Investigadores descubren hongos y bacterias que prosperan tras incendios forestales

Expertos de la Universidad de California en Riverside tomaron muestras del suelo quemado por el incendio Holy Fire para su análisis.

Investigadores de la Universidad de California Riverside (UCR) identificaron organismos diminutos que no sólo sobreviven, sino que también prosperan durante el primer año tras un incendio forestal.

Los hallazgos, publicados en Molecular Ecology, podrían ayudar a devolver la vida a la tierra tras siniestros cada vez más grandes y graves.

EL HALLAZGO

Investigadores dirigidos por el micólogo, Sydney Glassman, visitaron la zona afectada por un gran incendio en California en 2018 nueve veces a lo largo del año siguiente y compararon la tierra carbonizada con muestras del suelo cercano no quemado. Sus conclusiones  muestran que la masa total de microbios descendió entre un 50 y un 80% tras el incendio, y no se recuperó durante ese primer año.

Sin embargo, algunos sobrevivieron. «Ciertas especies aumentaron su abundancia y, de hecho, se produjeron cambios realmente rápidos en la abundancia a lo largo del tiempo en los suelos quemados», afirma Glassman en un comunicado. «No hubo ningún cambio en los suelos no quemados».

No fue sólo un tipo de bacteria u hongo el que sobrevivió. Más bien fue un desfile de microbios el que se turnó para dominar el suelo quemado en ese primer año tras el siniestro. «Se produjeron cambios interesantes en los microbios a lo largo del tiempo. Cuando una especie disminuía, otra aumentaba», explica Glassman.

UNA MIRADA AL DESCUBRIMIENTO

Al principio, los investigadores encontraron microbios muy tolerantes al fuego y al calor. Más tarde, parecían dominar los organismos de crecimiento rápido con muchas esporas, capaces de aprovechar el espacio con poca competencia microbiana. Hacia el final del año, dominaban los organismos capaces de consumir carbón vegetal y otros restos del incendio ricos en nitrógeno.

Algunos de estos organismos llamados metanótrofos regulan la descomposición del metano, un gas de efecto invernadero. Fabiola Pulido-Chávez, candidata a doctora en fitopatología por la UCR y primera autora del estudio, observó que los genes implicados en el metabolismo del metano se duplicaban en los microbios post-incendio.

«Este emocionante hallazgo sugiere que los microbios post-incendio pueden «comer» metano para obtener carbono y energía, y potencialmente pueden ayudarnos a reducir los gases de efecto invernadero», dijo Pulido-Chávez.

EL FUTURO DE LA INVESTIGACIÓN

Los expertos siguen estudiando si los hongos y bacterias que encontraron pudieron prosperar en distintos momentos como resultado de sus rasgos únicos y variados, o si hay otra razón para los cambios que observaron en el suelo.

«Creemos que un organismo no puede ser bueno en todas las habilidades necesarias para prosperar en suelo quemado», dijo Glassman. «Si es bueno tolerando el calor, probablemente no sea tan bueno creciendo rápido».

Lo que los investigadores observaron en el suelo guarda cierto parecido con la respuesta del cuerpo humano a un estrés importante: la gente sufre una enfermedad y toma antibióticos. El medicamento destruye las bacterias del intestino de la persona, y empiezan a aparecer nuevos organismos que antes no estaban o no tenían una gran presencia. (EUROPA PRESS)

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