La izquierda colombiana ad portas de una victoria histórica

Por Jaime Ensignia, sociólogo y, Dr. en Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Libre de Berlín. Ex director del Programa Político-Social de la Fundación Chile 21. Actualmente director del Área Internacional de la Fundación Chile 21. 

Por primera vez en la historia política colombiana, una coalición de izquierda denominada Pacto Histórico con su máximo representante, el Senador Gustavo Petro, tiene la real posibilidad de poder ganar las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo este próximo domingo, 19 de junio 2022. De ganar el Pacto Histórico con la dupla Petro–Márquez, sería de gran impacto político, social y económico en la política interna de esa gran nación. Pero también, tendría una relevancia no menor en nuestro continente, en América Latina y el Caribe, especialmente debido a que vendría a fortalecer un eje de gobiernos progresistas, de izquierdas y de gobiernos nacional–populares. Es por estas razones, que la izquierda y el progresismo latinoamericano está tan expectante por los resultados electorales de este domingo.

Un breve preámbulo

Los principales desafíos actuales del Estado colombiano son la lucha contra el narcotráfico, disminuir la ostentosa desigualdad, combatir el flagelo de la corrupción –el índice de corrupción alcanza el lugar 87 de 180 países del mundo, en el año 2021-, desarrollar un modelo económico productivo, sustentable, el cual se aparte del modelo económico extractivista predominante en el país, y enfrentar los problemas de inmigración masiva que vive actualmente Colombia de su vecino país, Venezuela. Sin embargo, uno de los desafíos mayores a los cuales está enfrentada esta nación, es la pacificación del conflicto armado, los asesinatos a gran escala de lider@s políticos y sociales en los últimos años y, la violación sistemática de los DDHH desde los estallidos sociales de los años 2019-2020 y 2021, constantemente denunciados por organismos de los DDHH de la región.

Los datos concretos de la administración del actual gobierno Duque son desastrosos para la sociedad colombiana y evidencian el fracaso de los 4 años de gobierno del presidente de la derecha y extrema derecha, Iván Duque. El cuadro es dramático: aproximadamente un 40%de colombianos vive en la pobreza con un 12,2% en la extrema pobreza de una población de 51,8 millones de habitantes; una precarización laboral con un 11,2% de desempleo a abril 2022; una inflación que ronda los dos dígitos, 9,2%; una corrupción galopante en el aparato del Estado; una sociedad afectada –cómo muchas otras en la región- de la pandemia del Covid-19 y,; un aumento exponencial de la violencia y de crímenes a activista políticos, sociales y sindicales

Los resultados de la 1ra vuelta

Uno de los tres candidatos de los cuales dos pasarían al balotaje daría la sorpresa al conocerse los escrutinios finales de ese domingo 29 de mayo. Y, ese candidato sería Rodolfo Hernández, candidato de corte populista, denominado el Trump colombiano que con un 28,17% de los votos (5.953.209 sufragios) dejaría fuera de la 2da vuelta al preferido por la élite colombiana, los partidos de la derecha y de la ultraderecha uribista, el candidato Federico Gutiérrez, que lograría el 23,9% de la votación.

Gustavo Petro sería también sorpresa, no porque no hubiese la seguridad de que pasaba al balotaje, sino por la alta votación obtenida en dicha vuelta al alcanzar el 40,31%, lo cual representaba una votación histórica para la izquierda de este país logrando 8.520.444. Habría que recordar que, en la primera vuelta presidencial del 2018, Petro obtuvo 4.855.267 de los sufragios. La votación de Petro y de la izquierda ha ido en constante asenso desde las presidenciales del 2000 en adelante. Esta 1ra vuelta tendría una baja participación electoral que alcanzó el 54% de los habilitados a sufragar. Una de las consecuencias de este resultado es que, por primera vez, los partidos tradicionales de la política colombiana, Conservadores y Liberales, no serían actores de una decisión presidencial. Con las preferencias de esta vuelta electoral y los resultados que entreguen los votantes en el balotaje ha quedado revelado que la sociedad colombiana quiere, desea y necesita un cambio político de envergadura.

Colombia que ha sido desde su gesta independentista en el siglo XIX y XX un país de una considerable violencia. No tan solo desde la mitad del pasado siglo con el bogotazo de 1948- posteriormente con la irrupción de las guerrillas, especialmente con las FARC. Añadiendo, la irrupción brutal de los carteles del narco tráfico desde los años 80 en adelante. Esta violencia y crispación social se ha manifestado desde mucho antes. Los asesinatos de líderes políticos –de 1948 a 1990, seis candidatos a la presidencia han sido asesinados- la misma suerte les ha tocado a activistas ambientalistas, sindicalistas, feministas y líderes sociales. Frente a esta 2da vuelta que se dilucidará este domingo 19 de junio, el ambiente político y social está muy tenso y polarizado por parte de la derecha colombiana que ven que Petro y la izquierda tienen reales chances de quedarse con el triunfo electoral.

