Presidente de la Corte Suprema destacó valores irrenunciables del Poder Judicial en estado de derecho democrático

El presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes Belmar, encabezó la ceremonia de inauguración del año judicial destacando la importancia de los valores de imparcialidad, autonomía, independencia e inamovilidad del Poder Judicial en más de 200 años de historia republicana y en el futuro del sistema de administración de justicia.

El presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes Belmar, encabezó la ceremonia de inauguración del año judicial destacando la importancia de los valores de imparcialidad, autonomía, independencia e inamovilidad del Poder Judicial en más de 200 años de historia republicana  y en el futuro del sistema de administración de justicia.

El presidente Fuentes Belmar dio cuenta pública del año judicial 2021 e inauguró el año judicial 2022 en una solemne ceremonia realizada de manera híbrida (presencial y telemática) en el Salón de Honor de la Corte Suprema y a la que asistieron: el Presidente de la República, Sebastián Piñera; el presidente electo Gabriel Boric y diversas autoridades del sector justicia.

El ministro Fuentes Belmar abordó la discusión sobre la nueva Constitución de la República y destacó que el Poder Judicial ha manifestado su colaboración con la labor de la Convención Constitucional entregando las conclusiones de las Jornadas de Reflexión de la Corte Suprema al órgano redactor y con la asistencia del expresidente  Guillermo Silva Gundelach a la Comisión de Sistemas de Justicia.

El presidente destacó los valores de imparcialidad, autonomía e independencia como valores fundamentales e irrenunciables para un Estado de Derecho democrático

“Probablemente uno de los principios que resulta trascendente para entender el quehacer del Poder Judicial es el de imparcialidad. Sólo cuando los tribunales son imparciales, pueden cumplir efectivamente su función, esto es, resolver los conflictos de los ciudadanos con legitimidad, de modo que se mantenga un clima de paz social.

Por lo mismo, desde la doctrina existe completo acuerdo en torno a la relevancia de asegurar la autonomía e independencia de jueces y juezas en el ejercicio de la jurisdicción, y esto es así, entendida tanto como garantía de no intromisión interna y externa”, dijo.

Junto con los valores anteriores el presidente Belmar relevó la importancia de la inamovilidad de los jueces y juezas, atendidas sus particulares funciones que no se agotan al comenzar y terminar su jornada de trabajo.

“Asimismo, la inamovilidad es una condición esencial en el desempeño del juez, sin la cual serían ilusorios los valores anteriores. Sin ella, la sujeción a influencias de todo tipo a que inevitablemente se expondría la magistratura, transformaría lo que hoy es una garantía para todas las personas, en una amenaza constante a la imparcialidad”, expresó.

En este  aspecto ahondó: “Este es el rol que cumple el juez en nuestra sociedad, y esto es lo que explica la enorme cantidad de deberes y principios por los que se encuentra reglado. No podría ser de otra forma, pues el magistrado ostenta un cargo que no se activa cuando inicia su jornada laboral ni se desactiva cuando dicha jornada termina.  Se trata, más bien, de una condición, que acompaña al juez permanentemente. Eso explica el por qué ha de respetar y estar premunido de un estatuto particular, como deber y garantía de su posición en la institucionalidad, pero sobre todo, como seguridad y garantía para el justiciable.

A consecuencia de lo anterior, los magistrados y magistradas se encuentran sometidos a exigentes deberes éticos cuyo núcleo se centra justamente en los deberes legales y constitucionales de independencia, imparcialidad y motivación, que son aquellos que resultan distintivos de su labor”.

“(…) Por lo mismo, considerando el rol que ocupan en nuestra sociedad y la normativa que los obliga, es evidente que, además, los magistrados y magistradas deben propiciar el cumplimiento de elevados estándares para el ejercicio oportuno y efectivo de su función”, continuó.

“Estos valores y principios deben ser promovidos dentro de nuestro Poder Judicial para robustecer el reconocimiento y la confianza por parte de la ciudadanía”.

Respecto de la Cosa Juzgada –otro de los aspectos fundantes de la labor jurisdiccional- el presidente de la Corte Suprema afirmó:

“En la misma dirección, debe tenerse en cuenta que la Cosa Juzgada no interesa solo a los litigantes de una causa particular, sino que a toda la sociedad.  Este principio actúa como una prohibición general de repetición de juicios, garantizando la seguridad jurídica, que es una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho Democrático.

Precisamente, debido a que el Estado ha encomendado sólo a los tribunales de justicia la potestad para conocer, juzgar y decidir las controversias en forma definitiva y con efectos permanentes, es que ha sido posible crear las condiciones para asegurar la convivencia pacífica entre los ciudadanos. Esto es lo que, a final de cuentas, les da seguridad jurídica y es lo que explica –también- que sólo sean los tribunales quienes tengan facultad de imperio. Es decir, es la única institución que tiene el poder de hacer cumplir lo juzgado”.

