Niveles de hambre en Siria llegan a su máximo en los últimos doce años

Las cifras del Programa Mundial de Alimentos (PMA) revelan que el 70 por ciento de la población podría tener próximamente problemas para poner alimentos en su mesa.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha alertado este viernes de que los niveles de hambre en Siria han llegado a su máximo en los últimos doce años y ha advertido de que «si no se aborda esta crisis humanitaria, las cosas van a empeorar más de lo que es posible imaginar».

«Otra oleada de migración masiva como la que sacudió Europa en 2015. ¿Es lo que quiera la comunidad internacional?», se ha preguntado el director ejecutivo del PMA, David Beasley, quien ha viajado esta semana a Siria para analizar la situación y pedir mayor inversión internacional para abordar la crisis.

Así, ha defendido que para evitar una crisis migratoria como la de 2015 «es urgente aprovechar la oportunidad de evitar la catástrofe inminente y trabajar juntos para lograr paz y estabilidad para el pueblo sirio». La crisis económica a causa de la inflación, el colapso de la moneda siria y el aumento de los precios de los alimentos ha puesto además a 2,9 millones de personas adicionales en riesgo de hambruna.

Las cifras del PMA revelan que el 70 por ciento de la población podría tener próximamente problemas para poner alimentos en su mesa, en un país que es el sexto con más personas en situación de inseguridad alimentaria en el mundo, cifra que llega ya a los 2,5 millones. Además, las cifras de desnutrición materna e infantil están aumentando a un ritmo no visto antes durante los años de guerra.

Beasley ha visitado Duma, en Ghuta Oriental, en los alrededores de la capital, Damasco. El área fue epicentro de los combates entre 2013 y 2018, lo que provocó un desplazamiento masivo de residentes de una zona que hasta entonces suponía una de las principales fuentes agrícolas y de cereales del país asiático. Ante ello, el PMA ha empezado a ayudar a agricultores y a residentes a reparar los canales de irrigación destruidos en el conflicto.

«El PMA está trabajando para irrigar cerca de 28.000 hectáreas de tierra en todo el país, suficientes para alimentar a 620.000 personas. Eso significa menos hambre, más oportunidades económicas y una economía local más fuerte. La inversión de catorce millones de dólares (cerca de 12,9 millones de euros) ahorrará 50 millones de dólares (unos 46 millones de euros) al año en asistencia humanitaria y creará cerca de 90.000 trabajos», ha dicho Beasley.

«En una nación en la que cerca del 85 por ciento de las inversiones del PMA va a ayuda alimentaria, es un enorme ahorro, pero necesitamos incrementar estas inversiones para aumentar la resiliencia en otras comunidades en situación de inseguridad alimentaria en todo Siria», ha argumentado el director ejecutivo del organismo, que da ayuda a cerca de siete millones de personas a través de la distribución de alimentos, transferencias de efectivo y otras actividades. (Europa Press)

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