Londres cancela celebraciones públicas de Año Nuevo por coronavirus

Khan agregó que su decisión es similar a la adoptada por muchas grandes ciudades de otros países a medida que la variante Ómicron se sigue propagando rápidamente.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, canceló las celebraciones públicas de la noche de Año Nuevo debido al aumento de casos de la variante Ómicron de coronavirus, que en la última semana superaron los 140.000, tres veces más que en la primera del mes.

Khan declaró el sábado el estado de emergencia para la capital del Reino Unido debido al impacto en los servicios sanitarios tras un aumento del 29% de las internaciones hospitalarias en la última semana.

La celebración prevista para 6.500 personas en la Plaza de Trafalgar en el centro de la capital británica reemplazaba el icónico espectáculo de fuegos artificiales, que suele reunir a más de 100.000 espectadores cada año.

En un comunicado, Khan dijo que la medida era parte de sus esfuerzos para «reducir la propagación del virus».

«La celebración (…) no se llevará a cabo en nombre de la seguridad pública, pero a cambio se celebrará una transmisión espectacular para dar la bienvenida al 2022 que se transmitirá en los canales de la emisora pública británica, BBC One e iPlayer», dijo el alcalde.

Mientras tanto, el alcalde instó al Gobierno a apoyar a la industria hotelera, a los negocios minoristas, turísticos, nocturnos y culturales de la capital, que se ven gravemente afectados por el impacto de Ómicron, que ya es la variante predominante en Londres

Khan agregó que su decisión es similar a la adoptada por muchas grandes ciudades de otros países a medida que la variante Ómicron se sigue propagando rápidamente.

Río de Janeiro, en Brasil, canceló sus celebraciones de la noche de Año Nuevo y París, la capital de Francia, la exhibición de fuegos artificiales.

Pese a ser uno de los países que más vacunas ha aplicado, el Reino Unido enfrenta una pavorosa alza de los contagios de coronavirus.

Autoridades sanitarias informaron ayer más de 91.000 casos, cerca del récord de más de 93.000 de la semana pasada.

El Gobierno británico ha vuelto a introducir restricciones que había levantado en julio, pero ayer descartó medidas más estrictas por ahora pese a crecientes presiones de sus asesores médicos y del sindicato de enfermeras.(Télam)

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