Ex supervisor financiero del Vaticano defiende operación irregular del inmueble en Londres

"Siempre he actuado exclusivamente en interés de la Santa Sede, de acuerdo con el mandato que se me dio y dentro de los límites de la información disponible", ha manifestado.

El antiguo director de la Autoridad de Supervisión Financiera del Vaticano (AIF), Tommaso Di Ruzza, al que la fiscalía acusa de malversación, abuso de funciones y violación del secreto de oficio, ha defendido su posición en la operación irregular de la compra de un edificio de lujo en Londres.

«La AIF actuó correctamente, dentro de los límites de su mandato, y con respeto a las prerrogativas del IOR», ha declarado Di Ruzza, durante la decimotercera audiencia del juicio que se celebra en el Vaticano. El proceso está verificando la gestión y las inversiones financieras de la secretaría de Estado en la compra opaca de un lujoso edificio en Londres en 2014 que acarreará unas pérdidas de 217 millones de euros en el pequeño Estado.

Durante la audiencia, que ha durado cuatro horas y media y que comenzó en la sala polivalente de los Museos Vaticanos con una hora de retraso, Di Ruzza ha realizado una declaración espontánea para defender ante los jueces del Vaticano su actuación al frente del órgano que se encarga de la vigilancia de las operaciones financieras vaticanas.

«Siempre he actuado exclusivamente en interés de la Santa Sede, de acuerdo con el mandato que se me dio y dentro de los límites de la información disponible», ha manifestado.

El presidente del tribunal vaticano, Giuseppe Pignatone, respondió a la petición de nulidad del juicio presentada por uno de los abogados al señalar que las pruebas a las que habían tenido acceso estaban mutiladas. Se refería en concreto a que no había podido visionar las grabaciones completas en vídeo del interrogatorio de Monseñor Alberto Perlasca, principal informante en este caso, que reconstruyó ante los fiscales la trama para ayudar a la investigación.

Pignatone ha definido las objeciones del defensor como «expresiones irritantes», en particular cuando éste habló de una supuesta «lógica incompatible con los cánones del debido proceso».

El juicio se reanudará el 5 de mayo con el interrogatorio al destituido cardenal Angelo Becciu, acusado por la fiscalía del Vaticano de malversación de fondos y extorsión.

Becciu, que ha recibido un permiso directo del Papa para romper el secreto pontificio y poder defender su posición, se sentará el 5 y el 18 de mayo en el banquillo de los acusados del tribunal del Vaticano para responder al interrogatorio del fiscal y del tribunal sobre su papel en el supuesto uso fraudulento de fondos de la Secretaría de Estado.(Europa Press)

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