Periodista colombiana tildó de «histórica» condena al Estado por su secuestro y violación

La periodista fue torturada y violada por paramilitares que la secuestraron frente a la cárcel La Modelo de Bogotá mientras investigaba una red de tráfico de armas en el penal.

La periodista colombiana Jineth Bedoya, Premio Mundial a la Libertad de Prensa de la Unesco en 2020, tildó de «histórica» la condena de la Corte-IDH al Estado de Colombia por su secuestro y violación a manos de paramilitares y aseguró que servirá de ejemplo en América Latina.

«Es una sentencia histórica. Las decisiones de la Corte como reparación son política pública, pero además es jurisprudencia para todo el hemisferio no solamente para Colombia y es allí donde está el triunfo de todos estos años de buscar justicia», expresó la periodista de 47 años, durante una conferencia de prensa en Bogotá.

De acuerdo con la condena que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) anunció ayer, las agresiones que sufrió Bedoya en el 2000 contaron con la complicidad de la policía y «no pudieron llevarse a cabo sin la aquiescencia y colaboración del Estado, o cuanto menos con su tolerancia».

La periodista fue torturada y violada por paramilitares que la secuestraron frente a la cárcel La Modelo de Bogotá mientras investigaba una red de tráfico de armas en el penal.

La Corte-IDH exigió al Estado sancionar a los responsables, crear mecanismos de reparación simbólicos para las víctimas de violencia sexual, capacitar a los funcionarios públicos en violencia de género, crear un sistema de datos sobre agresiones a mujeres y pagar una compensación económica aún no establecida.

«Tal vez nunca yo pueda ver tras las rejas al general de la policía que ordenó mi secuestro, ni a los hombres que lo secundaron. Pero eso quedará en la conciencia del Estado, y en la inoperancia de la Fiscalía General de la Nación que contribuyó a esta impunidad. Mi resarcimiento está sellado, la Corte Interamericana se ha pronunciado», aseguró Bedoya.

Los paramilitares, algunos ya condenados por esta agresión, fueron milicias de ultraderecha que combatieron a sangre y fuego a las guerrillas de izquierda en Colombia con el apoyo de algunos militares.

El grueso de las fuerzas paramilitares se desmovilizaron en 2006, pero algunos grupos siguieron activos en el negocio del narcotráfico.

Además, la Corte-IDH consideró que el Estado desatendió las amenazas que había denunciado la reportera y violó su derecho a unas garantías judiciales que impidieran más de dos décadas de impunidad en su caso.

Bedoya lamentó que los últimos «cuatro gobiernos» no le hubieran dado nada más que «palmadas en la espalda», según citó la agencia de noticias Sputnik.

No obstante, si bien agradeció que el presidente Iván Duque acatara ayer la sentencia, denunció el «silencio» y la falta de «solidaridad» de las mujeres del gobierno como la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.(Télam)

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