En la recta final

El candidato Rodolfo Hernández (77 años), es un político difícil de descifrar. Ex alcalde de Bucaramanga, ingeniero civil y empresario, de expresiones xenófobas, antifeminista, intrínsecamente populista. Lidera la coalición “Liga de Gobernantes Anticorrupción”. Tanto en la primera vuelta como en la campaña del balotaje, Hernández se ha negado y se niega de participar en debates con sus contrapartes y en este caso con Petro, arguyendo de que él realiza campaña preferentemente por la rrss y por Tic Tock. Su programa de gobierno, según analistas de la plaza, está plagado de generalidades y altisonantes medidas sin sustancia real. Hernández se podría calificar como un fiel exponente de un populismo sin contenido y posiblemente de un estilo político autócrata.

Por su parte, Gustavo Petro (62 años), Senador de la República ha demostrado, según analistas colombianos e internacionales ser un auténtico fenómeno electoral y de masas, con un fuerte poder argumentativo, convincente y orador destacado. Sus propuestas, se podrían resumir en las siguientes: 1) establecer un modelo económico más inclusivo con el objetivo central de combatir la pobreza y desigualdad imperante en vasta zonas del país; 2) un sistema de banca pública que garantice créditos a bajo costo; 3) alejarse de la dependencia del petróleo y el carbón para dar paso a energías limpias; 4) un sistema gratuito y universal de acceso a la educación; 5) un alza de impuestos a quienes poseen grandes extensiones de tierras improductivas, 6) una apuesta por la modernización del campo y una democratización más profunda de la democracia colombiana.

Ciertamente, otras medidas tendientes a la seguridad nacional y la lucha contra el narcotráfico son parte sustancial de su programa de gobierno. Petro junto a su vicepresidenta lideran la coalición de fuerzas de izquierda y progresista, “Pacto Histórico”. La ultra derecha y la derecha en todos sus matices tiene como objetivo central impedir de cualquier manera el triunfo de la dupla Petro – Márquez que en los últimos sondeos de opinión se sitúan por sobre su oponente con un 48,5% para Petro y un 46,7% para Hernández (Encuesta GAD3). La guerra sucia, los fake news, las escuchas en el comando de Petro, las denostaciones del pasado político de ex guerrillero urbano de Petro en el M-19, su supuesta cercanía y defensa del chavismo etcétera acompañaran esta campaña presidencial hasta el día de la votación. Se prevé un resultado estrecho y con ciertos niveles de incertidumbres. Ambos candidatos han elevado sus niveles de protección y seguridad frente a posibles intentos de atentados.

Qué significaría el triunfo de Petro para la izquierda del continente

El que la izquierda y el progresismo colombiano fuesen gobierno, sería un gran acontecimiento para el continente latinoamericano. Tener a Colombia por primera vez como integrante junto a otras naciones que tienen gobiernos progresistas y de izquierda no ortodoxa, convertiría a la región en un polo político, social y económico atractivo para el resto de los otros continentes, para el Asia Pacífico, la Unión Europea, los países africanos y, para la misma China.

En una entrevista que dio para un diario chileno, con motivo de la asunción del gobierno del presidente Boric, Petro señalaba lo siguiente “Surgen nuevos progresismos y ojalá empiecen a responder a la América Latina ante la necesidad de nuevos caminos” …” Hoy, el nuevo progresismo tiene que reconocer ese fracaso del modelo extractivista y llevar a América Latina hacia una nueva agenda, que tiene que ver con salir de la extracción y pasar a la producción, a la generación sostenible de riqueza, pero en unas condiciones nuevas que son las del siglo XXI y la crisis climática, significa una economía descarbonizada, una industria y una agricultura absolutamente articulada hacia la naturaleza, a la ausencia del petróleo y carbón, al conocimiento como factor fundamental de la productividad y allí tienes toda una agenda. Si no tienes una economía de la producción no tienes una sociedad de derechos” (ver: www.latercera.cl , 12 de marzo 2022, pág. 34. Gustavo Petro, líder de la izquierda “Hoy el progresismo tiene que llevar a América Latina hacia una nueva agenda”).

En definitiva, con Petro como presidente de Colombia, con el muy posible triunfo de Lula en Brasil, con los gobiernos de G. Boric en Chile, A. Fernández en Argentina, L. Arce en Bolivia, P. Castillo en Perú y López Obrador en México, estarían transformando a América Latina y el Caribe en un gran bloque político y económico, que tendría la gran oportunidad en el mundo actual, de ser un continente de relevancia en el tablero internacional.

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