Reunión de Viena: posibilidad de reactivar acuerdo con Irán

Para el analista Mario Sznajder, profesor emérito en Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, "la reunión de Viena va a ser muy compleja, pues las partes han polarizado sus posiciones".

                                                                                                                   Por Alberto Galeano

La confirmación de que Irán superó los niveles de enriquecimiento de uranio del acuerdo de 2015, constatada por el organismo de control de la ONU, plantea otro punto de discusión en las negociaciones que se reanudarán el 29 de noviembre en Viena entre Teherán y seis potencias mundiales.

Las conversaciones para restaurar el pacto se interrumpieron en junio pasado para permitir la toma de posesión del nuevo Gobierno del presidente iraní, Ebrahim Raisi.

Al grupo formado por China, Francia, Rusia, el Reino Unido, más Alemania, se sumará también en forma indirecta la Casa Blanca, que se retiró del convenio en mayo de 2018 bajo la presidencia del exmandatario Donald Trump.

Pero hasta la fecha las posiciones están divididas, ya que Teherán busca que Estados Unidos levante las sanciones «ilegales e inhumanas» contra ese país, incluida la calificación de «terrorismo», señaló el negociador iraní, Ali Bagheri. Irán solicita, además, que Washington no abandone el pacto en el futuro.

En tanto, el Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, manifestó que está dispuesto a dejar de lado aquellas sanciones que sean «inconsistentes» con el Plan de Acción Integral Conjunto (Jcpoa), como se denomina al pacto de 2015.

Si bien Irán sostiene que sus actividades nucleares tienen fines pacíficos, Estados Unidos e Israel temen que Teherán construya una bomba atómica con la que pueda amenazar a sus vecinos.

Esta semana, la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que Teherán acumula ya 17,7 kilos de uranio enriquecido hasta el 60%, una cifra que lo acerca al 90% necesario para desarrollar un arma nuclear. Sin embargo, el acuerdo de 2015 le había impuesto un tope de 3,67%.

Según dicho organismo internacional autónomo que forma parte del sistema de las Naciones Unidas, esos 17,7 kilos representan un aumento de enriquecimiento de uranio de casi 8 kilos desde agosto.

«Se espera que China y Rusia jueguen un gran rol en las próximas conversaciones, ya que sus respectivos negociadores en Viena sostuvieron una reunión virtual con su contraparte iraní (Ali Bagheri)», opinó Maziar Motamedi, de la cadena qatarí Al Jazeera.

El analista informó, además, que el martes Raisi mantuvo un conversación telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin, en la que le dijo que Irán tiene una posición «seria» con respecto a que Washington levante las sanciones económicas.

En medio de este panorama, el jefe del OIEA, el argentino Rafael Grossi, llegará el próximo lunes a Teherán para analizar la marcha del programa nuclear de ese país.

La agencia estatal Irna dijo que Grossi mantendrá negociaciones con representantes iraníes para discutir el estatus de cooperación entre Teherán y el organismo que preside.

En referencia al informe de la OIEA, el enviado provisional de Irán a las organizaciones internacionales con sede en Viena, Mohammadreza Ghayebi, dijo a la prensa que dicho organismo de control «debería evitar hacer comentarios apresurados o políticamente motivados a este respecto».

Para el analista Mario Sznajder, profesor emérito en Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, «la reunión de Viena va a ser muy compleja, pues las partes han polarizado sus posiciones».

«El problema es que Irán aprovecha toda la demora en las negociaciones para seguir adelante con su programa nuclear, mientras rechaza la ampliación del pacto a un convenio sobre limitaciones balísticas y también a otro acuerdo que limite las acciones encubiertas y descubiertas de Irán en Medio Oriente y más allá de éste», dijo Sznajder a Télam.

El experto recordó también que Israel «ha declarado que no permitirá que Irán adquiera capacidad nuclear militar».

El miércoles, los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), aliados de Estados Unidos, acusaron a Irán de «provocar una crisis nuclear», en lugar de promover lazos pacíficos y la estabilidad en la región.

Representantes de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahréin, Omán y Kuwait se reunieron en Riad con diplomáticos estadounidenses y condenaron las «políticas agresivas y peligrosas» que consideran tiene Teherán en la región.

Para Paulo Botta, director del Programa Ejecutivo en Medio Oriente de la Universidad Católica Argentina (UCA), «este es otro punto que había quedado fuera del pacto: incluir las consideraciones de los países árabes».

Botta opinó que «Estados Unidos está yendo en ese sentido. Mientras los países árabes hablan del regreso al proceso de negociación, el caso más complicado es Israel que dice que el acuerdo de 2015 es un problema para su seguridad».

«Aun así, muchas cosas dependen de EEUU e Irán. Pero otras están supeditadas a la posición de algunos socios de la Casa Blanca que a veces no le facilitan tanto los procesos en la toma de decisión», señaló el analista.(Télam)

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