal, con un hombre proveedor y dominante y su sumisa esposa-ama de casa, a uno más moderno e identificado con las parejas occidentales contemporáneas.

«Vi la original a los 18 años, y no sabía exactamente qué estaba mirando. Crecí en una comuna muy pequeña y muy religiosa, así que no estaba expuesto a ningún tipo de arte, y definitivamente no estuve expuesto a la televisión hasta mucho más tarde», contó el director.

Aún así, ese primer contacto con «Secretos de un matrimonio» le provocó «un extraño y claro sentimiento de que se trataba de una obra de arte» que se convirtió en una clara influencia en su trabajo posterior, como se vio en los atractivos tonos de las series dramáticas «In Treatment» y «The Affair».

Pero no fue hasta 2013 cuando Daniel Bergman, el hijo del cineasta -considerado por un numeroso grupo de académicos como uno de los mejores de la historia-, decidió que era momento de producir una nueva adaptación de la tira, y buscando a quién convocar dio con las anteriores creaciones de Levi, quien se sintió «tan intimidado como entusiasmado» de encarar ese desafío.

«Algo que ayudó mucho es que Oscar Isaac y Jessica Chastain son muy cercanos, trabajaron juntos en otras ocasiones (en la cinta de 2014 «El año más violento») y estudiaron juntos en la universidad, así que se conocen de larga data, y eso creó una sensación de intimidad inmediata tanto en los ensayos como en las filmaciones», comentó el realizador.

«Estoy muy agradecido porque siento que dieron todo de sí y confiaron en mí. Estuvieron involucrados por completo en el proyecto, y se animaron a ir a lugares muy oscuros en el proceso», concluyó.

La miniserie original una gran recepción entre el público y la crítica y luego fue reeditada en formato cinematográfico, lo que le permitió a Bergman obtener el Globo de Oro a Mejor película en idioma extranjero.

Tiempo después, en 2003, el sueco retomó la trama para la pantalla grande y dirigió la secuela «Saraband», con Ullmann y Josephson repitiendo sus papeles, la que sería su última película antes de su fallecimiento cuatro años más tarde.(Télam)

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