Académico USACH propone al SENCE que sectores vulnerables emprendan con oficios aprendidos en las mismas calles de poblaciones

Jorge Torres Ortega, candidato a rector de esta casa de estudio, señala que las personas de bajos recursos requieren de cursos prácticos, básicos y más breves, que les permitan emprender y generar recursos rápidamente. “Ellos no se pueden dar el gusto de dejar a sus hijos o hijas en el jardín para salir a perfeccionarse. Por eso, hay que enseñarles en el mismo lugar donde viven”.

“En la actualidad, una herramienta que podría ser potente y una respuesta rápida para el desarrollo económico y la superación de la pobreza, es el emprendimiento por oficio. Sin embargo, la mayor parte de los programas de capacitación de hoy están pensados para que la persona que se capacite trabaje en una empresa”, dice Jorge Torres Ortega, académico de la Facultad de Ingeniería de la USACH, especialista en emprendimiento e innovación.

Para cambiar esta realidad, el ingeniero del Departamento de Ingeniería Mecánica, presentó al Sence un programa de capacitación, el cual propone enseñar oficios en las mismas calles de las poblaciones, campamentos o villas. Torres Ortega explica que muchos de los programas que se ofrecen tienen un problema de retención porque la mayor parte de los cursos se imparten en centros de formación, universidades o colegios. “Hoy en día las personas de los sectores vulnerables no se están moviendo, porque tienen problemas de tiempo. Ellos no se pueden dar el gusto de dejar a sus hijos o hijas en el jardín para salir a perfeccionarse o dejar de cuidar a adultos mayores que están bajo su responsabilidad, o dejar sus trabajos informales o esporádicos. Entonces, ¿cuál es la alternativa para que rápidamente estas personas se capaciten y puedan trabajar? Es que los programas de capacitación se acerquen a ellos, a los lugares donde viven. Que se enseñen tres o cuatro oficios a través de cursos súper pragmáticos y básicos. Tú les puedes enseñar a soldar en la misma calle a hombres y mujeres. Y luego, en cuatro o cinco horas, se les enseña a generar contactos con su celular, a través de WhatsApp y redes sociales, para salir a vender. Esto es emprender con oficio, es decir, tú aprendes el oficio e inmediatamente sales a vender”.

El profesional, doctor en economía social de la Universidad de Valencia, resalta que esta propuesta rompe con el modelo tradicional, ya que existe la necesidad de generar procesos de capacitación y reconversión laboral ágiles y de bajo costo que permitan a personas vulnerables insertarse en el mercado laboral con competencias de emprendimiento relacionadas con oficios valorados y necesarios para la sociedad. “En la propuesta presentada al Sence se diseña, implementa y evalúa un programa de capacitación en soldadura y emprendimiento dirigido a una población vulnerable de la Región Metropolitana, de 80 horas de duración. Luego, este mismo modelo se puede replicar en otros oficios, como gasfitería, u otro oficio que responda a la emergencia social”.

El académico e investigador del emprendimiento, agrega que los jóvenes y las mujeres requieren más este tipo de capacitación, ya que el desempleo es más alto en estos sectores. “A ellos hay que formarlos rápidamente en emprendimiento, para que aprendan un oficio de emergencia y salgan inmediatamente a vender a través de las redes sociales. Y se le tiene que formar in situ. Esto porque, por ejemplo, la mujer de un sector vulnerable no tiene posibilidad de desplazamiento. Tiene que cuidar hijos, llevarlos al colegio, darles alimentación. Además de no tener la chance del tiempo, están secuestradas por estas variables”.

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