Marruecos se incorpora a mercado internacional del Gas Natural Licuado

El país africano, con nuevos contratos de GNL, revitaliza aún más su industria y economía, una de las más fuertes del continente.

A medida que el Reino de Marruecos avanza hacia una producción industrial con baja huella de carbono, la necesidad de energía verde es importante.  En este sentido, el gas natural licuado parece ser una de las opciones elegidas.

Los preparativos para nuevos contratos, señalan en la industria, están muy avanzados. Así, 2023 marcaría el año del regreso de Marruecos al mercado internacional del GNL

Se trata del primer contrato de la historia del país en este ámbito. Las negociaciones para esta primera compra se llevaron a cabo en un contexto marcado por el cierre unilateral del gasoducto Magreb-Europa, así como por las tensiones internacionales y la fuerte demanda de materias primas en un contexto pospandémico. Por ello, la segunda operación de adquisición de gas natural licuado experimentará grandes cambios. Aunque las negociaciones y la identidad de los futuros proveedores siguen manteniéndose en secreto por diversas razones, sobre todo en el plano económico y comercial, ya se sabe que el método y la fórmula del contrato elegido por las autoridades del país africano serán diferentes.

Según ha trascendido, los gestores marroquíes negociarán contratos a tipo fijo a medio y largo plazo. Esta elección no es casual porque el objetivo es protegerse de las fluctuaciones de los precios y de las cantidades disponibles en el mercado, además las negociaciones no son con un solo país, sino con varios.

Cabe señalar que buena parte de los contratos de GNL eran, históricamente, a largo plazo. Tanto el vendedor como el comprador los necesitaban para justificar las grandes inversiones requeridas por el proyecto de licuefacción. En los últimos años y debido a la divergencia de precios, el mercado de GNL a corto plazo ha crecido rápidamente.

Marruecos, consciente de la importancia de esta energía más limpia, trabaja actualmente en el refuerzo de sus infraestructuras de gas, aspirando a establecer una infraestructura digna del siglo XXI, que incluye gasoductos, puertos y unidades de almacenamiento y regasificación, que no sólo garantizará una energía competitiva para el sector eléctrico, sino también para el sector industrial, que actualmente tiene dificultades para acceder al gas natural.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.