A modo de conclusión en este aspecto el ministro Fuentes afirmó:  “Todos los principios y valores a que he aludido son condiciones para el adecuado ejercicio de la jurisdicción como garantía del justiciable, con total prescindencia de presiones de cualquier tipo para el juez.

Es por ello y con pleno respeto de las competencias de los órganos existentes y del proceso de generación de normas de la más alta jerarquía que como República estamos experimentando, recalco la importancia de tener en consideración estos principios que permiten la real existencia de tribunales de justicia”.

El ministro Fuentes Belmar destacó la labor del Poder Judicial durante el año 2021 enfrentado la pandemia del coronavirus y la realización de audiencias temáticas

“El Poder Judicial priorizó la salud y la vida de todas las personas, tanto usuarios como funcionarios, e instauró una política de teletrabajo eficiente, rápida y flexible en beneficio de toda la ciudadanía. Aunque con dificultades, logramos compatibilizar el valor de la protección a la población, la continuidad del servicio judicial y el acceso a la justicia”, dijo el presidente.

Asimismo agradeció la labor de la ministra Gloria Ana Chevesich en la coordinación de las labores durante la emergencia sanitaria y a jueces, juezas y funcionarias y funcionarios judiciales que mantuvieron el funcionamiento del sistema.

El presidente de la Corte Suprema destacó en una disminución en el ingreso de las causas en el año 2021, pero resaltó el incremento en las presentaciones de recursos de amparo, sobre todo aquellos ligados a los beneficios de la libertad condicional, con un aumento de más del 100%

“Durante el 2021 ingresaron 17 mil 500 acciones de amparo a las cortes, de las cuáles poco más de 6 mil fueron por libertad condicional. Estos números contrastan con aquellos que informáramos el año pasado, implicando un aumento de más de un 100% en este tipo de acciones en general. Como he adelantado, estos números son confirmados por las estadísticas de la Corte Suprema, al experimentar un aumento de un 106% en los ingresos de esta clase de acción”, afirmó el presidente.

Además resaltó las medidas adoptadas con motivo de las leyes especiales sobre retiro voluntario de fondos de AFP  y su impacto en los Juzgados de Familia, destacando las medidas adoptadas para facilitar el acceso a la justicia de manera oportuna  para todas las personas:

“Cabe hacer mención a la experiencia que nos ha dejado el enorme esfuerzo institucional que significó implementar las leyes que han instaurado retiros voluntarios en los fondos de cotización obligatoria de pensiones y la retención de los mismos por deudas de pensión de alimentos.  Para esto, hemos dispuesto mejoras informáticas constantes, entre las cuales se encuentra el desarrollo e implementación de formularios de trámite fácil, además de la interconexión de nuestros sistemas con entidades públicas.

Infancia y género

El presidente Fuentes destacó los trabajos en materia de infancia impulsados por el Poder Judicial el año pasado, entre ellos la implementación de la Política de Efectivización de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes del Poder Judicial y de la Ley N° 21.302, que crea el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia y el protocolo interinstitucional para atender la situación de los niños, niñas y adolescentes no acompañados y separados en el contexto de movilidad.

Además de eso, resaltó el trabajo de la Secretaría de Género y no Discriminación del Poder  Judicial, especialmente “la labor efectuada en esta materia por la Ministra de la Corte Suprema Sra. Andrea Muñoz, quien este año fue elegida, durante la vigésima primera Edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana, como Presidenta de la Comisión Permanente de Género y Acceso a la Justicia correspondiente al período 2021-2023”.

Acceso y nuevas tecnologías

«Me atrevo a decir que al facilitar la interposición de acciones, como institución comprometemos un paso realmente efectivo en la concreción del acceso a la justicia. Esperamos pronto desarrollar formularios y otros proyectos de similar naturaleza en acciones que requieren rápida tramitación. No es aventurado pensar, en un futuro de mediano plazo, en la masificación de estas herramientas a fin de estandarizar los escritos y resoluciones, que además de hacer más comprensibles y expeditos los procesos para las personas, permitirá emplear la inteligencia artificial para aumentar la eficiencia de nuestros trámites”, se explayó.

Agregó: “Aunque tal vez sea demasiado pronto para decirlo, la forma en que nuestra institución ha enfrentado la pandemia, ha generado aprendizajes y buenas prácticas que podrían aprovecharse para el mejor servicio de justicia. Sin lugar a dudas, lo que resulta destacable es el fortalecimiento de las  numerosas tecnologías de comunicación a distancia que ahora se encuentran disponibles y, que gracias a la pandemia han cambiado para siempre la manera en que concebimos el trabajo.  Con recursos limitados y un territorio con nuestra geografía, esta clase de herramientas puede ayudarnos a disminuir las enormes brechas de acceso a la justicia que existen entre diversas localidades de nuestro país y, por lo mismo, a posibilitar una igualdad ante la justicia nunca antes vista entre nosotros”.

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