ONU alerta que amenaza de Estado Islámico es «alta» y que «aumenta en zonas en conflicto»

Por todo ello, ha abogado por "medidas multidimensionales que vayan más allá de las respuestas centradas en la seguridad" y una "mayor complementariedad entre las respuestas de seguridad y las medidas preventivas".

Naciones Unidas ha alertado de que la amenaza que supone el grupo yihadista Estado Islámico sigue siendo «alta» y ha apuntado que, de hecho, «está aumentando en zonas en conflicto», especialmente en África.

El vice secretario general de la ONU Vladimir Voronkov ha presentado el último informe del organismo ante el Consejo de Seguridad y ha destacado que «pese a la pérdida de líderes e ingresos, que disminuyen su reserva de efectivo, la amenaza de Estado Islámico a la paz y la seguridad internacional sigue siendo alta».

Así, ha explicado que esta amenaza «ha aumentado en zonas de conflicto en las que el grupo y sus ramas están activas», una tendencia «particularmente preocupante en África central y del sur, así como en el Sahel», antes de incidir en que «es importante recordar el impacto que esta organización terrorista tiene sobre la vida humana, el sustento y la paz».

«Los informes del secretario general (de la ONU, António Guterres) han registrado de forma adecuada esta tendencia desafortunada, que debe llevarnos a todos a repensar y revisar nuestros esfuerzos para hacer frente al grupo, especialmente aquellos que dependen de forma desproporcionada del uso de la fuerza», ha manifestado.

Voronkov ha hecho hincapié en que «los informes previos mostraron preocupación por el aumento del riesgo de ataques en zonas que no son de conflictos por ‘lobos solitarios’ y pequeñas células inspiradas por Estado Islámico durante la relajación de las restricciones por la pandemia (de coronavirus)».

«Si bien esto no se ha materializado durante el periodo del informe, el nivel de actividad terrorista sigue siendo motivo de preocupación para los estados miembro», ha manifestado, al tiempo que ha subrayado que el grupo «sigue usando Internet, las redes sociales, los videojuegos y las plataformas de juegos para extender el alcance de su propaganda para radicalizar y reclutar nuevos seguidores».

En este sentido, ha incidido en que «el uso por parte de Estado Islámico de las nuevas y emergentes tecnologías sigue siendo un gran motivo de preocupación» y ha agregado que los yihadistas «siguen usando drones para tareas de vigilancia y reconocimiento, así como herramientas virtuales para obtener fondos».

Por otra parte, ha lamentado la «dura situación» de las personas que residen en campamentos de desplazados y centros de detención en el noreste de Siria, gestionados por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y ha advertido de «los peligros humanitarios, legales y de seguridad» derivados del ‘statu quo’ en estos lugares.

«El ritmo de las repatriaciones sigue siendo demasiado lento y los niños siguen asumiendo la carga de esta catástrofe. Al mismo tiempo, el desafío de los terroristas extranjeros y sus familias no está limitado a Irak y Siria, ya que es un desafío global», ha manifestado Voronkov.

«No sólo los terroristas extranjeros se mueven entre distintos escenarios de conflicto, sino que existen problemas derivados de su regreso, que se extienden desde la rendición de cuentas y los procedimientos judiciales contra ellos a la gestión de sus familiares y los esfuerzos de rehabilitación y reintegración», ha explicado.

Por todo ello, ha abogado por «medidas multidimensionales que vayan más allá de las respuestas centradas en la seguridad» y una «mayor complementariedad entre las respuestas de seguridad y las medidas preventivas».

«La ONU seguirá trabajando con los estados miembro para garantizar una aplicación efectiva, integrada y equilibrada», ha dicho Voronkov, que ha reclamado además que «las posturas multidimensionales sean sensibles al género y se anclen firmemente en el Derecho Internacional».

De esta forma, ha hecho hincapié en que «ninguna medida antiterrorista puede tener éxito si no se ciñe al Estado de Derecho y respeta el Derecho Internacional», al tiempo que ha recordado que es igualmente clave «evitar conflictos» para impedir de entrada que puedan ser explotados por los terroristas.

«Si bien los terroristas explotan las dinámicas de conflicto, los esfuerzos de paz son a menudo socavados y complicados por el terrorismo. Entender mejor la compleja relación entre conflicto y terrorismo es un paso necesario para pergeñar respuestas efectivas a estos desafíos recurrentes», ha apuntado.

Por último, Voronkov ha reiterado que «la amenaza que supone Estado Islámico es un síntoma de la convergencia de riesgos y amenazas» y ha sostenido que «para hacer frente a esta amenaza serán necesarios esfuerzos multilaterales, colectivos y decisivos». (Europa Press)

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