Debuta brazo robótico para operaciones en el Hospital Santiago Oriente Luis Tisné

Cerca de ocho operaciones se han realizado en el establecimiento público con este robot de última generación y creado por chilenos, capaz de llevar a cabo intervenciones de manera más rápida y sencilla.

La tecnología en el área de la salud avanza rápidamente, y en el Hospital Santiago Oriente Luis Tisné se han adaptando rápidamente a esa transformación. Por eso, ya se han llevado a cabo varias operaciones con el nuevo y moderno Levita Magnetic, un brazo robótico que permite realizar intervenciones más eficientes y menos invasivas, pues cuenta con una tecnología de cirugía magnética en la que un sistema de dispositivos permite mover órganos y tejidos en el abdomen desde afuera con un imán.

“Son dos brazos robóticos que los maneja el cirujano, quien logra ser mucho más autónomo en el procedimiento, pudiendo mover él mismo la cámara y realizando con el imán la tracción de la vesícula, en una operación de este tipo, cosa que hace un ayudante en una intervención convencional”, explica Vívian Soto, Country Manager de Levita Magnetic.

Esta tecnología fue creada por chilenos con ayuda de Sillicon Valley, y es la primera de Latinoamérica en ser aprobada por la FDA en EE.UU.

Levita Magnetic está desarrollando un estudio clínico (5 centros 100 pacientes) en el Hospital Santiago Oriente y otros centros privados de salud: “Somos el único centro público en el mundo donde se ha utilizado esta tecnología… llevamos siete procedimientos de colecistectomías, pero estos brazos pueden realizar cualquier otro que se pueda hacer a través de laparoscopia, como cirugías digestivas y ginecológicas”, explica el Dr. Julio Jiménez.

Para Vívian Soto, el Hospital Santiago Oriente Luis Tisné Brousse entrega la confianza para este tipo de dinámicas: “Aquí hemos hecho otros estudios y nos sentimos cómodos, porque se nos entregan todas las facilidades de acción, el personal está dispuesto a ayudar y aprender de estas nuevas tecnologías. Y esto pasa desde las jefatura hastael resto del personal”, sostiene.

Esta nueva tecnología es transversalmente beneficiosa. Los pacientes sienten menos dolor, por lo tanto reciben menos analgesia; tienen una recuperación más rápida y se les realizan menos incisiones. Los cirujanos tienen una visualización mejorada, controlan por completo los instrumentos laparoscópicos y tienen mayor autonomía. Y el establecimiento público puede desarrollar un mayor número de procedimientos y ser más eficiente, con menos carga para el personal.

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