Cinco motivos por los que vale la pena visitar Atenas en invierno

En la capital de Grecia, Atenas, viven alrededor de cinco millones de personas. Atenas tiene una historia cambiante y es considerada la cuna de la democracia y el hogar de los grandes filósofos.

                                                                                                                          Por Verena Wolff 
La capital de Grecia es muchas cosas: enorme, ruidosa, vivaz, histórica y, por supuesto, algo digno de ver. La mayoría de los turistas llegan a Atenas en verano, por lo general después de viajar por las islas.

Si bien muchos griegos tienen libre agosto y huyen de la ciudad, que se asemeja a un horno en el verano, las filas para ver las atracciones turísticas siguen siendo largas. Y si se quiere ir a un restaurante, conviene reservar. Pero las cosas se pueden hacer también algo distintas.

En la otra mitad de año, todo es mucho más relajado. Los atenienses vuelven a su hogar cuando las temperaturas en otros países más al norte de Europa comienzan a bajar. Es entonces cuando Atenas pertenece por completo a los griegos. Aquí, cinco motivos por los que la ciudad es también atractiva para los turistas en invierno:

1. Apenas hay que hacer fila para ver los atracciones de la ciudad

La Acrópolis, los museos, las excavaciones: Atenas tiene muchos atractivos turísticos de fama mundial que cuentan la historia de miles de años de la ciudad histórica. La Acrópolis, por ejemplo, con su Partenón -que era templo, iglesia e incluso mezquita, todo en uno- reina sobre todo desde su colina estratégicamente ubicada.

Quien quiera llegar al centro de la ciudad antigua en el verano, probablemente tenga que abrirse paso entre masas de turistas con 40 grados de calor. En invierno, en cambio, se pueden visitar todos los sitios históricos con tranquilidad.

2. Más lugar en los museos

Cerca de la entrada de la Acrópolis de Atenas se encuentra el Museo de la Acrópolis, inaugurado en 2009. Allí se encuentra una de las colecciones más grandes y valiosas de arte griego antiguo del mundo. En el piso hay cualquier cantidad de plexiglás, que permite echar un vistazo hacia los cimientos, ya que, como casi todo en Atenas, lo nuevo está construido sobre las ruinas de lo antiguo.

Mientras que en verano todos se dirigen por la tarde al museo climatizado, en invierno se pueden contemplar con toda tranquilidad las estatuas y demás objetos y dejar que esta historia antiquísima cale en uno. Esto corre no solo para el Museo de la Acrópolis, sino también para el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, el Museo Histórico Nacional de Atenas, la recientemente renovada Galería Nacional y el Museo de Arte Contemporáneo Goulandris.

3. Mucho tiempo para descubrir el universo culinario

Atenas se convirtió en los últimos años en un destino gastronómico y la elección de alimentos y restaurantes es enorme. Las personas que aprecian las buenas comidas y los buenos vinos encontrarán en Atenas numerosas tabernas, hostales y tiendas con especialidades del continente y las islas.

Además hay varios mercados que incluyen desde cafés y restaurantes hasta supermercados y tiendas de delikatessen. A veces incluso hay que estar atento y no pasar de largo delante de alguna entrada de aspecto común de una casa que, en muchos casos, puede albergar un café de larga tradición.

4. Ver la ciudad con los ojos de los locales

Pangrati es un barrio bastante antiguo que se está volviendo hipster. Se encuentra el este de la plaza Síntagma, que es algo así como el punto central de Atenas. «Aquí vive una mezcla bastante variopinta de personas», cuenta Spyridon Kagkas, quien pasea a turistas por su barrio como guía oficial. El recorrido transcurre a lo largo de sinuosas calles y a través de numerosas y animadas plazas.

Este distrito no es realmente turístico. Aquí solo se pierden las personas que han alquilado una vivienda privada. O quien reservó una visita gratuita con Spyridon Kagkas o uno de sus colegas de «This is Athens». Esta visita permite conocer la vida real de la capital griega. Kagkas también conoce los mejores restaurantes, bares y heladerías.

5. Excursiones a los alredores

Desde la animada ciudad se puede llegar rápidamente en transporte público a los alrededores y pasar, por ejemplo, un par de horas en la playa, incluso cuando las temperaturas son más frescas. Las playas más cercanas son Akti tou Iliou y Asteras Glyfada. Otra alternativa es una salida al lago Vouliagmeni, a cuyas aguas cálidas se les atribuyen propiedades sanadoras.

Información: Atenas

En la capital de Grecia, Atenas, viven alrededor de cinco millones de personas. Atenas tiene una historia cambiante y es considerada la cuna de la democracia y el hogar de los grandes filósofos. En Atenas existe un sistema de metro y autobuses y los taxis son bastante baratos, aunque para poder vivir la ciudad y sus barrios de primera mano lo mejor es caminar mucho.

Cómo llegar: Distintas aerolíneas vuelan a Atenas varias veces al día desde distintos aeropuertos europeos. El aeropuerto Venizelos se encuentra a unos 25 kilómetros de la ciudad. Una línea de metro lo conecta con el centro de la ciudad.

Situación con el coronavirus e ingreso: Grecia es considerada actualmente una zona de alto riesgo. Los adultos y niños de más de cinco años deben presentar un test de PCR negativo al ingresar o un test rápido de un laboratorio reconocido.

La prueba de PCR no puede tener más de 72 horas de antigüedad, en el caso de los test rápidos deben ser incluso solo 24 horas. Esto corre independientemente de estar vacunado o haberse recuperado del coronavirus. Además, quienes viajan al país deben registrarse online.

Alojamiento: En Atenas hay hoteles de distintos precios, la mayoría con ubicación central. Por lo general, los precios son más convenientes en invierno. En esos casos, puede valer la pena buscar un alojamiento que tenga una piscina, un bar o un restaurante sobre el techo, ya que la vista sobre la ciudad y la Acrópolis es única. dpa

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