Estudio de UNICEF revela que padres y madres siguen utilizando violencia como método de crianza

En el Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, UNICEF hace un llamado a erradicar todas las formas de violencia hacia niños, niñas y adolescentes

A pesar de las consecuencias negativas que tiene la violencia en el desarrollo de niños y niñas, casi la mitad de los padres y madres consideran prácticas violentas, físicas o sicológicas, como métodos efectivos para la crianza, según el estudio Conocimiento, Aptitudes y Prácticas (CAP) “Violencia contra la niñez y la adolescencia en Chile”, realizado por UNICEF junto al Centro de Estudios Justicia y Sociedad (CJS) y la Dirección de Estudios Sociales (DESUC) de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) en 2021.

El estudio detectó que un 47% de los padres o madres consideran al menos una práctica violenta como efectiva como método de crianza, mientras que el 53% consideran exclusivamente prácticas positivas. Además, se establece que el bajo conocimiento de prácticas positivas, que sean realmente efectivas, implica que muchos padres o madres recurran a estrategias que se basan en un enfoque punitivo de control de la conducta de sus hijos e hijas.

El Representante de UNICEF en Chile, Paolo Mefalopulos, explicó que “la violencia física y sicológica contra niños y niñas tiene un profundo impacto en los primeros años de la vida y deja huellas en su desarrollo emocional, cognitivo y social, además de vulnerar el derecho a recibir un buen trato y a ser protegido de toda forma de violencia”.

Además, la investigación evidencia que los padres y madres en general reconocen la violencia física como una práctica violenta, sin embargo, existe menor consenso respecto de la violencia sicológica, como gritos, insultos o descalificaciones. El porcentaje de cuidadores con actitudes ambivalentes, a favor y en contra del castigo psicológico, es consistente, alrededor de un 30%, de manera transversal en todos los tramos de edad, niveles socioeconómicos, estructuras parentales y situaciones de pareja. Solamente se observa una diferencia significativa en el caso de los cuidadores que recibieron castigo en la infancia y lo validan, que reportan un 44,9% de actitudes ambivalentes.

Para el Representante de UNICEF la ambivalencia respecto de la violencia sicológica revela que padres y madres desconocen los efectos que tiene este tipo de violencia en la vida de sus hijos e hijas. “La violencia psicológica no puede ser una alternativa a la violencia física. Por ello, es necesario promover el conocimiento y aplicación de herramientas positivas que permitan una crianza respetuosa y protegida”.

Asimismo, un 5% de los padres y madres reconoció haber dicho al niño o niña que era tonto/a, flojo/a o algo parecido, uno de cada cinco señaló haberle retado gritándole (22%) y un 14% de los cuidadores declaró estar de acuerdo con que “levantar la voz o gritar ocasionalmente hace a los niños y niñas más obedientes”, y que los “padres que no castigan a sus hijos cuando se portan mal, son malos padres”, consigna el estudio.

La práctica de la violencia se repite a través de las generaciones si no se rompe el círculo. Los datos del estudio CAP revelan que el 61,5% de las y los cuidadores que recibieron castigo durante su infancia y lo validan, consideran efectivas tanto las prácticas positivas como las violentas en la crianza de sus hijos e hijas. Esto disminuye a un 43,7% para el caso de los cuidadores que recibieron castigo, pero no lo validan, y a un 44,4%, para quienes no lo recibieron”

El Representante de UNICEF explicó que la mejor forma de romper el círculo de la violencia es fortaleciendo los programas que promueven la crianza positiva: ampliar los programas de apoyo a las familias y las condiciones para que los cuidadores cuenten con apoyo oportuno, construir esa red de apoyo para las familias, y proveer de información, herramientas e intercambio con otras familias, para que no se sientan superadas.

El estudio CAP, primero en su tipo que se hace en Chile, es una iniciativa innovadora, que hace una exploración sobre las normas sociales que pueden estar asociadas a la disciplina positiva y a la violencia hacia la niñez y adolescencia. La investigación combina una metodología cuantitativa y cualitativa de recolección de datos, con la esperanza que estos sirvan para promover prácticas de crianza positivas y así disminuir la violencia.

El resumen ejecutivo del estudio se puede revisar acá.

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