Paul Auster publica libro sobre la fascinante vida y creatividad de Stephen Crane

"Crane es una figura enigmática. Su personalidad tiene facetas muy contradictorias, todas fascinantes. Me di cuenta de que si quería comprenderlo, necesitaba filtrarlo por el tamiz de la imaginación", dice el autor en una entrevista al diario El País.

Paul Auster acaba de publicar «La llama inmortal de Stephen Crane», una biografía del autor de «La roja insignia del valor» y uno de los más influyentes de la literatura estadounidense, que falleció en 1900 a los 28 años de tuberculosis, y cuya personalidad, para el escritor reviste «facetas muy contradictorias, todas fascinantes».

Nacido en 1871 en Newark (Nueva Jersey), Crane fue el noveno de los 14 hijos que tuvieron sus devotos padres metodistas. Su hermana, Agnes Elizabeth, también murió a los 28 años pero de meningitis, mientras que su hermano Luther falleció al caer bajo un tren en marcha cuando trabajaba de guardavía.

En su breve pero intensa trayectoria literaria de solo ocho años y medio produjo una obra maestra «La roja insignia, dos novelas cortas, tres docenas de relatos, recopilaciones de poemas y más de 200 artículos periodísticos.

El proceso de escritura del libro, editado por Seix Barral, surgió tras leer autores que formaban parte de una lista de lecturas pendientes, entre ellos Crane, a cuyas obras que Auster se dedicó luego de escribir su última obra «4, 3, 2, 1» que, según explica, lo dejó «agotado».

«Stephen Crane estaba en la lista. Tenía una antología de 500 páginas. La abrí al azar y lo primero con lo que me tropecé fue ‘El monstruo’, un relato de 60 páginas del que jamás había oído hablar. Su lectura me dejó anonadado. Devoré el resto de la antología y me interesó tanto que me hice con una edición de 1.400 páginas de sus obras escogidas. Me parecieron tan fascinantes que me leí de principio a fin los 10 volúmenes de sus obras completas: ficción, periodismo, poesía, piezas breves, todo. Entusiasmado, me puse a investigar acerca de su vida, que está llena de episodios apasionantes. Decidí escribir un libro sobre él, de unas 200 páginas, pensé cuando empecé, pero al final han salido 800», explicó.

«Crane es una figura enigmática. Su personalidad tiene facetas muy contradictorias, todas fascinantes. Me di cuenta de que si quería comprenderlo, necesitaba filtrarlo por el tamiz de la imaginación», dice el autor en una entrevista al diario El País.

Según el autor «La trilogía de Nueva York» y «El palacio de la Luna», Crane «cambió las reglas del juego, elevó el arte de narrar a otro plano, liberó a la novela norteamericana de las convenciones que la tenían aprisionada desde hacía 150 años».

En este sentido, señala que Henry James «era un genio que comprendió inmediatamente que Crane era el futuro de la literatura» e influyó en la literatura de Joseph Conrad.

Auster manifiesta que si bien la reputación de Crane «descansa sobre «La roja insignia del valor» y «Maggie, una chica de la calle», lo que más llamó su atención son «los textos cortos, en especial dos relatos de unas 30 páginas cada uno, «El bote a la deriva» y «El hotel azul».

El primero de los relatos «está basado en una experiencia real de Crane, que sobrevivió a un naufragio frente a las costas de Florida cuando se dirigía a Cuba como periodista», dice Auster y señala que «es la crónica del día y medio que pasó en alta mar con el capitán y dos tripulantes, intentando alcanzar la orilla. Aquella experiencia cambió su visión de las cosas: la solidaridad entre los cuatro hombres que iban en el bote le hace ver que en el mundo impera el sinsentido».

En tanto «El hotel azul» «es una historia enigmática, un relato escalofriante en el que en ningún momento se sabe exactamente qué sucede ni por qué. Tiene lugar en un paisaje onírico y solitario de Nebraska». (Télam)

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