Así enfrenté la pandemia… y salí adelante: Manuel Hernández

Periodista de profesión, actualmente trabaja en El Mercurio, dice que ha crecido “muchísimo” durante la pandemia y vivido fuertes experiencias, especialmente el tener que despedir a la distancia a su abuelo. “Por las restricciones sanitarias mi familia no pudo viajar a Lechería (nuestra ciudad en Venezuela) para procesar su duelo”, cuenta.

“Habitualmente busco nuevas formas de expresarme. Mi trabajo como periodista es, digámoslo así, la columna vertebral. Pero a principios de la pandemia necesitaba hablar de otros temas y probé con un podcast. Fueron pocos episodios porque la cobertura del peak de la emergencia sanitaria y adecuarme al teletrabajo me demandó mucho tiempo, pero me ayudó en ese momento. Este periodo me confirmó que comunicar es lo que más disfruto hacer”, señala Manuel Hernández, joven periodista que llegó a probar suerte a Chile desde Venezuela y que al poco andar comenzó a colaborar con la revista Ya y el Cuerpo C. Luego fue contratado por El Mercurio.

“Si pienso en estos 19 meses de pandemia me da la impresión de que han pasado pocas cosas. Después me doy cuenta de que han sido muchísimas (buenas y malas)” resume. Y agrega que la cobertura ha estado muy enfocada en la emergencia sanitaria. “A nivel personal y profesional fue muy agotador y complejo porque era la primera que todos los periodistas del mundo nos enfrentábamos a un virus de esta magnitud. Aún así, ha sido positivo en mi carrera, he crecido muchísimo”.

En lo personal, la virtualidad también afectó su vida diaria. “Pasé de vivir con mi hermano, a vivir solo porque el teletrabajo nos demandaba más espacio. Recientemente me mudé con una amiga porque los efectos de la cuarentena (y seguir trabajando desde casa) me pidieron tener compañía afuera de las pantallas durante mi cotidianidad”.
Como inmigrante vivió uno de los dramas de la lejanía, la pérdida de un pariente. “Creo que lo más difícil fue tener que despedir a mi abuelo paterno a la distancia. Soy venezolano y por las restricciones sanitarias mi familia no pudo viajar a Lechería (nuestra ciudad) para procesar su duelo”, rememora.

Siente que este periodo lo ha vivido, a pesar de las restricciones, con el apoyo de mucha gente. “Mi familia ha sido muy importante. También mis compañeros de trabajo, que se han convertido en grandes amigos. Mis amigos (los nuevos y los de toda la vida) que me escuchan y alientan cada vez que necesito. La música. Y también los libros, estoy leyendo mucho más y disfrutando de los lugares a los que fui leyendo cuando no podíamos viajar”.

Uno de los momentos más estresante, relata, fue cuando su familia contrajo el Covid. “Mi papá es diabético y fue el que más se complicó: estuvo cinco días con mucha fiebre y estuvimos a punto de hospitalizarlo. Por suerte mejoró en casa, acompañado de mi madre.

Hoy, con las tres dosis en el cuerpo, Manuel nos cuenta que afortunadamente él no se contagió la enfermedad.

Respecto al futuro, cree que las reconversiones nunca son para siempre, pero que tampoco se podrá volver a lo que teníamos antes. “Al menos no de la misma manera. Me gusta como estoy ahora, pero sé que las cosas cambiarán en algún momento. Por eso intento mentalizarme de que los cambios vendrán y tengo que saber cómo asumirlos, aunque me cuesta soltar”, afirma.

¿Un consejo? “Que se tengan paciencia y se abracen. Que si necesitan ayuda, la busquen. Un par de meses antes de la pandemia había comenzado a hacer terapia y creo que mi psicóloga ha sido clave para salir adelante estos años. La emergencia sanitaria nos cambió la vida, y evidentemente me siento privilegiado porque muchas familias han sufrido pérdidas enormes, pero nacer y crecer en un país en crisis como Venezuela me enseñó que la incertidumbre también es buena si la aprovechas. Tener incertezas puede ayudar a pensar con más claridad si apartamos el ruido”.

Para lo que viene, Manuel espera que su proyecto sea seguir comunicando. “Me gustaría hacer muchas cosas más. Suelo jugar con que solo tengo 26 años (casi 27), así que tengo tiempo para probar cosas nuevas y descubrirme: seguir escribiendo, leyendo, quizás en algún momento dar clases, probar nuevas formas de acercarme a las personas y contar distintas historias. No lo sé, aún no tengo tan claro el cómo, pero sí el qué”.

 

Este reportaje, que integra una serie de entrevistas que El Periodista publicará durante octubre, cuenta con el apoyo del Fondo de Medios de Comunicación Social 2021 del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago y el Ministerio Secretaría General de Gobierno.

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