Análisis de laboratorio reveló que Rembrandt usó un compuesto único para proteger su mayor obra de arte

“La ronda de noche” pintada en 1642 y expuesta hoy en el Rijksmuseum de Ámsterdam contendría formiato de plomo, un compuesto poco común.

Equipo de científicos en Europa combinó métodos de obtención de imágenes a múltiples escalas para estudiar químicamente los materiales utilizados por Rembrandt en “La ronda de noche”. El estudio publicado en la revista Angewandte Chemie reveló la presencia de un compuesto organometálico inesperado: los formiatos de plomo, aportando información sobre las técnicas pictóricas del artista.

En concreto, se aplicó directamente a la pintura un instrumento de escaneado de rayos X desarrollado en la Universidad de Amberes (Bélgica), mientras que pequeños fragmentos tomados de la pintura se estudiaron con microsondas de rayos X de sincrotrón, en el ESRF, el Sincrotrón Europeo (Francia) y la instalación PETRA-III (Alemania).

Si bien este compuesto nunca se había detectado antes en pinturas históricas, cabe mencionar que solo fue identificado en zonas de la obra donde no hay pigmento de plomo, blanco o amarillo. En ese sentido, el investigador del CNRS en el laboratorio de Fotofísica y Fotoquímica Supramolecular y Macromolecular, Víctor González, declara que: “Pensamos que probablemente desaparecen rápido, por eso no se habían detectado hasta ahora en pinturas de maestros antiguos”.

«Además de aportar información sobre las técnicas pictóricas de Rembrandt, esta investigación abre nuevas vías sobre la reactividad de los pigmentos históricos y, por tanto, sobre la conservación del patrimonio», explica Koen Janssens, profesor de la Universidad de Amberes.

El siguiente paso del equipo es seguir estudiando el origen de estos formiatos y comprobar si también podrían proceder de tratamientos de restauración anteriores.

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